Ana Carrasco

La avenida de las bestias

Por el Día Internacional del Libro

 

A partir de ahora, como no puedo dejar de pensarte escribiré junto a ti.
A partir de ahora, como me urge hablarte, lo que escriba será para ti.
Suerte tengo de que mi pluma te abrace y mi corazón te sienta a mi lado.
Suerte tendré si consigo que tu alma sea percibida en mi palabra.

 

Escribe Mario Satz en Bibliotecas imaginarias que los legionarios romanos recorrían el Mundo recolectando leones, hipopótamos, tigres, leopardos, osos, etc. Tan ardua cacería tenía como único fin divertir al pueblo en los circos y anfiteatros. La exaltación en las gradas se producía cuando echaban a la arena animales de diferentes especies para que se destrozaran entre ellos, y entre esas especies, la humana, Homo sapiens.

Cuenta Satz que no había bastantes ciervos, ni lobos, para abastecer el gran número de anfiteatros que se distribuían por el creciente Imperio romano. Presenciar el horror era tan divertido que, ante la demanda de sangre, aumentaron considerablemente las infraestructuras circenses y las expediciones en busca de animales a territorios cada vez más lejanos. Es la historia de siempre, pedimos más espectáculo y el poder nos lo da con solemnidad, entre sonidos de trompetas, desde el palco de honor.

Según leía la historia de Satz, recordaba con espanto las películas sobre antiguos romanos vistas en mi infancia. De ellas recuerdo con horror Espartaco. Delante de la tele, cerraba los ojos cuando esclavos, cristianos, enemigos del poder... eran arrastrados hacia la arena para "luchar" hasta ser desmembrados por leones.

Salvando las distancias, algo parecido sucede hoy en nuestra sociedad, cuando aplaudimos al ver la arena de las redes sociales manchada de sangre. Ahora las "bestias" no tienen que pasear enjauladas por las avenidas de las ciudades hasta llegar al anfiteatro, sino por las avenidas informáticas hasta llegar al gran coliseo que es internet, y con un comentario descuartizar a ejemplares de su misma especie. Desde su grada particular, la tribu jalea, con un solo dedo: "Me gusta".

Si hasta el siglo V, la vanidad de aquellos romanos fue la causa para hacer sufrir a los condenados, ya fueran personas o animales, en este siglo del individualismo, de la "libertad" farisea, es la misma vanidad, engrasada por el nuevo régimen de comunicación, la que teclea cada agravio, cada acoso e injuria circense.

Según un estudio de la UNESCO, un 73% de mujeres periodistas reconoce haber sufrido acoso digital. Y según la ONG "Plan Internacional", un 59% de las menores españolas ha sufrido algún tipo de acoso en las redes sociales. Se da la paradoja de que las periodistas más odiadas son aquellas que defienden los derechos humanos, las periodistas que se atreven a escribir la verdad. También esta, está en crisis. Pero el linchamiento virtual afecta a todos los géneros, edades, profesiones... y el no mirarnos a los ojos exacerba esta tendencia en la que todo se "juzga" bajo una nueva modalidad de "comunicación" irracional y nada relacional.

Cuenta el autor de Bibliotecas imaginarias que un supervisor de los animales de aquellas cacerías romanas, harto de tanta crueldad, se refugió en la biblioteca de un amigo médico, encontrando allí, entre los libros, el perdón y consuelo necesario para calmar los sentimientos de culpa y vomitar su arrepentimiento. En aquella biblioteca, el médico le leyó en voz baja al atormentado supervisor lo siguiente: "Matar es fácil, resucitar no. Matar puede saciar por un rato nuestra sed de omnipotencia, pero resucitar, crear y dar vida, lleva la riqueza a las puertas de nuestro ser".

El último libro del filósofo Byung-Chul Han, Infocracia, analiza con lucidez una nueva forma de gobierno: la que explota información y datos, la que degrada a las personas a "ganado consumidor" y está acabando con la democracia. Pero, ojo, este nuevo gobierno, a diferencia del antiguo Imperio romano, no se deja ver, no asiste al espectáculo, no preside el palco de honor.

Tanto Mario Satz como Byung- Chul Han, ponen en valor en sus últimas obras la cultura del libro. El filósofo coreano, aunque breve, hace referencia a que el libro fue determinante para instaurar un discurso racional en nuestra sociedad, mientras que la digitalización fragmenta la percepción y reprime las prácticas cognitivas. Por eso, volviendo a la bella historia de Satz y a su supervisor de animales, me digo: Ojalá, la tribu digital, enjambre humano, que arroja en las redes sociales su vanidad omnisciente, pueda encontrar algún día en los libros la serenidad y la sabiduría necesarias para llevar la riqueza a las puertas de su ser, y a esta sociedad de Homo sapiens a un mejor entendimiento.

 

P.D. La avenida de las bestias es el título de uno de los relatos contenidos en la obra Bibliotecas imaginarias del escritor Mario Satz.

Comentarios

No todas las personas tenemos la oportunidad de expresarnos con artículos de opinión, así que sólo nos queda la sección de comentarios, que es muy fácil criticar desde arriba, desde donde se seguirá teniendo voz. Por favor no nos metas a todas/os en el mismo saco. Algunas personas intentan "matar" a la persona (muchas veces como respuesta a una mezquindad más arriba) mientras otras tratan de matar a la idea. Si solo por ser comentario ya lo juzgamos como algo malo, estaremos fomentando esa falta de calidad. Los libros y los comentarios solo son el medio. Tener un día del libro es menospreciar el resto de letras que contienen lo mismo que los libros, pero en chándal.
Totalmente de acuerdo….Ahora somos esclavos de nuestra propia vanidad…
Hola X 1.- Para nada estoy metiendo en el mismo saco a todas las personas que realizan comentarios a pie de publicaciones en redes sociales o de artículos de opinión. Solo digo que el escarnio, meterse con la persona y con su físico para destrozarla, humillarla y vejarla me parece despreciable. Nada humano. 2.- Opino que son bienvenidos todos los comentarios estén a favor o en contra de la idea escrita. Siempre que se hagan con educación. Ello permite discernir. 3.- Desde mi opinión, tener un día del libro es una manera de celebrar la existencia del libro. Ese gran artefacto, creación de la humanidad, que nos ayuda a crecer y pensar. 4.- Muchas gracias por tu comentario X. Agradezco mucho que hayas leído el artículo y que lo comentes.
Gracias por la aclaración. Completamente de acuerdo y me disculpo por el malentendido. Un saludo.
Muy bueno Ana. También muy acertados los comentarios tanto en el disenso como su posterior consenso. Es bueno el respeto. Mis felicitaciones.
Gracias Ana, muy bueno. Me quedo con "mirémonos más a los ojos" y así veremos a la persona que hay detrás de las palabras.

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