En septiembre de 2021 empezó el curso en la Escuela de Arte y ya había obras para un ascensor, necesario para atender a los alumnos y alumnas que quieren estudiar en ese centro y que por problemas de movilidad se les había hecho imposible por las tres plantas con las que cuenta el edificio. La obra consiste en hacer una estructura metálica por el patio a través de la cual se comunican las tres plantas.

Han pasado nueve meses de curso y la obra continua inacabada sin que sepamos las causas. Si preguntamos en el centro nos dicen que tenía que haber finalizado en diciembre pasado, pero no nos dicen cuándo finalizará porque no lo saben. No es una obra que hacen los responsables de la escuela, sino que es la Consejería de Educación quien la ejecuta a través de una empresa constructora.

Una alumna del centro con importantes problemas de movilidad espera a que se resuelvan las barreras, pero su salud se reciente y la solución no llega. Su deterioro físico se agudiza y necesita ayuda diaria para asistir al centro en el que quiere estar, y además es un impedimento para otras personas que quieran estudiar aquí.

Si lo importante es además urgente la empresa no lo está haciendo bien y la Consejería tampoco. No sabemos si el equipo directivo ha hecho o puede hacer algo, pero esto no avanza. Si nuestros gobernantes no están dando las respuestas que se necesitan nos tenemos que preguntar quién las va a dar, y si no lo pueden hacer bien deberán marcharse todos y dejar que otros vengan a hacerlo mejor, porque de la forma en que se está haciendo ya no queremos la promesa de un ascensor, queremos el ascensor.