«Ya va a empezar la música, la luz se va a apagar, estén todos atentos porque empieza nuestro show».

Con la musiquilla del programa infantil de los Ochenta bien podía haber empezado el espectáculo Lanzarote, la presentación del sábado en el Charco, orquestada por el equipo personal de Pedro San Ginés a mayor gloria del actual presidente del Cabildo.

Nada de siglas nacionalistas, nada de banderas estrelladas, en un ejercicio de huida de toda vinculación con Coalición Canaria más que sorprendente en un candidato que lleva inscrito en el DNI a su peor enemigo.

Nunca lo harán los analistas políticos que salen en tromba en su defensa en algún medio de comunicación, pero los míos, de copa de vino y vistas al mar, aseguran que San Ginés no suma sino que resta votos a su formación política. Dicen que de ahí su tendencia a ocultarse tras equipos humanos, candidatos y asesores, cargados de títulos académicos. Aunque a mí me suena más a complejillo. Suele ocurrir.

Lo cierto es que, nuevamente, el candidato recurre a «personalidades del mundo de la cultura, el deporte y el medio ambiente» para esconder sus carencias y su más que cuestionable gestión de los últimos años. Y lo hace en medio de una notable exhibición de desprecio hacia su partido, al que evita y elude, para ponerse al frente de personas «sin filiación política».

Así podría calificarse también al empresario Juan Francisco Rosa, envuelto en mil y una denuncias por todo tipo de agresiones a la legislación territorial y ambiental en Lanzarote y de quien se dice que está detrás de todas las decisiones polémicas que ha tomado el presidente. Salvo la de la compra de la casa Fajardo, pero esa es otra historia.

Por allí andaba el sábado, sin ruborizarse, supervisando el acto de San Ginés, mientras los Tribunales estudian la petición del fiscal de 15 años de cárcel por la construcción de su bodega y el gobierno de Coalición trata de aprobar un Plan de la Geria que minimice los impactos de sus tropelías.

¿Sabrán realmente dónde se meten esas personalidades del mundo de la cultura? ¿Les perdonará la Historia que tras la coartada de la independencia hayan apoyado a un político con el expediente de San Ginés, el cantinero del Chiringuito según él mismo se proclamó y que acabará rindiendo cuentas?

Y si son artistas, deportistas y ecologistas los que sacarán adelante los proyectos de interés para la isla y no el grupo de Gobierno que emane del 24 de mayo... ¿Para qué acudir a las urnas?