Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias, creyó -o dijo lo que le convino- que inaugurar un muelle en Playa Blanca era para mejorar las conexiones marítimas entre Lanzarote y Fuerteventura a través de sus dos puertos destinados a este fin, los cuales vienen gestionando la empresa Líneas Armas y la naviera Fred Olsen. Para el alcalde de Yaiza, Oscar Noda, sobre la misma instalación, pero como si estuviera en un acto diferente y en otro lugar,  se acababa de cortar la cinta del muelle de cruceros, y no parece una ocurrencia de última hora, sino una estrategia muy anterior a la redacción del proyecto para ampliar el nuevo muelle, ese que hoy es una realidad.

Es probable que esta ampliación se haya organizado a conciencia con una idea que no se plasmó en los papeles, pues se habría justificado para la mejora de la comunicación entre las dos islas  y, con tal motivo, se obtuvieron los recursos. Siguiendo esta tesis, una vez finalizada la obra tocaría pelear para que pudieran atracar los cruceros -que es en lo que ya están- y esto es una negociación que me la jugaría a que surgió entre Playa Blanca y Corralejo, o entre Yaiza y La Oliva, que son los municipios a los que pertenecen los puertos. Lo que ignoro es si hicieron partícipe al Cabildo y al Gobierno de la estrategia, de manera que todos sabían que se vendería como una cosa a sabiendas de que luego sería otra.

De la hermana isla de Fuerteventura sabemos de la ampliación del muelle de Corralejo, que será una realidad a medio plazo, y la justificación la supongo idéntica: “para la mejora de la comunicación entre las islas”. Seguro  que en el momento de su inauguración pasará algo exacto a lo sucedido en Lanzarote, que  su alcaldesa, de seguir siéndolo, solicitará consenso para que los pequeños y medianos cruceros puedan recalar ahí. La negociación que habría conducido a ello pudo poner sobre la mesa que se creara un circuito para que los mismos cruceros acudan a los puertos de las dos islas, no a los de Arrecife y Puerto del Rosario, sino a los de Playa Blanca y Corralejo.

La extraordinaria importancia de estos dos puertos, radicados en localidades turísticas, no produce los beneficios económicos que ambos ayuntamientos desearían, porque los vehículos llegan a cada uno de los puertos con el tiempo justo para embarcar sin que su corta estancia suponga beneficio económico alguno, más allá del café en el muelle, y puede que ni eso, porque ambas compañías de transporte marítimo cuentan con servicio de bar a bordo. Traer cruceristas a esos puertos se interpreta como un beneficio, principalmente para los comercios y restaurantes, además de aquellos otros relacionados con el avituallamiento de los buques y el pago del canon que corresponda. No conformes con acaparar el turismo del sur en el caso de Playa Blanca, y el del norte, en Fuerteventura, quieren más, y pelearán por llevarse parte de los turistas que ahora recalan en Arrecife y en Puerto del Rosario, cuya actividad comercial y gastronómica no tiene los beneficios de los que sí disfrutan  todo el año Playa Blanca y Corralejo dado que son importantes destinos turísticos.

Quieren parte de los cruceros que recalan en Los Mármoles y en Pto. del Rosario, esos que vienen ayudando a enderezar la economía de dos municipios no turísticos como son Arrecife y Puerto, pues sabemos que muchos de esos visitantes no contratan excursiones por la isla, sino que permanecen en el municipio de atraque. Lo quieren y ya está, y pretenden repartirse los beneficios los municipios de Yaiza y de La OLiva, que parecen mantener una relación óptima y conveniente, mejor que la de Yaiza con la capital, o La Oliva con Puerto. Toca saber que hará la presidenta del Cabildo y qué cálculos le saldrán a Ángel Víctor Torres, que tan poca consideración ha venido mostrando con Lanzarote, con Arrecife, en este caso, del que quiero recordar las decisiones  de su gobierno para la apertura de un complejo para la obtención de biogás por tratamiento de residuos en la capital, o su intención de que las aguas capitalinas alberguen piscifactorías a mansalva. De esto último ya conocemos que se lo quieren otorgar a la empresa que ha explotado la piscifactoría de Playa Quemada para hacerlo en alguna de las zonas autorizadas entre Arrecife y Puerto del Carmen.

Ya está tardando Arrecife en tener una terminal de primera, decente, singular, ejemplar y de referencia en el puerto de cruceros de Los Mármoles, porque mucha línea de atraque, pero ninguna instalación de recepción de los visitantes que se pueda denominar como tal. Hoy, una carpa cutre da la bienvenida a los visitantes, sobre la que se me ocurre una relación con la otra carpa del recinto ferial que se ha eternizado durante décadas, a falta de un palacio de congresos, conciertos y eventos. Si es que nos tienen condenados a la vulgaridad. Esa instalación en condiciones sí la tiene Playa Blanca y no la tiene Arrecife, y no me sorprendería que Yaiza apelara a que cuenta con mejor dotación que los Mármoles para recibir cruceristas. Sobre dónde estaban nuestras autoridades para reclamarla para Los Mármoles, ni se me ocurre imaginarlo.

Todo suena a la creación de dos muelles de cruceros "contra" Arrecife y contra Puerto del Rosario, aunque se adorne como reparto de riqueza, así de simple, y esperaría que para tal decisión no se antepusieran intereses partidistas o convenientes para terceros sobre otros más honorables.