Matías Reyes

¿Ni una cama más? Qué liga quiere jugar la Cámara, (y el Gobierno y el Cabildo)

En España, las cámaras de comercio son entidades de derecho público con funciones de carácter consultivo y de colaboración con la administración pública, a la que corresponde la promoción y defensa de los intereses generales del comercio, la industria, los servicios y la navegación.

Las cámaras funcionan como entidades privadas, pero en estrecha colaboración con la administración, siendo una de las finalidades la de poner en marcha servicios que permitan mejorar la calidad de vida de la comunidad. He aquí la clave de esta cuestión, la de qué puede hacer la Cámara por nosotros.

Ahora, ni premium ni de calidad, ahora a Lanzarote podría tocarle ser "destino con identidad propia", que es lo que parece proponerse desde la Cámara de Comercio. Temo esa aspiración por lo que tiene de escaso compromiso con los números. Quiero decir que con un proceso serio en pos de la apuesta por convertirnos en un destino de calidad, en algún momento, como es el actual, estaríamos obligados a hablar de capacidad de carga o del número de visitantes que podemos absorber simultáneamente.

De un destino con identidad propia no hay nada que decir sobre cuántos turistas podemos acoger. Si tiramos de un ejemplo, podríamos aclararlo. Es como si el Museo del Prado pudiera optar a ser un museo de calidad o un museo con identidad propia. El primero estaría sometido a aquella consideración y no podría perturbarse el disfrute de la colección con un montón de visitantes imposibilitando la visita. Un Prado con identidad propia se limitaría a mostrar sus singulares obras y, con tenerlas expuestas, ya cumpliría, dando igual que hubiera cien o cien mil personas en sus instalaciones.

Apostando para Lanzarote por el relato de la identidad propia, se evita que los representados en la cámara amaguen con una rebelión contra su presidente porque me parece que, en el fondo, ninguno cree que menos es más, ni que podrían ganar más con menos visitantes de mayor poder adquisitivo.

Pienso que lo quieren todo y que quieren más porque en el fondo están en la defensa de sus intereses empresariales. La cámara apela también al turismo de especialización, que en Lanzarote no sé lo que alcanza a abarcar. Los Disney de Florida o París parecen practicar un turismo de especialización, por ejemplo.

Es verdad que el presidente de la Cámara manifiesta sus reservas por la masificación turística, pero no deja de ser una muy razonable posición personal de la que no creo que pueda convencer al resto de los miembros, pues muchos representan a los empresarios hoteleros y a los de la construcción, entre otros, y, a su vez, estos ejercen su presión sobre los cabildos y sobre el propio gobierno, que, a veces, parece estar más interesado en que no se alboroten que en el interés general.

La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias acaba de anunciar que la región lo va a petar en visitantes, y que seguirán fomentando las ganas de viajar por medio de una intensa actividad promocional y y en la misma frase recoge que “con nuestra apuesta por aquellos turistas que garantizan una mayor estancia y gasto en destino”. Lo que sospecho de la consejera y de muchos de los que hablan de turismo es que al discurso habitual de “más visitantes”, lo suelen suavizar con algún concepto que haga referencias a la calidad para, en el fondo, seguir en lo mismo: más aviones, más camas, más presión sobre el territorio. El presidente del Gobierno de Canarias, lejos de desmarcarse de la consejera, se regocija de los números históricos en la programación aérea que se prevé y ni se pone colorado. También, el Cabildo de Lanzarote aterriza en Madrid en FITUR y lo mismo promociona Lanzarote que acude al cumpleaños de una aerolínea de la que alaba su apuesta por la sostenibilidad, que ignoro como se contribuye a ello con aviones. La aerolínea, Jet2, devuelve el piropo anunciando un incremento del 4% en el número de asientos que espero que no los denomine como “asientos por la sostenibilidad”. Hay que aprender con quién se puede hacer una foto y en qué saraos conviene estar o ni aparecer.

Algunas declaraciones del Cabildo de antes de FITUR, cuanto menos, resultaban llamativas, porque daban por sentado que nos visita un turismo de calidad, al que se calificaba como más respetuoso y consciente de las singularidades de la isla.. Para averiguar eso, a quien corresponda hacerlo, interpreto que habrá realizado una sesuda encuesta cuyo vaciado da esos sorprendentes resultados, que no retrata, precisamente, lo que apreciamos en la distancia corta. Eludía en esos momentos, la primera institución insular, entrar en terrenos que nos pudieran conducir a concluir que el número de visitantes sí es un problema, por ello ya no hablaban abiertamente de turismo de calidad, ni de presión sobre el territorio, sino de un turista responsable, concienciado, y que estudia antes de venir, afirmaban. No decían si son uno o un millón, ni si importaba esa cifra ni si afectaba la cantidad a nuestro territorio. En lo que se ponía énfasis es en el término “sostenibilidad” en el discurso como si sólo se tratara de hablar de energías limpias o de reciclado, como si no hubiera un uso sostenible del territorio que tiene que ver con la presión que se ejerza o no sobre él. Parecían moverse, calculadamente, entre dos aguas, así como para contentarlos a todos. Pero, tras la inauguración de FITUR, la presidenta del Cabildo le echa un palmo de narices y manifiesta lo que pocos quieren escuchar, que ni una cama más ni mayor cantidad de turistas y que Lanzarote se encuentra saturada turísticamente, una declaración que la compromete, en el mejor sentido, a ella, su política, su continuidad como presidenta y parece que no tanto a su partido, a la vista de las variadas declaraciones de distintos sectores que chirrían por falta de coherencia. Falta saber que hará Lanzarote -que ya está claro que debe hacer sola ese recorrido hacia la excelencia- con lo anunciado por la presidenta del Cabildo y conocer con qué instrumentos lo va a posibilitar.

Volviendo al proyecto de la Cámara, sería bueno conocer cómo encaja la capital insular en todo esto, en lo que puede hacer la Cámara por la comunidad, y si va a compartir sus ideas para la ciudad, si nos hará partícipes abriendo un proceso de información y de escucha, pues ya se ha manifestado sobradamente sobre que aspiran a participar activamente en la mejora de la ciudad. Como el asunto es de enjundia y eso no es que lo esté diciendo ninguna administración pública, pues esa situación me produce mucha curiosidad, como lo de la financiación de los proyectos y la ejecución de las obras; dónde y cómo actuarán y si lo harán de la mano del Cabildo, de la del Ayuntamiento, o con ambos.

Con La Graciosa no sólo toca poner proyectos en marcha, que es en lo que parece que están, sino que habría que hacer una labor previa de catequización sobre la población, dicho en un sentido didáctico, con el afán de mostrarles cuál es el camino para la obtención de riqueza, que esta sea sostenida en el tiempo y respetuosa con los valores ambientales, y digo esto porque esos son los que conducen a los turistas hasta este territorio. Podríamos decir lo mismo de Lanzarote, pero parece que algunos querrían que se prohibiera hablar de lo que no conviene.

La palabra sostenibilidad es recurrente en el lenguaje, pero la veracidad de lo que se dice y las intenciones que no se manifiestan nos tienen hondamente preocupados. Puestos a especular, a Manrique, al que vuelven a nombrar en vano, cíclicamente, se lo llevarían los demonios, sobre todo escuchando al consejero delegado de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote, SPEL, tan poco sintonizado con las intenciones manifestadas por la presidencia del Cabildo de poner coto al desmedido crecimiento de visitantes.

Va a necesitar José Valle, el presidente de la Cámara graciosalanzaroteña mucho ánimo para el camino. Parece lleno de baches, plagado de nuestras incertidumbres, y también siendo conscientes de que sus certezas son las de un tablero de juego sobre el que los mortales de a pie no tenemos ninguna posibilidad de revertir nada.

Mis mejores deseos de éxito a Valle con la capital, y al Cabildo con esta manifestación de un deseo de isla, y que yo lo vea. Los ayuntamientos, presentes en FITUR, no sé que pintan tal que fueran reinos cada cual con sus intenciones. El Gobierno, a través de su consejera de Turismo y de su presidente, manifiesta con un claro lenguaje que está en otra película y que va a seguir en ella contra nuestros deseos. Tiene el PSOE, en Lanzarote, que ir pensando en hacerse un García-Page. O catalanear un poco. La mayoría de edad tiene eso, que aprendemos a saber qué queremos y, como en esta ocasión, si procede, tocar a rebato y ponernos todos a una misma idea de isla. Al gobierno, que le den.

Comentarios

Vivimos en una permanente contradicción: queremos turistas de calidad y suspiramos por ver los hoteles llenos. Turismo de calidad exige menos turistas y por tanto menos camas y más servicios de calidad en el sector hotelero. Mientras los camareros procedan de la construcción o sean licenciados en astrofica y no se procedan de la formación de FP, mal asunto. Con una FP de esa asamblea calidad formativa no progresaremos. Que ha hecho Angel Victor Torres para mejorar la FP?
todos los turistas merecen respeto, todos son turistas de calidad. A lo largo de la vida de una persona puede que unas épocas tenga poco dinero, por ejemplo cuando es joven, y quizás cuando ya crió a sus hijos disponga de mayor dinero para gastar en vacaciones. Todos los turistas merecen respeto. Tampoco todos los conejeros cuando viajamos vamos con los bolsillos llenos, ¿y entonces no somos respetables, no somos de calidad? Si ofrecemos una isla única, atractiva , especial, tendremos un buen producto que ofrecer siempre
El comentario número 2, que por lo visto procede de un consejero o consejera del Cabildo de Lanzarote, es absolutamente encantador; es como si un niño de once años nos repitiera el catecismo recién aprendido; si, porque, más que social, parece religioso; pero desde luego lo que no parece es producto de una mente adulta, y mucho menos si ésta es la de alguien con responsabilidades políticas.

Añadir nuevo comentario