Mame Fernández

¿En Política vale todo? ¿Debemos permitir las mentiras y las trampas?

Muchas veces me dice mi entorno y muchos vecinos y vecinas: “¡Mame tú no vales para la política!”. Yo les pregunto: “¿Por qué?”. “Porque para ser político hay que mentir y hacer alguna trampa!”. “Jooooooooderrr”, contesto yo, preguntando, “¿cómo va a ser eso?”.

También es verdad que a todos y todas no podemos caer bien, ni tan siquiera hacer las cosas a gusto de absolutamente todos, pero también es cierto que aspiro a hacer las cosas aplicando el sentido común.

Aprovecho para hablarles de una mentira que he oído por ahí: parece ser que Don Pancho Hernández va diciendo que me ha llamado y que no le he cogido el teléfono.  Pues, no es cierto, mi número de teléfono personal y privado es el 629393368, el único que tengo, y que mi entorno, amigos, compañeros, contrarios políticos y vecinos tienen. Y, que sepan todos, que no he recibido ninguna llamada del Sr. Alcalde, algo fácilmente demostrable por si aún no se atreviera a retractarse.

Quiero dejar claro que el pacto actual en Tías, PP y CC, es totalmente legítimo, como cualquier otro pacto que se hubiera dado, pero lo que no se puede es mentir tanto para justificar un pacto. No les voy a hablar del pasado pacto entre PP y CC o Mame Fernández y las promesas del Sr. Pancho Hernández en ese momento, ni la decepción que me he llevado por ni siquiera haber recibido un atisbo de consideración y de respeto cuando en su momento fuimos socios de gobierno y le apoyé cuando otros lo querían fuera. 

Echo de menos una simple llamada que dijese: “Mame, no podemos reeditar el pacto”, por las razones que fueran y ya está.  Los motivos del “no pacto” con Nueva Canarias en Tías, que era el pacto que el pueblo esperaba y el que las urnas daban por lógico, han sido, principalmente dos:  por un lado, porque mi actual partido está creciendo muy rápido y había que cortar las alas y, la segunda razón, es que desde el mismo lunes 25 de mayo altos cargos de CC le ofrecieron a Don Pancho el oro y el moro si el pacto en Tías se hacía con CC y, así de paso, Don Pedro San Ginés y Don David de La Hoz seguían la guerra absurda con Mame Fernández.

Y digo guerra absurda porque viene motivada por el caciquismo y la prepotencia de éstos que quieren acabar con aquellos que no sucumben a sus pretensiones y no piensan como ellos. La idea de algunos es que para conseguir las cosas en política hay que ser sumiso y, señores, por ahí no hemos de pasar, no debemos permitir que esto siga sucediendo.

Estas personas que basan su forma de hacer política en una “ahora digo esto y hago esto porque me conviene”, en un “pongo de vuelta y media a fulanito pero mañana, si me conviene, somos uña y carne”, y así un sin fin de despropósitos con los que actúan aquellos que parece que son los inamovibles del panorama político… ¿Pero es esto lo que el pueblo quiere? Yo creo que no, porque no es una política coherente con la defensa del interés común, es una forma de actuar motivada por intereses de unos pocos que quieren quedarse con todo.

Como sabrán, y si no se los recuerdo, recientemente se ha dictado una sentencia en la que se condena a repetir, por haberlo declarado nulo, el congreso insular de Coalición Canaria donde se eligieron a algunos de estos ejemplos de políticos de los que les hablo. Estos que son los que, además, disolvieron el comité local de CC en Tías y me abrieron expediente por pactar con el PP en noviembre de 2014.  Ahora ocho meses después ellos mismos pactan con el PP saltándose la política de pactos en cascada entre CC y PSOE, y aquí no pasa nada. Es más, el Sr. Bermúdez en Santa Cruz pacta con el PP, y tampoco pasa nada, en Puerto de la Cruz se pacta con el PP, y tampoco se abren expedientes… ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿O es que CC se mueve por amistades y por opiniones iguales que no molesten a los jefes?

Aspiro a otro tipo de políticas, políticas de sentido común, más allá de las siglas o disciplinas de partidos. La única disciplina debe ser hacia los ciudadanos… a partir de ahora nos toca hacer oposición, una oposición dura y eficaz a la vez que constructiva, pensando en el interés de los vecinos y vecinas del municipio.  

Estas situaciones que les he relatado lejos de derrotarme me hacen más fuerte.

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