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Una oportunidad de futuro en el campo

El IES Teguise imparte enseñanzas básicas y adaptadas de FP enfocadas a la agricultura y la jardinería

Fotos: Adriel Perdomo.
Lourdes Bermejo 1 COMENTARIOS 18/11/2020 - 07:00

Teno Osorio, jefe del departamento de Ciencias Agrarias del IES Teguise, no puede ocultar su pasión por la docencia. Este curso imparte el módulo de FPB (formación profesional básica) de agrojardinería, “dirigido a alumnos y alumnas repetidores de ESO, que encuentran en esta formación una segunda oportunidad de acceder a un certificado de nivel 1, además del título de la ESO enfocado a la agricultura y jardinería”, y un ciclo FPBA (FP adaptada), que forma a auxiliares en viveros, “para chicos y chicas con alguna diversidad funcional de al menos un 33 por ciento”, explica.

Si el profesor parece entusiasmado, sus alumnos no lo están menos. Eusebio, uno de sus jóvenes alumnos, asegura estar aprendiendo a “trabajar en equipo”, algo que destacan algunos de sus compañeros, como Miguel. Ambos coinciden también en el gusto por las tareas de poda y la “pereza” cuando hay que desyerbar o regar. Otro de los alumnos de Jardinería, Víctor, se ve trabajando en unos años “en un hotel o en un invernadero”.

A Osiris le gusta especialmente “ir al campo a aprender”, aunque no reniega de los conocimientos que recibe en las clases en el aula. Sin embargo, tiene claro que le gusta el contacto con los animales: “dar de comer a las gallinas, ir de excursión o hacer actividades en el Complejo (Centro Agrotecnológico de Teguise)”. Para el joven, lo menos agradable de la tarea es “el olor de las lombrices”. Osiris no cierra la puerta a seguir estudiando “mecánica o quizá trabajar en un hotel, para evolucionar en mis condiciones”.

Andrea es otra amante de los animales. “Lo que más me gusta es cuidar las gallinas”, dice. Incluso se plantea estudiar veterinaria. Lo del riego y desyerbe lo lleva peor, como casi todos sus compañeros. En cuanto a Yaseray, el chico subraya la ilusión que le hace estar en este curso de FPBA y explica que su vocación jardinera está orientada sobre todo al sector de la decoración. Tampoco descarta seguir formándose en campos como la informática.

Centro pionero

Teno indica que se ha elegido la actividad ecológica para estas formaciones “porque es el futuro y en Lanzarote, en concreto, es lo más adecuado, al tratarse de una Reserva de la Biosfera con un territorio limitado”.

Los ciclos citados, de dos cursos académicos cada uno, llevan cuatro años impartiéndose en el IES Teguise. Sus participantes se integran en el instituto junto a otros alumnos de ESO y Bachillerato, así como de otras ramas de FP; y realizan, como ellos, una educación reglada por la Consejería de Educación. Teno es el coordinador de la parte de Agricultura y Jardinería y también del proyecto Erasmus para la internacionalización del alumnado.

“Somos, desde hace nueve años, el único centro que imparte agricultura y jardinería en la Isla. En el CIFP Zonzamas de Arrecife se imparte algo de viticultura, pero para el resto de ramas agrarias hay que acudir a Teguise”, indica el docente.

Las administraciones públicas se han volcado con estos ciclos educativos: “Hay que agradecer la enorme colaboración que nos prestan el Cabildo y el Ayuntamiento, que nos ha cedido las dependencias del invernadero del Centro agrotecnológico, y la implicación de los propios técnicos municipales”.

Teguise, además, asume el transporte de alumnos en guagua a las instalaciones. También Haría pone las instalaciones de la Finca Lajares a disposición de los alumnos para las prácticas y otro tanto ocurre con la Finca agroecológica de Maneje.

La exclusividad en esta oferta de estudios del IES Teguise atrae a alumnos de FPB de toda la Isla “desde Playa Blanca a Haría”. Algunos acumulan cursos repetidos “en un sistema educativo que no se adapta a sus necesidades” y que encuentran su sitio en esta formación, “donde las actividades son más prácticas y con contenidos reales”, subraya el coordinador de estos ciclos.

Teno pone ejemplos muy ilustrativos de lo estimulante que es para los alumnos “sembrar trigo, cebada, centeno o un melón carraqueño; ver, al cabo de las semanas, cómo van naciendo; tratar las posibles enfermedades y asistir a la cosecha, que se reparte entre el alumnado. Es muy gratificante volver a casa con una lechuga, un trozo de calabaza para el potaje o un melón de postre”, indica el profesor.

En el ciclo de FPBA cursan sus estudios alumnos con diversidad funcional de al menos el 33 por ciento, desde síndrome de Down o diversidad visual a intelectual de diferentes rangos y tipologías. Lo que a simple vista parece un enorme reto, resulta “súperinteresante” para los profesores “porque estos alumnos probablemente han sido únicos en su clase durante toda su vida, lo que les habrá hecho sentirse solos. En cambio, ahora se ven rodeados por personas similares a ellos, dentro de las diversidades funcionales de cada uno, lo que refuerza los lazos y crea entre ellos un vínculo de colaboración y ayuda casi familiar”.

El sector primario ve en la pandemia una oportunidad de reconversión económica

“El entorno y nosotros mismos, los docentes, notamos un cambio abismal, una madurez en los alumnos y alumnas, cuando finaliza el curso. En su casa se sorprenden con la evolución en tan solo unos meses. Lo que ocurre es que, quizá por primera vez, han estado solos ante el peligro, ya que son ellos los responsables de sus tareas, lo que también hace que se sientan realizados”, destaca.

“Además, esta actividad conlleva evidentes beneficios para la salud. No es lo mismo pasar seis horas sentado ante una mesa que rodando carrerillas, abriendo agujeros en la tierra o plantando. Evidentemente tanto ejercicio abre el apetito y cansa. Los padres nos dicen ‘nunca lo había visto comer tanto’”, dice Teno.

La agricultura resulta una labor muy gratificante porque permite disfrutar del producto conseguido con planificación, esfuerzo y supervisión: “La semana pasada recolectamos tomates y los alumnos los ofrecieron a sus otros profesores. Algunos incluso los compran o les agradecen el regalo, correspondiendo con una invitación al bocadillo al día siguiente. Los chicos se sienten, así, reconocidos”.

Otra experiencia que repercute positivamente en los alumnos es realizar actividades de asesoramiento en los huertos escolares y jardines en centros educativos, a veces en los mismos a los que ellos acudieron en otras etapas. “Pero ahora juegan otro rol completamente distinto, van a impartir enseñanzas a los que fueron sus compañeros y a los que, ahora, tutorizan en esta actividad”, destaca Teno.

Inserción laboral

Por si todas estas ventajas fueran pocas, el coordinador de los módulos confirma las salidas laborales que tienen estas formaciones, “ya sea en este sector, donde todos los que lo desean están trabajando, o bien como puente a los estudios de bachillerato u otros ciclos”.

En el caso de la FP adaptada, Lanzarote ya cuenta con la primera promoción en el mercado, “destacando uno de los alumnos, una persona superválida, muy responsable y trabajadora y al que no hay que enseñarle nada”, indica Tano, que está seguro de la apuesta que ofrece a los posibles empleadores, “sin olvidar las ventajas que ofrece la contratación de personal con diversidad funcional, obligatoria por ley en el caso de las grandes empresas”. Como en tantos otros sectores, el primario ve en la pandemia una oportunidad de reconversión económica para la Isla.

“En los foros a los que acudo, reitero la necesidad de repensar nuestro modelo. Si bien el motor es y será el turismo, podemos enfocarnos mucho más en el sector primario, que en el caso de Lanzarote tiene en La Geria uno de los mayores atractivos para el visitante.

Cualidades del suelo

Lo cierto es que, además del aspecto paisajístico, la tierra isleña es en sí misma un tesoro por sus cualidades para la agricultura. “En ese sentido y junto al equipo técnico de la Concejalía de Agricultura de Teguise, estamos dando un enfoque nuevo al invernadero del Complejo, destinando una parte a recuperar variedades locales. Este año estamos haciendo ensayos e investigación I+D+i con cultivos como melón carraqueño, espárragos trigueros y otros cultivos. También contamos con una campaña de variedades de pitaya. Nuestros tomates, nos los quitan por el sabor que tienen. Tenemos variedades locales como manzana negra (original de Lanzarote y Fuerteventura) y estamos probando con cherry (tomate cagón) kumato y pera”.

Las joyas locales no acaban aquí. El pasado año se inició el cultivo de habichuelas blancas de Lanzarote; y los vinos de La Geria, en concreto una selección cedida por Bodegas El Grifo, para una visita de Erasmus de Viticultura, causaron auténtica sensación en una cata a ciegas entre entendidos, provenientes de Burgos, Creta, Chipre y Atenas.

Teno tampoco olvida a la nueva generación de restauradores, distribuidores y cocineros, “que apuestan por los productos ecológicos y de kilómetro cero”, y cita, entre otros, los proyectos de Finca Machinda, la cooperativa de cochinilla de Guatiza o La Sarantontona, “todos, colaboradores de nuestros cursos”, concluye Teno Osorio, sin disimular el orgullo que siente por este especial proyecto educativo.

Comentarios

Todo lo que sea útil para él futuro de los chicos y chicas siempre es bueno incetivarlo Deberían haber más cosas qué aprender..

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