Una mujer, funcionaria y con un embarazo de riesgo, ha tenido que desplazarse desde Lanzarote a Madrid para ingresar en un centro hospitalario, ante la negativa del Hospital Doctor José Molina Orosa a atenderla pese a las recomendaciones de su médico particular y de una profesional que la atendió en el servicio de Urgencias.

La afectada ha superado la semana 33 de gestación, sufre diabetes como consecuencia del embarazo y espera mellizos, uno de los cuales se estaba “quedando atrás en el crecimiento” y le quedaba “poco líquido amniótico”. Su ginecólogo particular le indicó que era necesario el control hospitalario especialmente de ese bebé, así como programar una cesárea.

La mutua de la paciente, Mapre, autorizó los gastos tanto para una consulta de revisión previa en el Hospital Doctor José Molina Orosa como los que conllevaría la programación de la cesárea. La mutua también aseguró a la paciente que se haría cargo “de cualquier otro coste sanitario” en el Molina Orosa.

Sin embargo, desde Atención al Paciente, la mujer recibió la negativa a ser atendida en el Molina Orosa. En la reclamación que ha presentado, y a la que ha tenido acceso Diario de Lanzarote, se destaca que conoce varias compañeras, también funcionarias, que sí fueron atendidos en el Hospital lanzaroteño “en circunstancias parecidas” de embarazos e incluso en casos “menos urgentes”.

El pasado martes, el ginecólogo particular de la mujer, residente en Lanzarote, la envió a Urgencias, donde otra especialista corroboró la disminución del líquido amniótico de uno de los bebés y le aseguró que la citarían en el Hospital para un seguimiento del embarazo en menos de una semana. También le advirtió de que si en menos de una semana no recibía la cita que volviera por Urgencias.

“No es que se retrasaran con la cita, sino que esa misma tarde me llamaron de Administración del Hospital”, señala en su reclamación la paciente. Le indicaron que no la podían citar porque no estaba dentro del sistema de la Seguridad Social. “Sin darme más alternativa”, asegura.

La afectada insistió en que su mutua se haría cargo de los gastos. La respuesta que obtuvo fue que buscase “otra solución” para ser atendida por su cuenta, ya que en el Molina Orosa no la atenderían, “pues no lo consideran una urgencia”.

Sin alternativa en la Isla

La funcionaria recalcó a Atención al Paciente que no disponía de una “alternativa sanitaria en la isla de Lanzarote” para el tipo de asistencia que necesitaba. “La única opción que me plantean desde el Hospital es salir de la Isla en busca de la asistencia que me deniegan, quedando desprotegida sanitariamente, ante una situación que si no es de urgencia vital inminente, sí lo es de asistencia hospitalaria inmediata, para evitar que la falta de asistencia pueda causar perjuicios irreparables a uno de los bebés”, denuncia.

La mujer insistió a Atención al Paciente que la mutua garantizaba el pago de los gastos derivados de la hospitalización. Desde la dirección del citado departamento la invitaron a presentar una reclamación por escrito pero le adelantaron que sería resuelta “en sentido negativo”.

El pasado viernes la mujer volvió a ser revisada por su ginecólogo particular con un control ecográfico. El doctor le aseguró que era “inminente” que uno de los bebés debiese tener “control hospitalario periódico” por la escasa cantidad de líquido amniótico, ya que era probable que cuando disminuyese más debiese programarse una cesárea.

Viaje “urgente” a Madrid

“Son varias las hipótesis médicas que pueden acaecer, pero en todo caso todas ellas pasan por la necesidad de un control hospitalario inminente y continuado de los bebés”, resalta la afectada en su reclamación. Tras haber “agotado” la forma de contacto con el Hospital lanzaroteño, se vio avocada, pese a llevar 33 semanas de embarazo, “y con la situación sanitaria actual”, a comprar de forma “urgente” billetes a Madrid “en el primer vuelo disponible” para ser ingresada “inmediatamente” en un centro hospitalario.

En la reclamación, la funcionaria advierte de que se reserva “las acciones penales, administrativas o civiles oportunas, con reclamación de cualesquiera daños o perjuicios, personales o económicos, que con la negativa a la asistencia sanitaria” se le hayan “ocasionado” o “pudieran ocasionarse”.