Más de 14.000 personas, cerca del 10 por ciento de la población de Lanzarote, llena su despensa gracias al reparto de comida de los Bancos de Alimentos. En Lanzarote hay dos asociaciones que distribuyen lotes, el Banco de alimentos y Cruz Roja, que a su vez reparten comida a 22 entidades diferentes, entre instituciones y asociaciones. El Banco de Alimentos reparte a cuatro ayuntamientos, los de Arrecife, San Bartolomé, Haría y Tías y otras cuatro asociaciones: Afacoda, Mararía, Remar y Emerlan.

De esos repartos de comida se benefician unas 3.500 personas, según los datos del Banco, que señala que todas están previamente valoradas por los servicios sociales municipales o derivadas por trabajadores sociales de esas asociaciones.

Además del reparto de lotes de comida, los ayuntamientos entregan también prestaciones o cheques para productos de primera necesidad, incluida la alimentación. Cruz Roja, por su parte, también entrega tarjetas de alimentación de 100 euros. En la última ocasión repartieron doscientas de estas tarjetas para adquirir productos necesarios.

Pero, sobre todo, esta ONG reparte lotes de comida a unas 450 personas de forma directa y a más de 10.000 de forma indirecta tras el reparto que realiza para catorce asociaciones inscritas para distribuir alimentos. Desde Cruz Roja señalan que hay un gran aumento en la demanda de estos lotes y que ahora el perfil de las personas necesitadas es más variado.

“Hay familias cronificadas, pero vemos ahora muchas nuevas, de personas que no han podido acceder a los ERTE o al paro o incluso que no les llega con lo que cobran”, señala Yéssica de León, de Cruz Roja.

El centro de alimentos y distribución de esta ONG está cofinanciado en un 85 por ciento por el Fondo de Ayuda Europea a las personas más desfavorecidas (FEAD) y en un 15 por ciento por el presupuesto nacional: las catorce asociaciones a las que se reparten estos alimentos son la asociación social y cultural árabe-latina contra el maltrato familiar y los derechos del niño, la asociación Generación Emergente, el colectivo de inmigrantes saharauis de Canarias, la asociación Futuro africano por una vida mejor y la asociación cultural y deportiva Venezolanos unidos de la mano en Lanzarote.

En las Islas, Cruz Roja distribuirá próximamente un millón de kilos de alimentos

También participan Remar reparto y Remar consumo, la asociación Acciones Unidas, la asociación Tichitte para el desarrollo del colectivo mauritano en Lanzarote, la asociación de inmigrantes Horizontes, la Iglesia Evangélica de los Hermanos Una Luz en las Naciones, Adislan, la asociación de personas discapacitadas de Lanzarote y el Ayuntamiento de San Bartolomé.

En Canarias, Cruz Roja distribuirá en los próximos meses cerca de un millón de kilos de alimentos. De ese total, un tercio se repartirá en la isla de Tenerife a unas 12.550 personas, en La Palma a 3.038 personas, casi 500 en El Hierro, 250 en La Gomera, más de 800 en Fuerteventura, algo más de 10.000 en Gran Canaria y 10.680 en Lanzarote.

Los alimentos son de carácter básico, no perecederos y de fácil transporte y almacenamiento. La cesta de alimentos, según Cruz Roja, tiene los siguientes productos: alubias cocidas, pasta alimenticia, macarrones, macedonia de verduras en conserva, fruta en conserva, atún y sardinas en conservas, conserva de cerdo (magro), batidos de chocolate, arroz blanco, leche, tomate frito, galletas, tarritos infantiles de fruta y de pollo y aceite de oliva.

El reparto de alimentos se ha incrementado desde el inicio de la pandemia en un veinte por ciento en España y en un porcentaje bastante más alto en la Isla, aunque no hay datos concluyentes. Además de los bancos de alimentos y de las ayudas a la compra de comida, también están funcionando otras redes de solidaridad más informales, como campañas de recogida de alimentos entre asociaciones o experiencias colectivas vecinales.

Pobreza y desahucios

La situación social en Lanzarote se está complicando. Cuando llegó la pandemia, ya eran miles de personas las que necesitaban de la solidaridad o de apoyos públicos para sobrevivir. A finales de 2018, algo más del 18 por ciento de la población de la Isla vivía por debajo del umbral de la pobreza, establecido en 583 euros disponibles al mes, según los datos de la Encuesta de Ingresos y Condiciones de Vida en los Hogares Canarios.

La concejal de LSP-Sí Podemos en Arrecife, Leticia Padilla, señala que el número de WhatsApp que habilitaron para apoyar en el trámite del ingreso mínimo vital, “echa humo”: “Cada día son entre veinte y veinticinco mensajes”.

Padilla dice que “hay mucha gente sin ingresos y no hay respuesta institucional porque son las ongs las que están dando de comer a la gente, no las instituciones”. También alerta de otro problema paralelo, que se está incrementando: los desahucios.

Según Padilla, se están multiplicando y casi todos tienen un perfil protagonista similar, porque afectan a mujeres con niños a su cargo, con bajos ingresos o sin ingresos y que no reciben ningún tipo de ayuda económica de su expareja. También están pasando apuros algunos trabajadores del sector de la hostelería que tenían un contrato a media jornada y que, aunque cobren el ERTE, su sueldo roza los 300 euros.

Frente a esta situación, la concejala advierte de que la mayoría de las instituciones no está respondiendo bien. Dice que en Arrecife se han denegado ayudas al alquiler porque el contrato estaba finalizado, a pesar de que los contratos se prorrogaban automáticamente durante el estado de alarma.

Señala que en Arrecife se está dando ayuda de tres meses de alquiler “y después te derivan al Cabildo para otros tres meses más”. La ordenanza de servicios sociales de Arrecife es de 2008. “Si se hubiera modificado, estaría más adaptada a la realidad actual, igual que pasó con el albergue municipal que pedimos en pleno en enero de 2016 y donde nos miraron como si estuviéramos locos”, señala la edil.

Padilla considera que no se están dando buenas soluciones para las personas desahuciadas porque “la única solución que dan es ir al albergue de la Ciudad deportiva”. Destaca, además, que desde junio las prestaciones de primera necesidad que otorga el Cabildo están paradas porque se licitó el personal de la oficina de prestaciones y aún no se ha resuelto.