La Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Arrecife ha dado un paso más en las mejoras de sus instalaciones deportivas. El pabellón municipal de Titerroy podrá contar con un sistema antivuelco en sus porterías, "el primero de Canarias".

De esta forma, la capital lanzaroteña "se convertiría en pionera a nivel regional en la utilización de este mecanismo evitando así accidentes inesperados", destaca la Concejalía de Deportes.

Esta novedad permitirá reforzar la seguridad de los deportistas. Consistirá en cubrir por completo el pie de la portería con una almohada de caucho, que además reduce el riesgo de lesión al golpearse accidentalmente con ellas.

Además añade unos rodillos de rodamiento, que permiten que la portería tenga un deslizamiento anterior a la inclinación evitando el impacto.

La alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez, que visitó el pabellón junto al concejal de Deportes Roy González, ha destacado que "durante este mandato, todas las instalaciones deportivas municipales darán un buen cambio".

"El plan de inversiones está en marcha", apuntó. "Los deportistas y visitantes del Pabellón de Titerroy pueden ver con sus ojos el estado actual y la pésima imagen que tenía hace unos meses", destacó.

"Esta mejora nos permite dar un salto importante en cuanto a la calidad de nuestras instalaciones. Además nos convertimos en pioneros en Canarias a la hora de utilizar los sistemas antivuelcos en las porterías mejorando la seguridad de nuestros deportistas y reduciendo al mínimo el riesgo de accidentes", destacó el concejal Roy González.

"Entramos con el claro compromiso de mejorar la vida de los arrecifeños y las instalaciones deportivas eran una gran asignatura pendiente. Esta mejora, junto a las ya realizadas en el Pabellón de Titerroy, dará un buen salto de calidad que posteriormente disfrutarán los clubes y ciudadanos", resaltó el edil.

Cada año, cerca de 7.000 menores entre 5 y 14 años sufren lesiones de gravedad a causa de accidentes con las porterías, según la estadística de la Comisión Europea. Los golpes suelen producirse en la cabeza, cuello o pecho. Desde el año 2.000, 18 menores han fallecido por la caída de una portería o canasta de baloncesto.