El Grupo Nacionalista en el Cabildo "desvela la situación inédita a la que se está exponiendo a la institución tras la orden de suspensión forzada de los plenos de la Corporación por parte de la presidenta Mª Dolores Corujo, que ha suprimido el debate democrático, como principal obligacón de su agenda, y olvidado su compromiso con los habitantes de Lanzarote y La Graciosa".

“No encontramos un hecho similar en todo el archipiélago canario, donde la máxima responsable de una institución se niegue a comparecer ante el pleno, y por tanto la ciudadanía, y mantenga esta situación durante tres meses sin dar una explicación formal”, ha manifestado el consejero Óscar Pérez Cabrera.

El pasado 17 de octubre María Dolores Corujo cumplió 90 días "sin permitir la fiscalización de sus acciones de gobierno, convirtiendo de facto al Cabildo de Lanzarote y La Graciosa en una institución donde la transparencia brilla por su ausencia".

“Parece mentira que tengamos que solicitar mes a mes que se cumpla con el reglamento. La transparencia es un pilar fundamental de la democracia y un deber que la presidenta parece haber dejado de asumir. Le pedimos que cese en estas prácticas y devuelva el debate público a la institución”, subraya el consejero de CC.

"Tras convertirse en la figura pública que más veces ha incumplido el acuerdo y el reglamento que la obligan a convocar un pleno ordinario el último viernes de cada mes (solo lo ha hecho en 4 de las 32 sesiones realizadas bajo su mandato) y acumular hasta 5 plenos a la espera de convocatoria, entre sesiones ordinarias y las correspondientes al debate sobre el estado de la isla de los que no ha convocado ninguno, cuando entramos ya en la recta final de su tercer año de mandato".

María Dolores Corujo "podría escudarse en sus múltiples ocupaciones como presidenta y diputada del Parlamento canrio, pero lo cierto es que destaca precisamente por ser la parlamentaria con menos actividad de todo el archipiélago, desatendiendo ambas obligaciones". 

Así, el consejero de CC-PNC Óscar Pérez resalta que lo que está provocando Corujo con su empeño en impedir el debate en los plenos, podría tacharse de situación “indigna, intolerable y totalmente alejada de la transparencia y el juego limpio”.