Raúl Díaz, acusado de asesinar y descuartizar a Romina Celeste en Lanzarote, salía en la mañana de este viernes 13 de enero del centro penitenciario de Tahíche tras cumplirse cuatro años desde que ingresara en prisión provisional por el crimen cometido en 2019 y no haberse celebrado juicio alguno, tal y como decretó la Audiencia Provincial.

En el auto, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial acordaba “la inmediata puesta en libertad” de Raúl Díaz, al cumplirse el “periodo máximo” de la prisión provisional. El acusado ingresó en la cárcel el 16 de enero de 2019, tres días después de ser detenido. En enero de 2021, el Juzgado acordó la prórroga de la prisión provisional, “con fecha límite el 13 de enero de 2023”.

La puesta en libertad se efectúa sin fianza y con la sola obligación de comparecer en el Juzgado de la zona en la que resida todos los lunes. Tiene que poner en conocimiento de la Justicia “cuantos cambios de domicilio” lleve a cabo.

La Fiscalía había solicitado como medida para impedir el riesgo de fuga que tuviera que acudir a diario al Juzgado para firmar.

Además, se le prohíbe la salida del territorio nacional, con la retirada del pasaporte y la prohibición de que le sea expedido uno nuevo, según la resolución de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

Demora en el juicio

Según indicaron fuentes conocedoras de la situación de la causa, en cuatro años de compleja instrucción, el procedimiento pasó por manos de varios jueces instructores y de distintos abogados defensores.

El procedimiento, tras habilitarse por el Juzgado el último agosto, expresamente con el fin de acelerarlo, llegó finalmente a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas el 29 de septiembre de 2022, pero se apreció que faltaba por practicar una prueba solicitada por las partes y se devolvió al órgano judicial para su práctica.

Finalmente, la causa se recepcionó en la Audiencia Provincial el pasado 20 de octubre, con una serie de cuestiones previas para resolver, lo que hizo imposible señalar el juicio, añadieron las fuentes.

Las cuestiones previas fueron resueltas mediante auto de 1 de diciembre, pero ese auto es susceptible de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y fue recurrido por la defensa de Raúl Díaz. Ese recurso ha llegado a la Sala de lo Penal del TSJC, que le dará trámite de inmediato para resolver cuanto antes y reenviar el proceso de nuevo a la Audiencia, agregaron las fuentes.

Petición de Fiscalía

La Fiscalía pide una condena de 20 años y dos meses de prisión para Raúl Díaz, acusado de maltratar y matar en Lanzarote en enero de 2019 a su pareja, cuyo cuerpo quemó en una barbacoa, lo desmembró y lo arrojó al amar, según su escrito de acusación, en el que le imputa seis delitos.

El acusado, además, hizo creer a los amigos y familiares que su mujer, Romina Celeste Núñez, se había marchado de casa tras una discusión y denunció su desaparición a la Guardia Civil, señala el escrito, en el que se afirma que consideraba a su esposa como "un ser inferior" en el que podía desatar su rabia y "ello por ser joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente".

Según la Fiscalía, durante la relación que mantuvieron, el acusado agredió a su pareja y la trató con menosprecio. En su informe detalla los golpes que le propinó en agosto de 2018 cuando estaban alojados en un hotel y en días previos a su muerte, en el domicilio familiar, y por los que tuvo que acudir a urgencias del hospital de la isla, aunque no fue atendida por el médico al presentarse allí el procesado.

Conforme al relato del Ministerio Público, la madrugada del 1 de enero de 2019, el acusado golpeó a su mujer en distintas partes del cuerpo y la mató, aunque se desconocen los mecanismos que causaron su fallecimiento.

Para deshacerse de su cuerpo, lo quemó en la barbacoa de su casa -una parte ese día y el resto entre los dos siguientes-, después lo desmembró y lo ocultó en bolsas de basura que arrojó al mar en la zona de los Ancones de Costa Teguise, para lo que alquiló un vehículo el 3 de enero, sostiene el fiscal.

Una parte del cuerpo que no logró quemar fue arrojada por el acusado a la zona de Los Hervideros la madrugada del 5 de enero. Después, se deshizo de la barbacoa e instrumentos empleados para desmembrar el cadáver y demás objetos que pudieran incriminarle.