La Viceconsejería autorizó 33 jaulas

Pesca inicia una sanción en Playa Quemada por el exceso de jaulas marinas

Saúl García 8 COMENTARIOS 12/08/2015 - 07:47

En Playa Quemada, tal y como se quejan los vecinos del pueblo, hay más jaulas marinas de las permitidas. Un informe firmado por el Jefe del servicio de estructuras pesqueras de la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias, Fernando Martín-Monkemoller dice que la empresa que explota las jaulas marinas ha instalado algunas sin autorización, según se pudo comprobar en una visita realizada el año pasado, y que por tanto se va a iniciar el correspondiente expediente sancionador.

Los vecinos del pueblo se quejan de la proliferación de jaulas y sus efectos nocivos sobre al zona. Aseguran que el pasado mes de julio la empresa explotadora volvió a colocar un gran número de jaulas y hablan de problemas como escapes de pescado, mal olor, abundancia de resto de alimento, alteraciones en la conducta de otros peces depredadores, aparición de tiburones, problemas para la navegación o que el fango de las jaulas llega hasta la costa y es desagradable para el baño.

Con estas quejas fueron al Ayuntamiento, que realizó varios informes y solicitó en noviembre al Gobierno que comprobara si se está aplicando el Plan de vigilancia ambiental. Este jueves el Ayuntamiento se reunió con los vecinos para informarles de la respuesta de la Viceconsejería.

Los vecinos del pueblo se quejan de la proliferación de jaulas y sus efectos nocivos sobre al zona

En su informe, Pesca le dice al Ayuntamiento que no especifica en su informe los impactos concretos de la concesión acuícola y que la Declaración de impacto ambiental para esa actividad es del año 2001 y hace una cronología del desarrollo de la explotación: en julio de ese año se otorgó a la empresa Yaizatún un permiso por un periodo de cinco años para el engorde de atún en diez jaulas de cincuenta metros de diámetro.

Seis años más tarde, en julio de 2007, la Viceconsejería de Pesca declara ya el régimen de concesión de las jaulas. Ese mismo mes, y según el informe “debido a las dificultades encontradas para la captura de ejemplares de túnidos y con la finalidad de dar continuidad tanto a las inversiones realizadas como a los puestos de trabajo generados” se autorizó a la empresa a que cultivara dorada y lubina y modificara sus instalaciones, autorizándose dos jaulas de 50 metros y 20 jaulas de 25 metros de diámetro.

Tres años después, en 2010, se permitió colocar otras cinco jaulas más de 25 metros pero sin que se pudiera ampliar la producción. Esa ampliación se autorizaba para reducir la concentración de peces por unidad de producción “mejorando con ello el bienestar de los animales y la calidad del producto final”.

En abril de 2012 se autorizó la instalación de seis nuevas jaulas de 50 metros, con lo que la explotación quedaba con 33 jaulas, 25 de ellas de 25 metros y ocho del doble. El año pasado la empresa Yaizatún solicitó autorización para nuevas jaulas pero aún no han sido autorizadas. En ningún momento del informe se cita a la empresa murciana Piscifactorías del Atlántico que es la que explota las jaulas marinas, en lugar de la empresa Yaizatún.

Pesca dice que la empresa ha elaborado todos los años en que ha tenido producción el Plan de Vigilancia ambiental

Según el Gobierno, aunque se cambió el tipo de pescado se consideró que no hacía falta un nuevo estudio de impacto ambiental “dado que los efectos resultantes de la nueva situación resultarían menores que los previstos en la situación inicial”. Los vecinos consideran que es justo lo contrario ya que la dorada y la lubina se alimentan de piensos, que crean mayor afección al entorno.

Pesca dice que la empresa ha elaborado todos los años en que ha tenido producción el Plan de Vigilancia ambiental, y que, según el del año pasado, los impactos más relevantes se han localizado bajo las jaulas de cultivo, si bien consideran que ese área soporta un nivel de impacto “asumible y esperado”.

Añade que se hacen visitas anuales a la explotación desde 2010 y que en esas visitas se han confirmado los resultados del Plan de vigilancia ambiental que hace la empresa. Según Pesca, las instalaciones presentan un buen mantenimiento y los fondos están limpios de restos de la actividad, aunque en los dos últimos años han aparecido manchas de una especie que denotan un exceso de alimentación.

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