Erasmus + es el programa de movilidad a través del que se impulsa el desarrollo de un espacio de cooperación internacional en la enseñanza superior. De este programa, nacido en 2014, se benefician estudiantes de universidades no europeas. En Lanzarote, Stephanie Gloria Boko y Nadine Akogbeto son las dos primeras estudiantes que forman parte de él y que han llegado a la Escuela universitaria de Turismo de Lanzarote.

Nadine y Stephanie son de Benín, un país en el Golfo de Guinea, encajado entre Togo y Nigeria. Las dos son licenciadas, han realizado un máster y están haciendo el Doctorado en Turismo en la Universidad de Abomey-Calavi. Pertenecen a la segunda y la tercera promoción, respectivamente, de licenciados en turismo de su país. Un número que sigue siendo muy escaso: solo salieron cuatro en la primera y dos en la segunda. Las dos contemplan la posibilidad de dedicarse a la docencia en la universidad  y de participar en el desarrollo turístico de su país.

El viaje desde Cotonú hasta Lanzarote fue largo. Casi dos días de vuelos y transbordos. Llevan poco tiempo en la Isla pero ya les ha llamado la atención su paisaje. Nadine hizo un máster en medio natural y turismo en las regiones de Atacora y Donga y se apuntó a este programa porque quiere saber cómo es el turismo en otros países, verlo desde otro punto de vista. Ella no sólo es estudiante sino que es emprendedora. En su país montó un hostal y un restaurante. También es presentadora de eventos y fue presidenta de una ONG que trabaja con la juventud sobre problemas sociales y que ha llevado a cabo proyectos de mejoras sanitarias y de ayuda a presos.

Nadine y Stephane son las dos primeras estudiantes del programa Erasmus extra europeo que llegan a Lanzarote. Son de Benín y realizan su doctorado en turismo

Nadine asistió al Congreso de turismo sostenible que se celebró en Jameos y al Potaje científico que se celebró en La Oliva (Fuerteventura). Considera que en Lanzarote “el turismo está muy desarrollado” y dice que “todo gira en torno al turismo”. Ha descubierto en la Isla una forma de combinar el turismo y el medio ambiente. Dice que en la Escuela les han recibido muy bien, tanto los alumnos como los profesores, que les han invitado a alguna excursión, y señala que una de las dificultades es el lenguaje, porque no hablan español, aunque lo entiende “si no hablan rápido” porque se parece al francés. Apunta que entre sus proyectos está crear una agenda cultural para Benín como la que ha visto que se hace en Lanzarote.

Stephanie dice que pasa frío en Lanzarote, que le sorprendió cómo es la Isla y que todo el mundo es muy agradable. Hasta ahora, de los lugares que ha visto, se queda con Famara e Isla de Lobos. En su país hizo un trabajo sobre Ouidah, la ciudad adonde llevaban a los esclavos y desde donde los embarcaban, y que forma parte, dice del patrimonio del sur del país, donde hay una mezcla de religiones y cultos que conviven en paz, como el vudú y el cristianismo, “y que a los turistas les encanta”. Stephanie dice que en un futuro le gustaría trabajar para Unesco.

El turismo está naciendo

El turismo en Benín está en una etapa embrionaria. Aunque los datos más actualizados son de 2014, aquel año visitaron el país unas 400.000 personas, muchos de ellos africanos, y entre los europeos, alemanes y franceses. En el norte del país hay varios parques nacionales “más grandes que Lanzarote”, con paisajes espectaculares, cascadas, aguas termales y medicinales, bosques y fauna, y del sur destacan su patrimonio cultural e histórico. Los hoteles de cuatro estrellas pertenecen a cadenas internacionales como Novotel, Diplomat o Azalai y los de menos, a empresarios locales.

Ellas destacan que para el desarrollo del turismo en su país hace falta crear y mejoras infraestructuras de transporte y de suministros de luz y agua, así como formar a más profesionales. Señalan que hay interés del Gobierno por promover el turismo y hay muchas ideas “pero se quedan en el papel”. Añaden que la mayoría de los jóvenes del país se queda en Benín pero que el turismo puede ayudar mucho al desarrollo. Stephanie dice que apenas se hace promoción en el exterior y que la información sobre el país en Internet no está actualizada.