Marta Marrero completa su transformación

0 COMENTARIOS 27/11/2019 - 07:00

Marta Marrero siempre ha sido una deportista disciplinada y organizada. Ya desde sus inicios en el tenis, se la veía como una jugadora con los pies en la tierra, consciente de sus virtudes y sus defectos y sabiendo explotar como nadie sus mejores argumentos para ser competitiva ante rivales a priori mejores.

En tenis, destacó en tierra batida y sobre todo en la modalidad de dobles, la más parecida al pádel. Su mejor año fue 2004, en donde alcanzó el número 47 del ránking de la WTA, y, aunque solo pudo lograr títulos importantes en la disciplina de dobles, fue de las mejores tenistas españolas del momento, aunque lejos de las grandes estrellas de tenis y apuestas fiables a grandes torneos como pueden ser ahora Ashleigh Barty, Simona Halep o Karolina Pliskova.

En esa época, la americana Lindsay Davenport y Kim Clijsters se repartían los títulos con la amenaza de una joven María Sarapova, que todavía continúa en activo en el circuito mundial de tenis.

La mejor pareja del mundo junto a Marta Ortega

Una lesión de tobillo de la que, a pesar de operarse, no pudo recuperarse al 100% para la alta competición en tenis forzó su retirada prematura de las pistas. Marta Marrero empezó entonces a jugar al pádel por diversión pero poco a poco fue viendo que podía aspirar no solo a disfrutar de este deporte sino además a volver a competir al más alto nivel en una nueva disciplina.

Esta temporada junto a Marta Ortega forma la pareja número 1 del mundo, gracias a los 7 torneos que llevan esta temporada a sus espaldas. El último, el que consiguieron ganar en Córdoba ante Patty y Eli. Marta Marrero y Marta Ortega pasaron por encima de sus rivales y se llevaron el Cervezas Victoria Córdoba Open, confirmando que son la mejor pareja del mundo en la actualidad.

La experiencia y disciplina de la canaria, fundamental para el crecimiento de su compañera

La celebración del último título sobre la pista en Córdoba reflejaba la juventud de Marta Ortega. A sus 22 años, la madrileña puede presumir de poder aprender cada día de una disciplinada y organizada Marta Marrero. La canaria asegura que sus años en el tenis le han servido para tener unas pautas de entrenamiento que le dan ese plus de intensidad y persistencia en la competición.

Marta Ortega toma esa disciplina del entrenamiento como suya y su crecimiento como jugadora ha sido enorme, lo cual se traduce en las pistas, donde son las claras dominadoras del circuito, y se ve también las celebraciones, con una Martita que no esconde su felicidad con lágrimas de alegría, y la canaria, feliz pero siempre controlando sus emociones. Pura disciplina en pista.

Por fin podemos decir sin temor a equivocarnos que la transformación de Marta Marrero se ha completado. Del tenis al pádel existe cierta transferencia, algo que ha sabido trasladar la canaria a su juego, pero también son muchos los aspectos que diferencian ambos deportes, clave en la mejora de Marta, ya que ha conseguido adquirir nuevas destrezas que le han hecho ser mejor jugadora, así como saber escoger una pareja con la que se compenetra a las mil maravillas, como es el caso de Marta Ortega.