Los sindicatos han advertido este lunes que el centro penitenciario de Tahíche no está diseñado para el “tratamiento” de “internos altamente conflictivos y violentos” que, aseguran, están siendo derivados a la cárcel de Lanzarote. El jueves por la noche, un recluso llegado de una cárcel de Tenerife, agredió con un pincho carcelario a nueve funcionarios de prisiones.

La sección sindical de FeSP-UGT ha denunciado “la pasividad por parte del equipo directivo del centro” penitenciario de Tahíche, ya que “el comportamiento observado por el interno en las últimas semanas hacía prever el desenlace que se produjo el pasado jueves cuando agredió y lesionó de consideración a varios funcionarios de servicio”.

Además, el sindicato criticó la “permisividad” en la cárcel de Tahíche, “consintiendo que el interno tuviera libertad de movimientos por el centro”, lo que provocó en su opinión que el recurso “se creyera impune a toda reglamentación, desembocando en unos hechos que han puesto en serio peligro la integridad de los trabajadores penitenciarios”.

Asimismo, desde UGT “se ha denunciado en reiteradas ocasiones” ante la dirección de la cárcel de Tahíche que estaban llegando presos “de otros centros penitenciarios de máxima seguridad” a Lanzarote, “cuyas características arquitectónicas no están diseñadas para el tratamiento de este tipo de internos” violentos.

El citado sindicato señala que “las deficiencias de seguridad del centro” se han denunciado ante el director, el centro directivo y la Inspección de Trabajo, “pero lejos de solucionarlas, se siguen destinando internos conflictivos y violentos, sin ningún tipo de vinculación con la Isla, y con la aquiescencia de los servicios de clasificación y tratamiento de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias”.

Por ello, UGT ha reclamado este lunes  el cese “inmediato” de los traslados a Lanzarote de reclusos con antecedentes “violentos y conflictivos”, además de desarrollar protocolos adaptados a las “deficientes condiciones de seguridad” de la cárcel de Tahíche. También un plan de formación para los funcionarios, “hacer frente a las situaciones de violencia de internos” y la “consideración de agente de la autoridad a los trabajadores penitenciarios”.

“Pandemia de agresiones”

Por su parte, Comisiones Obreras (CCOO) denunció “la pandemia de las agresiones en prisiones” y solicitó que de manera “urgente” se convoque el Comité de Seguridad y Salud en el centro penitenciario de Tahíche.

Comisiones Obreras destaca que de los nueve funcionarios agredidos, nueve permanecen de baja laboral, y algunos de los trabajadores sufrieron “fractura de usos”, además de necesitar asistencia hospitalaria.

“Por suerte, los hechos sucedieron a las nueve de la noche”, coincidiendo los funcionarios que entraban al turno de noche con los que estaban de día. “De haberse dado esta situación más tarde, la prisión se hubiese encontrado sin personal para solventar la situación, ya que por la noche sólo hay un efectivo en cada módulo”, destaca el sindicato.

Comisiones alerta de que la plantilla es “absolutamente insuficiente” y reclama una investigación del incidente, así como de las medidas a adoptar para “eliminar o evitar futuros riesgos laborales” a los funcionarios de la prisión de Tahíche.