El Cabildo de Lanzarote colocará más de 1.200 bolardos de madera en tres zonas de la playa de Famara para evitar que los vehículos aparquen fuera de las zonas permitidas, invadan las dunas y afecten, de esta forma, tanto a la flora como a la fauna protegida.

El presupuesto de la obra, denominada “Balizamiento de Avenida El Marinero y Brezo de Mar”, asciende a 26.800 euros y se llevará a cabo en el plazo de un mes.

El proyecto ya cuenta con informe de compatibilidad con los espacios naturales y se llevará a cabo con recursos del Fondo de desarrollo de Canarias. Los bolardos se repartirán en tres zonas. La primera es de 600 metros de la carretera que discurre paralela a la costa entre el desvío del molino y la urbanización Island Home (Los Noruegos).

En este tramo se colocarán 340 postes solo en un lado de la carretera, ya que en el otro hay piedras de gran tamaño que ya evitan la invasión. La segunda zona es el tramo de 200 metros de carretera precisamente entre el molino y la costa. Aquí se instalarán 230 bolardos a ambos lados de la calzada.

La tercera zona es la del Papelillo, pasando Los Noruegos, donde ya hay instalados postes en el lado norte y se instalarán 600 postes en un tramo de casi 1.200 metros de longitud. Los postes serán de madera, con una altura de un metro y un diámetro de 14 centímetros.

La actuación pretende proteger las áreas de nidificación del chorlitejo patinegro y los hábitats de dunas con predominancia de especies como cebollín estrellado o balancón, además de especies vegetales.

El principal daño que se ha detectado sobre las especies vegetales “es el tránsito y estacionamiento de vehículos a motor, como quads, motos de cross y bicicletas que afectan directamente”.

Según la documentación del Cabildo, en estos tramos “los vehículos que transportan el material para la práctica de deportes náuticos, invaden el dominio público marítimo terrestre y los hábitats propios de dunas y jables”.

“Las especies vegetales se ven dañadas por la invasión de sus hábitats por parte de la gran afluencia de vehículos de turistas y  residentes que visitan o pasan el día en playa”, destaca el servicio de medio ambiente.

Entre esas especies está la piñamar, catalogada como en peligro de extinción y otras como Salsola vermiculata, Lycium intricatum, Ononis hesperia, Helianthemum canariense, Lavandula pinnata, Kleinia neriifolia, Euphorbia regis-jubae, Cenchrus ciliaris, Atriplex glauca, Reichardia famarae, Asteriscus schultzii y Pulicaria canariensis, así como el Helichrysum monogynum o el Traganum moquinii, muchas de ellas especies amenazadas.