El consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT), Benjamín Perdomo, destacó este miércoles que, hasta el inicio de septiembre, el ente público acumula “216.000 euros en positivo”, más de lo que estaba previsto.

No obstante, Perdomo insistió en rueda de prensa que la gestión de los Centros, en medio de una pandemia sanitaria con efectos importantes en el sector turístico, no es sencilla. “Vamos mes a mes, intentando ganar la batalla que queda por delante, en un momento muy complicado”.

Entre enero y septiembre los Centros han ingresado 13 millones de euros. “En un año normal, a estas alturas del año estaríamos en unos 21 millones de euros” de facturación, recalcó Perdomo, quien apuntó que los ingresos superan en un 12 por ciento los gastos, gracias a una estrategia de ahorro y mejora en la gestión con los proveedores.

En cuanto a los gastos, la principal partida, de unos 8,5 millones de euros, se corresponde con las nóminas del personal. El consejero delegado recalcó la disponibilidad de la plantilla para ajustarse a las necesidades de los Centros, lo que ha evitado la contratación a través de empresas de trabajo temporal.

Además, se han destinado 2,9 millones de euros a gastos de gestión corriente del ente público, un millón a aprovisionamientos y unos 398.000 euros a amortización del inmovilizado. Perdomo resaltó la “mejora en los costes de explotación” gracias a la licitación de servicios. “Los Centros tienen unos 500 proveedores, aproximadamente, y seguimos revisando contratos para bajar los costes”, subrayó el consejero delegado, quien estimó en siete los millones ahorrados.

La receta para alcanzar estas cifras, según Perdomo, ha tenido como ingredientes “la transparencia, la honestidad, la recuperación de la obra de Manrique y el trabajo del equipo humano de los Centros”.

“Se han arreglado las instalaciones y se ha trasladado a personal en cuestión de horas para no tener que contratar empresas de trabajo temporal, lo que es de agradecer y para quitarse el sombrero con la plantilla”, afirmó el consejero delegado de los CACT.

Para Perdomo, “no hay ningún milagro” para alcanzar cifras provisionales en positivo “sino gestionar con sentido común”. Así, citó la “optimización” de los aprovisionamientos del ente público, tarea a la que se ha destinado a un equipo de cinco personas. “Se controla exhaustivamente todo lo que tenemos, lo que antes no se hacía”, recalca.

Mejora de rentabilidad

Perdomo destacó que se han tomado decisiones que han mejorado la rentabilidad de los Centros. Puso como ejemplo que el restaurante de Montañas del Fuego “tenía 70 platos en carta cuando realmente lo que más se consume es pollo”.

Así, se ha elaborado una carta con cuatro entrantes, cuatro platos y cuatro postres. “Con esa carta más reducida se vende más que antes, no tiramos nada, no necesitamos tantos cocineros, que se han reubicado y las contrataciones con empresas de trabajo temporal han caído a cero, con un ahorro de 200.000 euros todos los meses.

“Hay que dejar de contar turistas, pensar en que cuantos más mejor y fijarnos en la rentabilidad que generan”, reflexiona Perdomo

El consejero delegado de los Centros también resaltó medidas como eliminar los descuentos por franjas horarias: a partir de las 15.00 horas se reducía el precio de las entradas un 20 por ciento. “Casi 1,6 millones se perdían por estos descuentos”, apuntó Perdomo, quien incidió en el “desarrollo de productos con mayor margen de rentabilidad y valor añadido”.

Con las nuevas visitas, puso de ejemplo, un grupo de 18 personas, a 40 euros la entrada, genera unos ingresos de casi 800 euros. “Con una entrada normal, para conseguir esa rentabilidad, necesitarías casi 70 personas para facturar lo mismo”, señaló. “Con menos gente, recaudamos más”.

Incertidumbre por el futuro

A pesar de los datos positivos, el consejero delegado de los Centros insistió en que hay que tener “los pies en la tierra e ir mes a mes”. El principal inconveniente, a día de hoy, es la “incertidumbre” que se cierne sobre el sector turístico y la posibilidad de que desde Reino Unido, primer mercado emisor a Lanzarote, y Alemania, se levanten restricciones de vuelo.

En cualquier caso, Perdomo apostó por “un cambio de modelo” que ya hay que “interiorizar” aunque se recupere el sector. “Hay que dejar de contar turistas, pensar en que cuantos más mejor y fijarnos en la rentabilidad que generan”, reflexionó. También avanzó que hay que asumir que el ente público pueda finalizar el ejercicio “con unas pequeñas pérdidas” si la situación empeora.

Perdomo también reconoció que en las buenas cifras de afluencia en los últimos meses a los Centros, “casi como un verano normal” y con cuatro millones ingresados entre julio y agosto, ha podido influir que otros espacios culturales o de ocio permanecen cerrados. “Siendo totalmente honesto, una de nuestras competencias, que es la Fundación César Manrique, está cerrada”, indicó.