PERFIL

Lina Molina: “No me creo la edad que tengo”

Lina es hija del doctor José Molina Orosa y también es hermana, madre y abuela de médicos

Saúl García 5 COMENTARIOS 19/03/2018 - 07:07

Lo primero que se ve al entrar a la casa de Lina Molina (Arrecife, 1926) es una foto a tamaño gigante de “Papá Pepe” con sus nietos. “Quise que dirigiera la casa desde ahí”, dice Lina. En la foto están sus hijos alrededor de la estatua de su abuelo.

Lina es hija de José Molina Orosa, el impulsor del Hospital Insular, e Inocencia Aldana. Además de hija de médico, es hermana, madre y abuela de médicos. Nació en la calle Real, en una casa que había donde ahora hay un vacío, donde su padre también pasaba consulta. Ella estudió un poco más adelante, en la escuela de doña Lola, frente a la farmacia de Tenorio. Cuando cerró el Instituto de las Cuatro esquinas, su madre se trasladó a La Laguna con sus siete hijos, para que pudieran seguir los estudios. Lina no siguió estudiando porque tenía un problema de vista, a pesar de que su hermano mayor insistía en que tenía que estudiar porque era muy inteligente, porque entendía los libros que traía él de la Universidad. Pero si hubiera estudiado habría optado por arquitectura. “Es mi pasión”, asegura. De hecho, dibujaba planos de casas continuamente y también dibujó los planos de la reforma de su propia casa.

Había otros motivos para no optar por medicina. “En mi casa no podíamos ni dormir -recuerda- porque tocaban a la puerta a todas horas”. Tiene grabada en la memoria una ocasión en que llamaron por teléfono de madrugada para llevar a un enfermo y su padre preguntó cómo estaba. Cuando le respondieron, dijo: “Ni me lo muevan que voy yo a verlo”. Así era el doctor Molina, que tenía su trabajo, y su sueldo, como director del Hospital, pero atendía en su casa, gratis. “No cobraba a los ricos porque eran sus amigos y tampoco a los pobres porque no tenían dinero”, dice. Y a algunos además les daba dinero para comprar las medicinas. Le gustaba tan poco el agradecimiento que cuando inauguraron la calle con su nombre en Arrecife, no cabía un alfiler, pero él no fue. Se encerró con su familia en la casa de Tinajo. Pero había muchas formas de agradecer: el día de San José, recuerda Lina, pasaba todo Arrecife por su casa a felicitarlo, y ya no hacía falta comprar dulces en un mes.

Lina tiene la memoria intermitente y hace años que no sale de casa, pero todos los días se prepara para salir. “Siempre voy a salir pero no salgo”, dice. Recuerda, del ambiente familiar de su casa, que su padre no sólo curaba, también escribía, pero quien más lo hacía era su madre, que a veces utilizaba los seudónimos de Doña Clarines y M. de Lay, y que era muy combativa. Los dos, junto a varios amigos, recitaban poesía en esas veladas. Y Lina heredó esa afición: como lectora y poeta. Dice que no se siente sola porque están con sus “poemas” y sus “cosas” en la cabeza.

También tiene otras aficiones, como coser o la decoración. De hecho, había una tienda de decoración en El Almacén, que después se mudó a la calle México. Como iba con asiduidad y entendía tanto, querían que se pusiera a trabajar allí. No lo hizo, y no trabajó, pero durante un tiempo sí daba clases particulares junto a su amiga Luisita Martinón, en una especie de academia. También gratis, como su padre.

Los veranos

Recuerda los veranos de niña. Ella y sus seis hermanos iban a La Santa, con sus padres y otras tres parejas, los padres de los Díaz Rijo, el fundador de la naviera Armas, Antonio Armas y otra pareja más. Se hicieron una cancha de tenis, donde jugaban las mujeres, pero no las niñas. Quizá de ahí le viene la afición por este deporte, al menos como espectadora Aún sigue viéndolo por la televisión. Su jugador preferido es Roger Federer y no le gusta uno que grita mucho (Rafa Nadal).

Lina se casó con Vicente Armas Panasco y tuvo cinco hijos. Fue muy amiga de César Manrique, de quien tiene varias fotos firmadas, como “su admirador”, y a quien escribió varios textos. Ya ha superado los noventa años pero no se ha dado por aludida. Dice que no se cree los años que tiene porque se encuentra como una chiquilla. “No me duele nada -asegura, y se ríe-, es verdad, no es por presumir”. Y dice que piensa: “¿Cómo puede ser que en las condiciones en que estoy tenga todos estos años?”.

Los poemas

El primero es de su madre, Inocencia Aldana, dedicado al periódico Pronósticos de Leandro Perdomo. El segundo es de Lina. Ambos los recita ella, aunque están inconclusos:

A ti, periódico niño, que aún das tus pasitos mal,

que necesitas los mimos y el sustento maternal,

a ti, que imitas a muchos con tu juvenil gracejo

y que tienes ocurrencias que parecen de hombre viejo,

¿quiénes son los que no aplauden tu acertado nacimiento?

¿quiénes son los que te niegan con su apoyo el alimento? (...)

II

Hoy estoy feliz,

he abierto la ventana y el sol me ha sonreído

y por primera vez y ante él como testigo

me han hecho promesas de amor y yo también he querido

Quiero que llegue la noche

y contarle a las estrellas

mis secretos y mis dudas,

qué cosas me están pasando (...)

Comentarios

Creo que es exagerado que se diga que el respetable Don José Molino fue el impulsor del hospital Insular pues habían más personas que participaron en la creación del dicho hospital.
Muy cierto el comentario anterior. ja, ja, ja... Algunas fuentes afirman que no solo fue cosa de José Molina, se comenta que incluso había albañiles y peones. Amigo mío, la mezquindad es mala compañera.
Y promotor de la Escuela de Arte de la que fue primer director en 1913
Eso de que no cobraba será una broma. A mi me atendio el Sr. Molina en su casa, y cuando me fue a hacer la reseta y le dije que el dueño de la tienda, en la que yo trabajaba, y en la que su familia compraba con libreta y pagaba a fin de mes, me había dicho que ledijera que le pasara la factura a él, me dijo: "si no me trae un papel firmado por él, no puedo atendderle". Me indicó que me bajara de la mesa de cristal donde me había observado.y me fui sin darme la reseta. Asi que menos humildad y menos flores que hace muchos años vengo oyendo y leyendo.
¡ Que persona más parecida, a su hermano Pepe ¡.

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