SECTOR PRIMARIO

La formación agrícola como salida laboral en Lanzarote

El IES Teguise acoge ciclos de agricultura y jardinería, una formación además adaptada para personas con discapacidad, cuyos alumnos logran un cien por cien de empleabilidad

Alumnos del ciclo de Agro-jardinería trabajan en el huerto ecológico del centro. Fotos: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 18/06/2019 - 06:36

Teno Osorio es el coordinador del ciclo de Agro-jardinería del IES Teguise, el único centro en la Isla que ofrece este especialidad para Formación Profesional Adaptada. Es el primer año que ponen en marcha estas enseñanzas, tras años de lucha para incorporarlas y posibilitar a los alumnos de aulas en clave un futuro académico y laboral, añade la docente de materias comunes, Susi Arteaga.

Es el caso de Ariana que tras concluir sus estudios en aulas en clave hubiera acabado recluida en casa de no ser por esta oferta formativa. Junto a Miguel y Nauzet conforman el alumnado del ciclo de FP Adaptada, cuyo requisito es contar con algún tipo de discapacidad reconocida.

En próximos cursos confían en ampliar el número de estudiantes. Formación Profesional Básica es la segunda vertiente del ciclo y destinada a alumnos que tras haber repetido en varias ocasiones en la ESO no se han titulado y así poder optar a una certificación de profesionalidad de nivel 1 una vez finalizados los estudios encaminados a formar a los alumnos como operarios básicos tanto en agricultura como jardinería y con un cien por cien de empleabilidad, según destacan los responsables del programa. Hasta el punto de que las propias empresas especializadas se han puesto en contacto con el profesorado para contactar con sus antiguos alumnos.

Las dos ramas a las que va destinado este ciclo son agricultura y jardinería, principalmente, en complejos turísticos. “Hay trabajo en agricultura y hay muchas ofertas laborales en jardinería para el sector hotelero”, comenta Teno Osorio.

Otra ventaja es que este ciclo les permite disponer del carné de técnico fitosanitario. “El objetivo es hacer día a día lo que será su futuro laboral”, explican los docentes. “Siempre lo enfocamos para que sea una agricultura ecológica, respetuosa para el medio ambiente e intentando recuperar al máximo las semillas y variedades locales de Lanzarote, así como el buen hacer de los agricultores isleños, que saben obtener sus frutos con una media de lluvias de tan sólo 90 ml al año”.

El centro cuenta con una zona de huerto, jardín y ahora, recientemente, el Rotary Club ha subvencionado y pagado un invernadero nuevo. “Estamos muy contentos porque carecíamos de esta infraestructura y se echa en falta en una zona como Teguise, con una temperatura mínima en invierno de 8 grados, bajas temperaturas que afectan al desarrollo de las plantas”, explica.

“Hay trabajo en agricultura y hay muchas ofertas laborales en jardinería para el sector hotelero”, comenta Teno Osorio. Otra ventaja es que este ciclo les permite disponer del carné de técnico fitosanitario

También participan en proyectos Erasmus junto a la Universidad de Burgos e institutos de Burgos, Atenas, Chipre y Creta en torno a la enología y las uvas prefiloxéricas. Para ello realizan visitas a fincas de viticultores y han firmado un acuerdo con el bodeguero de Tierra de Volcanes para trabajar en un terreno de 25.000 metros cuadrados en La Geria, al que acuden una vez a la semana para adecentarlo con el objetivo de que “la lleve el alumnado en todo su proceso: desde poda hasta recolección, para que vean toda la continuidad del cultivo. El sector del vino está en auge y es otra de las salidas laborales”, comenta Teno Osorio.

El coordinador del ciclo explica la posibilidad de los alumnos de buscarse un hueco en torno a la viticultura. “Hay cada vez más personas mayores con fincas de parras que contratan a gente joven para que se las lleven e incluso cediéndolas, gratuitamente, con la condición de que las cuiden”.

Teno también aboga por fomentar el emprendimiento entre sus alumnos. “Un agricultor que emprende se puede ganar la vida muy bien”, subraya. Aunque es consciente del sacrificio que supone el trabajo en el campo.

El alumnado del IES Teguise participa en los proyectos de los huertos ecológicos en centros educativos de la Isla, a los que prestan asesoramiento y ayudan en la puesta a punto, como la reciente colaboración con el IES Altavista, CEIP Argana, CEIP Costa Teguise y otros más.

A estas labores se suma el programa de reparto de plántulas a todos estos centros para lo que cuentan con la ayuda del área de Agricultura del Cabildo de Lanzarote que ha facilitado el sustrato y las semillas. “Nosotros generamos aquí los semilleros. Este curso hemos repartido más de 9.000 plántulas entre todos los centros educativos. Todo un éxito”.

Además, han trabajado con la Reserva de la Biosfera en la campaña de repoblación con motivo del 25 aniversario. “Todo esto, con un terreno agrícola en el que realizan enarenados de manera artificial con una primera capa de barro, otra de estiércol y una última de arena o rofe. Cada año vamos avanzando más en el cultivo de variedades locales. Este curso hemos plantado por primera vez azafrán canario”, del que ya cuentan con su propia cosecha.

Los frutos del trabajo en este campo anexo al IES Teguise se reparten entre el propio alumnado y profesorado del centro, a cambio de una aportación voluntaria que invierten en nuevos cultivos. Han desarrollado también sus propios proyectos de investigación agraria. Este curso quisieron comprobar la recomendación de un veterano agricultor de la zona sobre las semillas de la piña de millo, de las que asegura que no sirven todas para sembrar.

“Hay que coger las semillas del tercio de enmedio”, afirma. “Como los chicos no se lo creían, decidimos poner en marcha esta labor de investigación y procedimos a plantar en el mismo terreno las semillas separadas por tercios con el mismo riego y cuidado. Efectivamente, el cultivo del tercio de en medio dio mayor producción y porcentaje germinativo”.

“Hay cada vez más personas mayores con fincas de parras que contratan a gente joven para que se las lleven e incluso cediéndolas, gratuitamente, con la condición de que las cuiden”

Ahora se plantean documentar este estudio para publicarlo. Con ese mismo millo han elaborado su propio gofio, secando y tostando el grano y realizando la molienda en la molina de José María Gil y que presentan bien empaquetado. “Nos lo quitan de las manos”, bromea Teno.

Otra acción que desarrolla el centro es el proyecto de compost con lombrices rojas californianas. Para ello cuentan con la colaboración de los profesores del ciclo y tres alumnos que se encargan de aportar restos vegetales que generan en su hogar para alimentar a los ejemplares, “al objeto de reducir la cantidad de residuos que genera la comunidad educativa”, explica Teno.

En el estudio colaboran también los bares Matula y Cejas que, una vez por semana, nutren de café de tueste natural a las lombrices. También están poniendo a punto el invernadero del Complejo Agroindustrial de Teguise que se encontraba en desuso, gracias a la colaboración del Ayuntamiento, para plantar hortalizas y plantas ornamentales a fin de cederlas a los centros educativos en los que intervienen y al propio Consistorio.

Asimismo, disponen de un amplio catálogo de semillas a través de las donaciones de los agricultores de la zona que les permitirá autoabastecer y suministrar a otros colegios e institutos. Formación adaptada Miguel y Ariana son de San Bartolomé y proceden de aulas en clave, al igual que Nauzet, el tercer alumno del curso de FP Adaptada. Son alumnos que valoran positivamente el ciclo de Agro-jardionería en el que participan.

Sus profesores comentan que el día a día en el centro les capacita para su futuro laboral. Disponen de sus propios uniformes y se adaptan a lo que serían las condiciones de una jornada de trabajo. Miguel prefiere las horas de práctica en el campo mientras que Ariana se decanta más por las asignaturas comunes.

Ariana y Miguel señalan que prefieren dedicarse al sector hotelero en un futuro, con un horario establecido y mejores condiciones laborales, entre otras ventajas, mientras que Nauzet se decanta por seguir en el sector agrícola. Nauzet comenzó el ciclo “poco convencido -recuerda la profesora Susi Arteaga- pero fue ponerle a trabajar y se le abrió un mundo nuevo. Le ha cambiado hasta el carácter”. Se muestran muy compenetrados y conforman un excelente equipo cuando se trata de cuidar el huerto ecológico y recoger los frutos de su trabajo.

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