La Audiencia Provincial de Las Palmas juzga el próximo 3 de julio a un hombre, Michael R.W., acusado de un delito continuado de abuso sexual y otro delito de exhibicionismo, presuntamente cometidos sobre una niña de nueve años, hija de su entonces pareja, con la que residía en Lanzarote.

El acusado, de 56 años y nacionalidad británica, convivía entre diciembre de 2013 y mayo de 2014 con su entonces pareja y la hija de ésta, que tenía entonces nueve años de edad. Según la Fiscalía, el acusado, aprovechando que se quedaba a solar con la menor le pedía “que le agarrara el pene”.

Entre los abusos, el Ministerio Fiscal también asegura en su escrito de acusación que pedía a la niña que se desnudase, “a la vez que cogía un vibrador y se lo ponía en la zona de la vagina”, o le exhibía a la niña películas no aptas para menores.

“Entre cinco o siete ocasiones”, según indica la Fiscalía, el acusado le pedía a la menor “que se masturbara delante de él”, además de bajarse los pantalones “exhibiéndole sus órganos genitales”.

La Fiscalía también apunta en su escrito que el acusado tocaba los genitales de la menor y que, en una ocasión, aprovechando que la madre de la niña estaba dormida, le “realizó tocamientos en la vagina” a la niña.

“El acusado ejecutó todos estos hechos aprovechándose de la confianza y situación que tenía con la menor fruto de su diferencia de edad y de la relación de parentesco por afinidad y convivencia que tenía con la menor”, señala el Ministerio Fiscal.

Para la Fiscalía, el acusado cometió un delito continuado de abuso sexual, por el que solicita seis años de prisión, y otro delito continuado de exhibicionismo, por el que pide un año de prisión.

Además, el Ministerio Fiscal pide a la Audiencia que imponga al acusado la prohibición de aproximarse a la niña a una distancia inferior a 200 metros, así como a su domicilio, centro de estudios o cualquier otro lugar frecuentado por la misma, y la prohibición de comunicarse con ella durante 10 años.

También pide que se le condene a participar en programas de educación sexual para pedófilos durante 10 años y que no se le expulse del país, al haber nacido en el Reino Unido. Por último, reclama una indemnización de 8.000 euros a la menor por los daños morales.