TRIBUNALES

La Fiscalía pide 28 años de cárcel al acusado de arrebatar la pistola a un policía en Lanzarote y apretar el gatillo contra dos agentes

El arma que el acusado utilizó contra los policías nacionales al grito de “os voy a dar plomo, hijos de puta” no llegó a detonar porque tenía el seguro

Diario de Lanzarote 0 COMENTARIOS 14/09/2022 - 20:21

La Audiencia Provincial celebra el martes y miércoles de la próxima semana un juicio por tentativa de asesinato a dos policías nacionales en Lanzarote. El acusado se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía que se eleva hasta los 28 años de cárcel.

Según se indica en el escrito de acusación, seis agentes se dirigieron el 10 de julio del año pasado, sobre las siete de la tarde, a un taller de autolavado en Arrecife, donde el procesado “había protagonizado un altercado con otras personas, exhibiéndoles un revólver falso”.

Tras cachear y esposar al procesado, este fue introducido por uno de los agentes de la Policía Nacional en el vehículo policial rotulado, en la parte de los asientos traseros. Una vez el agente cerró la puerta del vehículo, el procesado comenzó, obrando con ánimo de menoscabar el principio de autoridad, a golpearse la cabeza contra la ventanilla del vehículo, mientras propinaba patadas a la ventanilla del otro lado, explica la Fiscalía.

En ese momento, el mismo agente accedió al interior de la parte trasera del vehículo para tratar de inmovilizarlo. “El procesado, con absoluto desprecio hacia la autoridad del agente y con la intención de menoscabar su integridad corporal, forcejeó con él hasta lograr liberar las manos de los grilletes, aprovechando para propinar al agente puñetazos que impactaron contra su labio superior y contra su frente”, explica el Ministerio Fiscal.

De esta forma, el procesado causó al agente lesiones consistentes en tumefacción en región frontal, equimosis en la cara interna de la zona medial del labio superior, equimosis en el tercio distal del brazo derecho y excoriaciones en las dos manos. Para su sanidad requirió una primera asistencia facultativa, tardando en curar siete días, ninguno de los cuales fue impeditivo para sus ocupaciones habituales.

El escrito de acusación señala que “el procesado se abalanzó sobre el referido agente, mientras este trataba de sujetarlo por el pecho, al mismo tiempo que otro agente del Cuerpo Nacional de Policía, que había acudido en su auxilio por la otra puerta trasera del vehículo, lo intentaba sujetar por las piernas”.

“Entonces, el procesado se apoderó del arma reglamentaria que portaba el  primer agente interviniente, tratándose de una pistola HK USP compact con número de serie CNP22009, extrayéndola de la funda antihurto nivel 3 en la que el agente la portaba, para lo que hubo de quitar los dos seguros que el agente mantenía activados a fin de garantizar la conservación del arma dentro la funda e impedir su sustracción”, añade.

En el momento en el que el procesado se hizo con el arma, que se encontraba cargada y llevaba un cartucho en la recámara, “obrando con la intención de acabar con su vida, la dirigió hacia donde se encontraba el segundo agente interviniente, de pie y con parte del cuerpo dentro del vehículo mientras intentaba sujetar las piernas del acusado, y mientras les gritaba que los iba a matar, accionó dos veces el gatillo situando la pistola a escasos centímetros de la cara y el torso del agente, si bien no logró que el arma llegar a detonar al encontrarse activado el seguro de la pistola”.

La Fiscalía recalca que el acusado era “plenamente consciente de que tales disparos, si hubiesen llegado a impactar contra el agente, le habrían producido necesariamente la muerte o lesiones muy graves, dada la reducida distancia de él a la que los efectuó”.

El primer agente interviniente sujetó la mano del procesado, evitando que continuara apuntando al segundo agente, ante lo que el procesado dirigió el arma contra la pierna del primer agente y, “obrando con idéntica intención, realizó otros dos disparos, siendo igualmente consciente de que los mismos, si hubiesen llegado a impactar al agente, le habrían causado la muerte o, al menos, lesiones graves, si bien estos disparos tampoco causaron detonación por continuar activado el seguro”.

Grilletes en manos y tobillos

Mientras efectuaba los disparos e intentaba detonar el arma, el procesado gritaba “os voy a dar plomo, hijos de puta”, según destaca la Fiscalía. Finalmente, los policías agredidos fueron auxiliados por otros dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía y lograron arrebatar el arma al procesado y reducirlo, “viéndose obligados a ponerle grilletes tanto en las muñecas como en los tobillos al no cesar este en su comportamiento violento”.

Uno de los agentes que auxiliaron a sus compañeros portaba durante la actuación unas gafas de sol Arnette, pericialmente tasadas en 80 euros, que resultaron rotas como consecuencia de la conducta violenta del acusado. Asimismo, resultó roto por el mismo motivo un teléfono iPhone XR, tasado en 659 euros, que uno de los dos primeros agentes intervinientes  portaba.

El procesado, que es reincidente, se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde el día 12 de julio de 2021. La Fiscalía le acusa de dos delitos de asesinato en grado de tentativa, un delito leve de lesiones y un delito de resistencia.

El Ministerio Fiscal pide por cada uno de los delitos de tentativa de asesinato la pena de 14 años de prisión.

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