ECONOMÍA

La Cámara de Comercio pide que se complete el Puesto de Inspección Fronteriza

El ente sostiene que actualmente no se pueden llevar a cabo las inspecciones de productos de origen animal y esa circunstancia resta competitividad al puerto de Los Mármoles

Diario de Lanzarote 0 COMENTARIOS 13/05/2019 - 06:10

El Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) funciona en el puerto de Los Mármoles desde el año 2013. Se trata de un servicio que consiste en la inspección por motivos sanitarios, de seguridad o fiscales, de diferentes productos que llegan desde países ajenos a la Unión Europea y en algunos casos incluso los procedentes de la UE.

En Lanzarote las instalaciones están operativas gracias a un convenio de co-gestión entre la Autoridad Portuaria de Las Palmas y la Cámara de Comercio de Lanzarote, al que se adhiere posteriormente el Cabildo para sufragar algunos costes del servicio. El problema es que el PIF no funciona al cien por cien, ya que hay servicios que no están autorizados todavía.

Actualmente está autorizado el PIF fitosanitario, para la inspección de productos de origen vegetal destinados a consumo humano y no humano, procedentes de dentro o fuera de la UE, y el Recinto Aduanero Habilitado (RAH), para la inspección de productos de origen no animal para el consumo humano procedentes de terceros países.

Sin embargo, la Cámara reclama que se complete la actividad del PIF con otros tres servicios. Por un lado, haría falta que el Gobierno central autorizara el PIF animal para la inspección de animales vivos y productos de origen animal, todos ellos procedentes de terceros países.

Además se necesita la autorización para desembarque y trasbordo de productos pesqueros que permita el acceso a servicios portuarios y operaciones de desembarque o transbordo de buques pesqueros de terceros países, y por último el servicio de inspección llamado Soivre, que está dedicado a la inspección de calidad comercial y seguridad industrial de productos procedentes de terceros países.

También hay problemas en los servicios de inspección autorizados. En el caso del PIF fitosanitario, el hecho de que el técnico que realiza las inspecciones esté asignado de modo temporal, no con plaza definitiva, está causando interrupciones periódicas por bajas o vacaciones.

Esta temporalidad impide que se modifique una circular estatal que obliga a la doble inspección de la mercancía vegetal que llega a Lanzarote, en origen y en destino. Esa misma circular establece que las mercancías a las islas capitalinas se inspeccionan únicamente en destino y para que ocurra eso con las mercancías que entran a Lanzarote es necesario modificar esa circular.

Fuentes de la Cámara apuntan que aunque no hay respuesta del Ministerio por escrito, la tendencia general es la de reducir el número de puestos de inspección a lo largo de todo el territorio nacional. “Esto quizá pueda servir para la Península donde si no se inspecciona en un punto se puede hacer en otro ya que existe continuidad en el territorio, pero aquí no se puede utilizar el mismo criterio porque no existe continuidad territorial y las consecuencias son muy negativas”, señalan desde el ente.

La Cámara, además, asegura que la concesión del resto de autorizaciones no tiene por qué suponer un sobrecoste para la administración, ya que la persona asignada para las inspecciones puede llegar a hacer el servicio para los distintos tipos de mercancías, valiéndose del respaldo de los servicios centrales en Las Palmas.

Las consecuencias de que no haya PIF animal en Lanzarote supone que la carga con carne desde Sudamérica o de África, principalmente, tenga que pasar primero por el Puerto de Las Palmas, y eso encarece la mercancía en una media de unos 900 euros por contenedor y repercute notablemente en el precio final que paga el consumidor, además de los retrasos por la inspección y de otros añadidos que se pueden producir, así como las molestias por descolocar la carga y volver a colocarla nuevamente.

Según señalan desde la Cámara, el problema es que con la falta de unos adecuados servicios de inspección, el puerto pierde competitividad porque los barcos con esa mercancía ya no atracan en Los Mármoles, mientras que si estuviera el PIF funcionando de forma completa, más barcos incluirían Arrecife en su ruta, tanto con esa carga como con otras.

Desde el ente cameral se señala a este respecto que las carencias “frenan a la navieras porque impiden tener un volumen de importación directa suficiente para que vengan más líneas y tener mayor comunicación”.

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