TRADICIONES

La bola canaria busca aficionados en Lanzarote

Este deporte autóctono, que en la Isla goza de gran prestigio, precisa de una cantera para continuar copando su lugar en el ámbito deportivo

Fotos: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 3 COMENTARIOS 23/07/2018 - 07:21

Lanzarote, lugar donde se estima que se originó la práctica de la bola canaria, continúa siendo un referente en este deporte autóctono en el Archipiélago, pero sin embargo, ha menguado el número de equipos infantiles y juveniles. Una práctica que comenzó para muchos de estos niños y jóvenes como una afición y que a día de hoy se ha convertido en toda una dedicación.

En categoría infantil la Isla cuenta con una buena posición en el Campeonato de Canarias, en el que los equipos femeninos quedaron terceros mientras que los chicos lograron un meritorio lugar en un triple empate entre segundos, terceros y cuartos clasificados.

Yaiza, con 19 años, es una antigua jugadora de categoría juvenil que ahora compite en la liga senior. Sin embargo, comenta que echa de menos jugar con juveniles. Victoria, de 14 años, acompañada de su madre, destaca lo interesante que es salir a jugar estas competiciones fuera de la Isla. Un aliciente para la cantera de jugadores que, muy a su pesar, están viendo cómo mengua.

Estas jóvenes promesas han contado con la tutela de su entrenador, Manuel Jesús García Fuentes, Manolo, para todos, y que tanto menores como mayores tienen en gran estima. Su nombre se escucha hasta en la isla vecina de Fuerteventura con grandes elogios. La madre de Victoria asegura que el hecho de que sea él quien entrene a su hija le ofrece muchas garantías, porque primero exige un buen rendimiento en los estudios y, sobre todo, por el fomento de la solidaridad y el compañerismo entre los equipos.

Manolo ha sido seleccionador y sabe de la importancia de que haya un juego compacto, más allá de las individualidades y de los resultados. “Muchas veces hace más un equipo que esté formado que no los mejores cuatro jugadores”, explica. Destaca que en contra de lo que se piensa la bola canaria ha calado en la juventud. “Sí es cierto que actualmente la competición en la que mayor representación hay es la denominada como ‘Abuelos Conejeros’ con 815 personas inscritas que participan todos los miércoles de octubre a mayo. Empezó hace unos 18 años con tres o cuatro equipos y es por eso que parece que en la bola hay gente mayor”.

Manolo lleva con la escuela de bola y petanca más de veinte años y cada vez cuesta más incentivar a los chicos dado que cuentan con grandes competidores como el fútbol, el baloncesto o el balonmano. “Que se practica menos bola canaria entre niños... Sí, es cierto”, añade. Entre los adultos, por desgracia, tampoco se juega tanto como antaño, dado que ya no hay tantos lugares para practicarlo, debido a que la nueva normativa en los centros socioculturales hace más difícil habilitar las canchas, por lo que en ocasiones ha obligado a precintarlas en favor de otras zonas de ocio.

“Duele decirlo, pero hay niños que no saben lo que es la bola canaria”, señala. “Están desapareciendo las tradiciones”, y aunque cuentan con ayudas por parte de las instituciones es difícil fomentar esta práctica entre los más jóvenes. Además, lo asimilan a un deporte de mayores. “Por desgracia se ve jugando gente mayor y decimos que es un deporte de viejos. En absoluto. Ya quisiera yo llegar a los setenta años y llevar una bola que pesa 1,2 kilos a 15 metros. Aunque sí se ha ido perdiendo la actividad. Tenemos que intentar que regrese a los colegios, como hacen en Tenerife, donde practican la bola canaria en sus clases de educación física”.

Sin embargo, la presencia de jóvenes como Yaiza y Victoria demuestran el arraigo entre las nuevas generaciones, aunque temen que la cantera se pierda. También demuestran la fuerte presencia femenina. A este dueto se suma Nieves, la más veterana de esta reunión de féminas que lleva cuarenta años jugando a la bola, en la que se inició con la de madera. “No había otra cosa”, comenta, y como veía a su padre junto a otros jugadores dedicarse a este deporte la elección fue fácil.

También a Yaiza le viene de familia la afición. Lleva con Manolo de entrenador ocho años. Ahora, tras la temporada de verano, comenta con tristeza que tendrá que dejarlo para dedicarse por entero a sus estudios universitarios. Por su parte, Victoria aprovechaba las reuniones familiares para jugar al deporte que practicaba su abuelo. También fue Manolo quien la atrajo al mundo de la competición. Nieves pertenece al club de Los Valles de San Antonio pero siempre está disponible para participar en competiciones mixtas o torneos no federados junto a Manolo, eventos que le han permitido viajar por el resto de las Islas y llegar hasta la Península, en este último caso con otra modalidad, el juego de  la bocha.

Nieves explica que, curiosamente, en una competición en Barcelona le comentaron que contaban con una modalidad en la que empleaban las mismas bolas de madera y pasta con las que se compite en bola canaria. Sin embargo, no siguieron practicándolo porque tendrían que circunscribirse al territorio nacional, mientras que la bocha sí cuenta con una proyección internacional. Aunque ella no aspira a ir más allá de España. Por su parte, Yaiza y Victoria también han visitado otras comunidades gracias a que también practican petanca. Aunque todas prefieren la bola canaria.

Origen lanzaroteño

Una de las teorías sobre los orígenes de la bola se sustenta en que fue introducida por los normandos cuando Jean de Bethencourt entró por Lanzarote. No es de extrañar que aquí sea donde mayor arraigo tenga y por ello se la denominaba bola conejera, “para luego dar el salto a Fuerteventura”, según relata Chano Rivera del Club Los Mallos en Fuerteventura. Y fueron los lanzaroteños con la migración entre islas de sus descendientes los que la llevaban allá donde iban.

Originariamente se trataba de una bola de metal, que ante la dificultad de fabricarla con estos materiales en la Isla se optó por confeccionarla de madera, al torno, y de hasta tres tamaños. Destacaban la bola de arrime, más pequeña, y la más grande denominada ‘los mallos’ que da nombre al club majorero. Que los orígenes de la bola podrían estar en Lanzarote se puede comprobar también en el estilo de juego de otros jugadores de las diferentes Islas. Así Nieves relata que cuando ven a algún jugador que destaca y preguntan por sus orígenes en el juego estos llegan hasta la isla lanzaroteña. “Lanzarote era dónde más se jugaba, y más en concreto en San Bartolomé. Siempre se ha dicho que los mejores jugadores pertenecían a este municipio”, precisamente de donde es la campeona Yaiza.

Con el club Ajei, esta joven jugadora ha participado en los proyectos que permiten la difusión en colegios de este deporte. También Victoria pudo dar buena cuenta de esta disciplina entre sus compañeros de estudios por encargo de sus profesores y lamenta que no haya una mayor práctica en los centros educativos.

Ante todos esos comentarios que escuchan como que “la bola canaria no es un deporte” les invitan a sus detractores a practicarlo. “Ellos no saben lo que es, porque no lo practican”, enfatizan. Para ellas es una pasión. “Si te gusta, puedes acabar por perder la noción del tiempo”, añade Nieves.

La presencia de la mujer en los equipos de Lanzarote se hace notar, no en vano es la Isla donde más equipos de mujeres compiten. Así, hay campeonas que han logrado mejores resultados que muchos hombres. También destaca la participación femenina en la competición de la tradicional bola de madera. Curiosamente, hay más mujeres jugando en la bola de madera, que precisa de un mayor esfuerzo, que hombres. “Siempre ha habido más equipos femeninos”, recalca Manolo.

El entrenador explica al respecto que en la Isla se juega en las dos modalidades: “Tenemos la bola de madera que es la tradicional, pero es más difícil jugar con ella porque se desvía más. Cuanto menos peso mejor. Por suerte ya se está intentando introducir más la bola de madera sobre todo con la gente mayor, pero la homologada sigue siendo la de pasta y en los campeonatos es la que se emplea. Aunque hay dos competiciones para seguir practicando con la de madera”. Manolo no cree que vuelva a ser la oficial, porque las nuevas generaciones apuestan más por la de pasta, competición en la que la federación lanzaroteña suma 13 conjuntos de féminas frente a los 39 masculinos.

Aun así, una cuota muy notable a tener en cuenta, dado que en otras islas la participación femenina se está perdiendo, al igual que la juvenil. El orgullo lanzaroteño de saberse buenos jugadores de bola canaria ha llevado al traste con muchas ambiciones deportivas, comenta Manolo, porque muchos se confían de esta superioridad y acaban perdiendo. Yaiza y Nieves, por ejemplo, son competidoras en la liga de clubes. Sin embargo, el compañerismo se palpa entre ellas. No en vano, la veterana ha visto crecer a jóvenes jugadoras.

Bola canaria, bocha y petanca

La bola canaria es el único deporte autóctono que se sigue practicando en las ocho islas canarias. En el mes de julio termina la fase regular, aunque en agosto continúan las competiciones en la Isla con motivo de las fiestas de San Ginés en las tres modalidades. La finalidad es la misma, aunque la similitud es mayor con el juego de la bocha dado que las medidas son las mismas, pero se trata de una bola de metal. De Lanzarote se clasificaron tres mujeres en tiro de precisión en los campeonatos de España de bocha celebrados en junio. Una quedó subcampeona y otra tercera clasificada en tiro y otra en tercer lugar de partidas. Son jugadoras de bola que se han adaptado a jugar a la bocha.

En la petanca las bolas son más pequeñas y lo principal es la colocación de los pies, que debe ser en un círculo, mientras que en la bola canaria pueden echar los pies adelante para lanzar. “Nos centramos en la bola canaria, pero en época de campeonatos de España organizamos una liga de bocha que es la que nos da plaza para participar a nivel nacional”, señala Manolo, sabedor de los equipos canarios tienen buenas opciones de copar altos puestos en esta modalidad por esas similitudes con la bola canaria.

Comentarios

Es una pena que este deporte canario, se haya deformado. Las antiguas bolas de madera tenían TRES tamaños. Se jugaba como el billar. Sobre el mismo, hay una publicación muy bonita de Sergio Saavedra Umpiérrez.
Es uno de los deportes que más fichas tiene, pero claro como no hay negocio..se combina técnica, destreza , y mucha concentración, además fomenta el trabajo en equipo....es una pena que las instalaciones no apoyen con más firmeza este nuestro deporte,,, Lanzarote sin ir más lejos es la potencia de Canarias
Con las TV locales que hay en la isla y que ninguna transmita una partida a la semana , por Dios!!!

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