“A la vista de los resultados obtenidos por el Ayuntamiento de Teguise de la liquidación de su presupuesto del ejercicio de 2017, hemos de concluir que presenta una evolución negativa en lo relativo a su gestión económica financiera y presupuestaria en relación al ejercicio 2016”. Esta es una de las conclusiones de la Auditoría de gestión del Ayuntamiento, realizada por el Gobierno de Canarias en base a la liquidación del presupuesto, según la Ley del Fondo Canario de Financiación Municipal.

La Auditoría, que se aprobó el lunes en pleno, señala que salvo el indicador de ahorro neto, el resto de los indicadores de salud financiera se sitúan por encima de los niveles exigidos. “Entre los indicadores de salud financiera que más claramente nos señala la fortaleza o debilidad de la estructura económica de la Corporación -señala el informe-, es el ratio del remanente de Tesorería, el cual acumula todos los saldos pendientes tanto a cobrar como a pagar, así como el efectivo resultante de la actividad económica, que se viene dando en éste y en todos los ejercicios anteriores, pudiéndose comprobar su disminución respecto al año anterior lo que se traduce en un decremento de la capacidad real de la Corporación para hacer frente a su estructura financiera”.

Por este motivo, “por incumplimiento de los indicadores de saneamiento económico-financiero”, el destino de la mitad del dinero previsto en el Fondo Canario de Financiación Municipal, será el saneamiento económico, “aunque también podrá destinarse a la cancelación de la deuda con proveedores a 31 de diciembre de 2017 o a inversión o ayudas de emergencia social”.

En cuanto a la inversión, la Auditoría destaca que de los 6,6 millones previstos como gastos de inversión en los capítulos VI y VII, “se reconocieron obligaciones de pago por importe de 1,9 millones. El índice de inversión del municipio se situó en el 7,5 por ciento, por encima del obtenido en el ejercicio anterior (7,1 por ciento) y por debajo de la media de municipios canarios, que en 2016 se situó en el 9,3 por ciento. Tampoco se cumple el condicionante de esfuerzo fiscal con un 56,2 por ciento, mientras que el límite para este año requiere superar el 72,4 por ciento, equivalente al 78 por ciento de la media.

Por otra parte, el ahorro neto, para el que estaba previsto un nivel del 3,6%, asciende hasta el -8,3 por ciento, el endeudamiento a largo plazo aumenta en 2,8 puntos porcentuales con respecto a la previsión y se sitúa en un 64,8 por ciento, mientras que la previsión lo estimaba en un 62 por ciento, y el remanente de Tesorería se situó en el 34,4 por ciento, empeorando las previsiones en 10,7 puntos porcentuales.