ANÁLISIS

La época de las eternas promesas: proyectos que se 'venden' desde hace más de 12 años

Saúl García 4 COMENTARIOS 09/04/2015 - 07:00

El papel lo aguanta todo, y más aún si se trata del papel de un programa electoral. Quedan sólo unas semanas para que empiece la campaña electoral pero la carrera ya ha comenzado. A partir de ahora comenzarán a escuchar y a leer promesas electorales, grandes proyectos, mejores ideas y buenas intenciones para captar el voto. Si tienen memoria, muchas de estas promesas les sonarán. Esto revela tres cosas: la falta de imaginación para elaborar los programas, lo parecidos que son y la escasa ejecución a lo largo de los años.

No falla. En todos los programas electorales de los últimos años, de cualquier partido, aparecen como elementos nucleares la mejora del transporte público, la sostenibilidad, el ahorro, el impulso al sector primario, la aprobación de planes de ordenación y territoriales, el impulso de infraestructuras sanitarias y las educativas, la ordenación turística y la participación ciudadana. Y por supuesto, centrarse en las personas, en un programa hecho por las personas y para las personas.

Hace doce años, después de las elecciones de 2003, el PIL, el PP y CC firmaron un acuerdo de gobierno y rubricaron un programa, que ya no era un programa electoral, sino un compromiso de gobierno. Antes de firmar ese acuerdo, PSOE y CC habían firmado un preacuerdo, un  documento igualmente amplio. Enesos dos programas, que se parecían mucho, estaban implicados los cuatro partidos que han seguido gobernando alternativamente todos estos años. Muchos de esos proyectos siguieron apareciendo en los programas de 2007, de 2011 y seguirán apareciendo este año.

En aquel programa de gobierno tripartito aparecían como objetivos: elaborar un plan de regadío insular, un problema que aún no se ha resuelto; la puesta en marcha del Complejo agroindustrial, un monstruo ingobernable que sigue sin funcionar, ni arranca la fábrica de productos lácteos ni una industria de transformación de productos que se ha diseñado. También aparecía la instalación de fibra óptica, un proyecto que se está implantando desde hace un año pero por parte de Telefónica.

Otra aspiración era la legalización o precintado de las camas de explotación turística ilegal, y no se referían a los hoteles ilegales ya que aún no había sentencias, sino a las villas, un problema que lo único que ha hecho ha sido crecer y cuyo marco normativo está impulsado por el Gobierno de Canarias obligado por la Unión Europea.

Otro proyecto era la promoción del campus universitario, algo que doce años después sigue siendo eso, un proyecto; además de la creación del Museo del mar, que aparecerá sin duda entre las promesas de algún partido, sino de todos; la rehabilitación de Las Maretas, otro asunto recurrente: la semana pasada el presidente del Cabido realizó una visita a este espacio para recordar que sigue ahí.

También se prometía la puesta en marcha del Museo arqueológico de Zonzamas, y no pueden faltar planes sectoriales de todo tipo, que acaban siendo humo. En 2003 ya aparecía la puesta en marcha del albergue de La Santa, cuya primera actividad se ha anunciado para este mes de abril, sólo doce años después.

La creación de carriles bici de entonces se transformó en la promesa de Vía ciclista de hace cuatro años, de la cual no se ha hecho nada. También se quería fomentar los deportes náuticos y aún no hay Centro insular de deportes náuticos. Otro punto era la elaboración de un plan de promoción turística de la Isla consensuado, aunque como no se sabe con quién se iba a consensuar, se desconoce si se ha cumplido.

Otra promesa era la potenciación de 'Lanzarote film comission', algo que se ha puesto en marcha hace unos meses. También se prometía promocionar la autonomía de la Autoridad Portuaria, algo que definitivamente se ha olvidado, como se ha olvidado una Moratoria de los coches de alquiler o la ampliación de la Reserva marina. Y se prometía un espectáculo en El Golfo, abrir el auditorio de Jameos, el nuevo parking en Timanfaya y la adecuación del Hospital Insular. En cuanto al funcionamiento interno, mencionaban el cambio en las formas de contratación pública, con interinidades y contratos administrativos.

El campus universitario, el Museo del Mar, las energías renovables, el impulso del sector primario o el parking de Timanfaya aparecen desde hace cuatro elecciones

En esto no ha cambiado nada, y ni el Cabildo ni ninguna otra administración han aprobado una relación de puestos de trabajo y se siguen pagando gratificaciones y se sigue contratando igual que antes. En el programa nonato de CC y PSOE también aparecía la regularización turística de las villas, la creación de dos líneas de tranvía, una entre Costa Teguise y Puerto del Carmen y otra por los barrios de la capital; “el compromiso firme y decidido por mantener la titularidad pública de Inalsa en su integridad” y rescatar la concesión de Janubio, así como la implantación de una ecotasa, la contratación “clara y transparente en las administraciones” y la eliminación del pago de remuneraciones variables, algo que sigue a la orden de día; el carril bici, ampliar la participación ciudadana; crear la ventanilla única en la Administración y abrir centros de atención sanitaria de 24 horas en Tahíche, Uga, Teguise, Haría y Playa Blanca.

En todo caso quizá no haga falta remontarse tan atrás. En el programa de gobierno de Pedro San Ginés de 2011 aparecían como objetivos los de dar una solución al empleo, que no ha mejorado nada; hacer de La Graciosa una isla cien por cien sostenible; poner en marcha la planta desaladora Lanzarote VI, y por poco se ha puesto en marcha la V; propiciar la producción de agua para autoconsumo, una posibilidad ya desechada; crear una Fundación para la gestión artística de los Centros; abrir El Refugio de la Cueva de los Verdes; aprobar el Plan Insular y otros planes territoriales y sectoriales, reabrir El Almacén para que la cultura insular “gravite en torno a él”, hacer un nuevo proyecto de Ciudad deportiva; consolidar el uso de la energía fotovoltaica; crear una flota de coches eléctricos en los rent a car y construir la sede de la Reserva de la Biosfera.

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