Graduados sociales: una presencia en progreso
El Colegio de Graduados Sociales de Lanzarote tiene cerca de ochenta colegiados y prepara proyectos de asesoramiento para acercar la Administración al ciudadano
El año próximo la profesión de graduado social cumple un siglo. Ha pasado mucho tiempo entre esas primeras escuelas sociales en las que se formaron los primeros profesionales y la actual profesión, que surge ahora del Grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos. “Todas las personas que tienen la titulación y ejercen como graduados sociales están obligadas a estar colegiadas”. Esto lo dice Lourdes Rodríguez, que preside el Colegio de Graduados Sociales de Lanzarote, que agrupa a casi 80 colegiados.
“Como es un colegio pequeño, intentamos que las relaciones personales sean más fuertes y eso nos permite funcionar bastante bien”, asegura. El Colegio intenta mediar si hay algún tipo de conflicto entre compañeros, ofrece formación e información sobre los cambios legislativos, que son muchos y desde numerosos ámbitos, porque les afectan los cambios de Hacienda, Trabajo, Seguridad Social o Extranjería, entre otros.
La época del Covid fue especialmente dura para estos trabajadores, principalmente por los ERTES. Lo recuerda Lourdes Rodríguez: “Los boletines oficiales se publicaban los domingos a las doce de la noche y cuando llegábamos al despacho teníamos que leerlos, interpretarlos y empezar a aplicarlos, y muchas veces íbamos nosotros más rápido que el propio sistema de la Administración”.
El Covid pasó, pero se quedaron algunas consecuencias: “Esa época, para nosotros, fue de mucho trabajo, pero ahora también lo es porque nos encontramos con una Administración cerrada”, destaca Rodríguez, que puntualiza que para el trabajo de los graduados sociales apenas les afecta, porque acceden a los servicios de la Administración de forma telemática, pero sí que afecta a los ciudadanos que quieren hacer algún trámite sin acudir a la figura del graduado social o de un abogado.
En Lanzarote es una tarea complicada obtener cita en el Instituto Nacional de la Seguridad Social y también hay retrasos en la Delegación del Gobierno, por falta de personal, e incluso acaba de cerrar al público la oficina de la Inspección de Trabajo y ahora hay que poner las denuncias por escrito y llevarlas a la Dirección insular. “Los propios graduados sociales intentamos dar la información, pero puede haber algún despistado que necesite una consulta de forma directa y requiera de la ayuda de un funcionario”, asegura.
Apuestan por una oficina para asesoramiento “a gente que no tiene ingresos”
“¿Qué pedimos nosotros?”, señala la presidenta del Colegio: “Cercanía con la Administración”. “Si pudiéramos acercarnos más a todas las administraciones podríamos resolver dudas y serían menos problemas para ellos”. “Con buena fe, si estamos todos en el mismo barco, vamos a intentar colaborar”, puntualiza.
Hay otros asuntos, respecto a la Administración, “que no podemos solucionarlos desde aquí”, apunta. Por ejemplo, el derecho a la desconexión digital: “Recibimos notificaciones por parte de la Tesorería de la Seguridad Social un viernes, sábado o domingo por la noche, y tienes que verlas porque puede entrar una notificación para un cliente, así que estamos luchando a través del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España para poder tener esa desconexión”.
Por otra parte, asegura que la relación con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es “fantástica” ya que todas las dudas relacionadas con esta administración las resuelve la Dirección provincial directamente.
Funciones
Rodríguez explica todas las funciones de esta profesión: “Desde que una persona entra a trabajar hasta que sale, lo controlamos nosotros”, señala, desde el alta en Hacienda, en la Seguridad Social, las retenciones, las nóminas, prestaciones de jubilación, de viudedad, incapacidades absolutas y hasta las bajas médicas o bien cuestiones relacionadas con Extranjería como precontratos, documentación de empresas, permisos de arraigo, sociolaborales, familiares, tarjetas comunitarias, etc. También asisten en los Juzgados o bien a los trabajadores o bien a las empresas, en la jurisdicción social desde el inicio del pleito hasta el final, o en el caso de que así sea, en la mediación, ya que más de la mitad de los casos se resuelven antes de llegar a juicio. Señala Rodríguez que el tiempo de espera en los Juzgados podría ser más corto pero que es razonable ya que hay partidos judiciales en los que se están fijando vistas para dentro de un año o más.
Trabajo
La de graduado social es una profesión con una gran inserción laboral en la Isla pero no exenta de complicaciones. Trabajan de cara al público en una oficina, pero se suelen llevar trabajo para casa porque tienen una gran carga de tareas. “Estamos a tope, nos vemos obligados a hacer más horas de la cuenta, y es una carrera que tiene inserción laboral pero también tiene mucho trabajo y no es fácil seguir el ritmo”.
Lourdes Rodríguez: “Pedimos más cercanía con la Administración”
En Lanzarote, las asesorías trabajan principalmente con las pequeñas y medianas empresas, que son más del ochenta o noventa por ciento de las que hay y no tienen departamentos integrados en ellas, por lo que externalizan ese trabajo. Aunque también hay otros profesionales que trabajan directamente en las empresas y ahora se está generalizando que sean graduados sociales quienes lleven los departamentos de recursos humanos de empresas turísticas, como los hoteles. “El perfil ha ido cambiando y ya estamos también con especialidades de prevención, de auditoría, la profesión se ha ido haciendo más compleja”.
Por último, Rodríguez señala que uno de los nuevos proyectos que quieren sacar adelante desde el propio Colegio es la apertura de una especie de oficina que sirva para asesoramiento “sobre todo a la gente que no tiene ingresos”, y que funcione como primera labor de asesoramiento “para que al menos la gente sepa dónde tiene que dirigirse”.
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