“La palabra y la obra de César Manrique siguen vivas y son más necesarias que nunca para afrontar el presente”, destacó este miércoles el presidente de la Fundación, José Juan Ramírez, en la fiesta celebrada en el Taro de Tahíche para conmemorar el centenario del artista y responsable de un “sueño” que cambió Lanzarote.

“Nos reúne el empuje de un siglo”, resumió Fernando Gómez Aguilera, director de la Fundación César Manrique (FCM), que destacó la pervivencia tanto de su obra como de su legado social, de sus creaciones y de su conciencia. Manrique fue un “apóstol de la pasión utópica”, subrayó.

Con la fiesta de cumpleaños en la que fuera residencia de Manrique desde 1968 hasta 1988, la Fundación da comienzo a un año cargado de actividades, un “festival de la libertad”, tal y como destacó Gómez Aguilera, quien defendió la “autonomía crítica de la sociedad civil frente a la insufrible arrogancia del poder viciado”.

El presidente de la Fundación se refirió a “los 73 años de César Manrique entre nosotros y a los 27 años de recuerdo permanente en la sociedad”, recordó que el artista “universalizó a Lanzarote” y que con su obra “cambió el signo económico” de una Isla que había sufrido históricamente “penurias e incertidumbre”.

Sobre el trato dado a la obra pública de Manrique, un “patrimonio de la humanidad”, José Juan Ramírez se mostró crítico y apeló a “proteger” a los Centros de Arte, Cultura y Turismo de “alteraciones indeseadas”, de “usos masivos” y de “agregaciones postizas que nada tienen que ver con el proyecto original de César Manrique y del Cabildo”.

Los Centros, recalcó Ramírez, “son nuestras catedrales”, y unas catedrales “se conservan, no se transforman”. Antes, había destacado que Manrique “levantó la voz para proteger un proyecto utópico cuando vio que el egoísmo de algunos estropeaba la Isla y el futuro de todos nosotros”. Lanzarote, dijo, no ha encontrado “una alternativa mejor que las propuestas que planteó” César Manrique.

Un mensaje vivo

En su intervención en el acto, Gómez Aguilera resaltó la vigencia de Manrique para afrontar “escenarios críticos” para la humanidad sobre los que “ya nos advirtió hace más de 30 años”. Ante la amenaza del calentamiento global o del riesgo para los ecosistemas, “necesitamos presencias lúcidas como la de César Manrique” y su “visionaria” capacidad de “anticipación” para los desafíos globales que afronta el planeta, apostilló el director de la Fundación.