DESTACAMOS

Espacio Dörffi cierra tras un año de vida: se acabó la fiesta del arte contemporáneo

Pepe Betancort: “Fue fabuloso tener un proyecto tan alternativo de arte emergente, en una Isla que los agentes culturales sabemos que es la periferia de la periferia”

Lourdes Bermejo 2 COMENTARIOS 14/08/2018 - 08:02

En marzo, Espacio Dörffi era un hervidero de artistas, amigos, coleccionistas (algunos noveles), curiosos, cervezas y gominolas. Entre el público se hablaba de todo, casi de todo menos de arte. ‘Open Studio’, la muestra que reunió obras de 16 artistas locales, era una fiesta. Hasta los más profanos en la materia tenían, en la inauguración, la sensación de encajar perfectamente en el concepto inventado por Adonay Bermúdez, el comisario lanzaroteño que hizo posible el milagro vivido por el arte contemporáneo en el último año.

Su empeño fue hacer visible y cercano un mundo considerado elitista e incluso esnobista por el gran público. Y empezó por la propia denominación del Espacio, que fue bautizado con el hilarante nombre del pueblo de Heidi en los Alpes suizos, Dörffi. “La apertura de ‘Open Studio’ fue el día que más caja hizo el Espacio. Se vendió muchísima obra de artistas de la Isla, que era el objetivo de aquella muestra y también del proyecto”.

Moneiba Lemes, Víctor GM, Elena Zabalza, Iván Vilella, Rigoberto Camacho, Cindy Batsleer, David GP, Pura Márquez, Emma López Leytón, Daniel Jordán, Moisés Fleitas, Estrella Nicolás-Abad, Elena Betancor, Gerson Díaz y Rut Hernández Toledo mostraron sus piezas y vendieron. Toda una experiencia tanto para los jóvenes artistas como para algunos coleccionistas primerizos. Otros creadores como Enrique Plata pudieron colgar sus obras por primera vez en su Isla. Se abrió un escaparate, se hizo una labor casi pedagógica y, sobre todo, se generó un interés natural por este campo del arte, poco conocido en Lanzarote.

Quizá por esta razón, al comisario le cuesta digerir el absoluto desinterés de las administraciones con el proyecto, dirigido por un profesional internacional que no venía a hacer negocio, sino todo lo contrario. “Pienso que Dörfii se vio como un ataque. Salvo honrosas excepciones, por aquí no pasó ni un técnico de cultura, ni siquiera un concejal por curiosidad o por interés egoísta. Yo estuve siempre receptivo”, asegura Adonay.

Quien sí estuvo presente en todas las actividades fue Pepe Betancort, gestor cultural, que califica Dörffi como “una idea fabulosa, una bocanada de aire fresco”, el hecho de que alguien “con ese nivel de contactos se arriesgara con un proyecto tan alternativo de arte emergente y en una isla que los agentes culturales sabemos que es la periferia de la periferia”.

Betancort alude, sin embargo, a la enorme dificultad que supone llevar adelante una iniciativa de esta envergadura. “Si resulta complicado acometerlo en las administraciones públicas, no digo ya a nivel privado y con una sola persona dedicada a todas las cuestiones que se requieren: transporte, alojamiento, honorarios, publicidad. Adonay, además, como comisario de arte, tenía que compatibilizar todo eso con su trabajo, por no hablar del coste económico que supone realizar estas acciones, que se multiplica por tres en Lanzarote”.

En efecto, Bermúdez se ha dedicado en cuerpo y alma estos once meses de su vida profesional al Espacio, lo que, finalmente, ha terminado por agotarle, además de haber sufragado personalmente algunos contratiempos económicos por una subvención “envenenada”, como él mismo dice, y la falta de visión de quienes no supieron ver el filón Dörffi.

Sí lo hizo, en cambio, la Fundación César Manrique, posiblemente más familiarizada con el contexto artístico de este nivel, que mantuvo una relación fluida, “enviando a visitarnos a numerosos profesionales de este ámbito, tanto artistas como comisarios muy reconocidos”, explica Adonay.

Para el comisario, con proyectos como el suyo o como las residencias artísticas que lleva a cabo el establecimiento hotelero Nautilus de Puerto del Carmen, se está perdiendo “una gran oportunidad”, subrayando “lo fácil y económico que sería para los gestores públicos ‘aprovecharse’ de los artistas, muchas veces auténticos ‘top’, que llegan a la Isla para pasar unas semanas y organizar un taller o incluso una exposición, por qué no, el coste sería poner en la documentación el logotipo del negocio”, explica Adonay.

Bermúdez: “Los gestores podrían ‘aprovecharse’ de los artistas ‘top’ que llegan a la Isla para realizar residencias en proyectos privados y organizar un taller o incluso una exposición a coste cero”

Dörffi no fue profeta en su tierra, pero levantó una legión de fans no ya fuera de la isla, sino entre la élite del sector. En el muro de Facebook, se pronunciaron sobre el cierre el director de ‘ABC’ Cultural, Javier Díaz; el propio director del CAAM, Orlando Brito; Chris Sauter, codirector del Contemporary Art Month de San Antonio (EEUU); Jaime Sordo, coleccionista y presidente de la Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo 9915 (la más importante de España); Pablo del Val, director internacional de Art Dubai, o los directores de las galerías T20 (Murcia), Gema Llamazares (Cantabria), Xavier Fiol (Mallorca) o Galería Silvestre (Madrid), entre otras; Pepe Valladares, director del Círculo de BBAA de Tenerife; el artista Daniel G. Andújar; Pancho Suárez codirector de No-Lugar de Ecuador; Daniel Silvo y Semíramis González directores de JustMad Art Fair (Madrid); Raquel Zenker directora de Photobrik; Javier Castro Flórez coordinador del centro de documentación y estudios de CENDEAC (Murcia); Alejandra Villasmil directora de ‘Artishock’ (Chile) o los comisarios Carlos Delgado Mayordomo, Nerea Ubieto, Ana García Alarcón o Fernando Gómez de la Cuesta.

En Lanzarote, ahora solo queda la casa galería Artenmala como proyecto privado. Su responsable, Luz Gloria López, que asegura que “nadie va a cubrir el espacio que deja Dörffi”, alaba la labor de Adonay. “Hemos tenido el privilegio de que alguien de esta Isla con esa formación y contactos haya puesto su experiencia al servicio de jóvenes artistas, les haya introducido en el sector del arte en primera línea, con exposiciones, salidas y venta, todo ello con un enorme esfuerzo personal”, indica.

La casa galería es “otro concepto, no comparable a Dörffi”, pero que también apuesta por los valores emergentes. El 4 de agosto se clausuró la muestra ‘Del Natural’ de Ricardas Milukas y el 17 se abre ‘Yo, yo, yo’, con obras de José Suárez, también vinculado a la música como miembro del grupo Cumbria Ebria.

Una vez más, desde el sector se pide un cambio de perspectiva respecto al arte en general. “Que se mueva a otros artistas distintos a los que componen la cámara de los responsables de turno”, aduce Gloria, que precisamente intenta dar cobertura en su galería a los creadores ajenos a los círculos habituales.

En apenas once meses (Dörffi abrió con la exposición ‘Me duele España’ en septiembre de 2017) han pasado por el Espacio 32 artistas (18 mujeres y 14 hombres) y por Zona59 más de 60. Además, se ha llevado a cabo un programa de residencias, talleres, conferencias, presentaciones, intervenciones en la fachada y convenios con instituciones nacionales e internacionales.

El artista multidisciplinar Ildefonso Aguilar, él mismo gestor de la galería Geo en los años 90, “aunque fundamentalmente con obra propia” y organizador de eventos culturales como el Festival de Música Visual, recientemente retomado por el Cabildo, reconoce que, en general, “las administraciones no hacen todo el esfuerzo que debieran” lo que, asegura “es absolutamente imprescindible porque sin apoyo el arte no subsiste”.

Con respecto al cierre de Dörffi, asegura sentir “cierta desolación” y cree que, en lo que se refiere a la parte expositiva y de venta de proyecto, la ubicación del espacio, en un barrio alejado del centro de Arrecife no ayudó a crear movimiento de visitantes. “Fue una apuesta arriesgada que se topó con el factor económico sin muchas ayudas externas, a no ser la FCM”, dice.

A pesar de todo, Aguilar quiere ser optimista con respecto a la situación del arte en Lanzarote “que siempre está carente de espacios expositivos, aunque proporcionalmente, cuenta con más que el resto de las islas”, indica. “Además de los museísticos, donde exponen personalidades consolidadas, como son la FCM y MIAC, está la recién reabierta Casa de la Cultura de Arrecife, con “un espacio expositivo extraordinario y bien situado”.

Aguilar también destaca los proyectos Artenmala, la sala El Quirófano e, incluso, Bodegas El Grifo, que “calladamente realiza una digna actividad cultural”. Sin embargo, es el CIC El Almacén, con salas regentadas por el Cabildo, la mayor esperanza de continuidad de la promoción y visibilización de autores contemporáneos, sobre todo emergentes.

Tras cerrar ciclo, Adonay Bermúdez volverá ahora a su trabajo como comisario con la sensación, dice, de haber “removido algo”, reivindicado las buenas prácticas en el sector “incluso por encima de las administraciones” y haber visto nacer nuevas vocaciones de coleccionistas. Así que, aunque se acabó la fiesta, bien podría decirse antes de echar el cierre, ‘que nos quiten lo bailao’.

Comentarios

Lamento el cierre de un espacio tan interesante donde estuve en un par de ocasiones, pero el nivel cultural de los políticos y de los técnicos de cultura que mandan y mueven todo lo que pasa en esta isla se conoce muy bien, si no eres de los suyos no tienes futuro. Don Bermúdez, me permito desear para usted mejor suerte en otro lugar que pueda apreciar sus esfuerzos.
Era predecible. Si se tiene en cuenta el desinterés de nuestros políticos por las artes en general y, particularmente, el arte ve vanguardia, esto se veía venir. Bravo por Adonay Bermúdez que se la ha jugado en este proyecto.

Añadir nuevo comentario