Las mudanzas siempre deparan sorpresas, incluso las de la Guardia Civil. El pasado mes de enero, el jefe en funciones del destacamento del Seprona en Lanzarote enviaba una documentación, que había encontrado realizando los preparativos de la mudanza, al Juzgado que instruye el caso Stratvs.

El Seprona se iba a trasladar por las obras de acondicionamiento dentro del cuartel de Costa Teguise. Los agentes revolvieron papeles y encontraron dos que consideran que pueden ser relevantes para ese caso, y se los enviaron a la juez Silvia Muñoz.

Esos papeles son dos escritos registrados en el Ayuntamiento de Yaiza, uno, y en el Cabildo de Lanzarote, el otro, en noviembre de 2003 por parte del promotor de Stratvs, Juan Francisco Rosa. Los dos son muy similares y estaban dirigidos a los entonces responsables de esas instituciones, José Francisco Reyes y Dimas Martín, que era presidente del Cabildo.

El primer escrito dice lo siguiente: “Estimado José Francisco: como te habrán informado ya hemos presentado (…) cinco proyectos de solicitud en tu Ayuntamiento para acondicionamiento de la finca de mi propiedad en viñas, situada en la Caldera de Miguel Ruiz en Uga y es por lo que te rogaría agilicen desde la Oficina técnica los permisos ya comentados telefónicamente ya que en el día de ayer estuvo el Seprona y he quedado de ir personalmente el próximo viernes 7 para informarles de la situación de dichos permisos”.

"Te rogaría agilicen desde la Oficina técnica los permisos ya comentados telefónicamente ya que en el día de ayer estuvo el Seprona", le decía al alcalde

Rosa no tenía permiso para las obras que hacía en su finca, y el día anterior a este escrito le había enviado otro a Dimas Martín, haciéndole la misma solicitud, recordándole que uno de los ejemplares del proyecto estaba en poder del Cabildo: “ruego agilicen todos los trámites a realizar de acuerdo con nuestra conversación telefónica con el fin de tener en tiempo y forma todos los permisos necesarios a posibles inspecciones por parte de organismos oficiales”. La inspección, sin embargo, ya se había realizado ese mismo día por parte del Seprona.

La relación entre estas obras “de acondicionamiento en viñas, árboles frutales, estercolado, talud de tierra y arenadas”, como dice la carta, es que en la instrucción de Stratvs se investiga que el picón procedente de la excavación de los terrenos donde está la bodega fue a parar, aunque no tenía autorización para ello, a una finca colindante a la casa de Rosa, en Uga. El picón estaba valorado en más de 250.000 euros.

Recientemente, en la tramitación del Plan General de Yaiza, el empresario hizo alegaciones solicitando que se incluya su vivienda en el suelo urbano de Uga. El Ayuntamiento la desestimó argumentando que esos terrenos no reúnen los requisitos para ser considerados urbanos y que se encuentran “fuera de la trama urbana”.