En abril de 2004 el Ayuntamiento de Yaiza, presidido entonces por José Francisco Reyes, firmó un convenio con la sociedad Getsu No Denwa, relacionada con Juan Francisco Rosa, por la que esta sociedad podía ocupar más de 10.000 metros cuadrados de una zona verde de titularidad municipal para instalar allí el club infantil del Hotel Princesa Yaiza, el Kikoland, así como varias instalaciones deportivas de tenis, fútbol, pádel, baloncesto, vóley playa, piscinas o un anfiteatro.

A pesar de estos privilegios, la sociedad no pagaba canon alguno al Ayuntamiento durante los cincuenta años que debía durar el convenio, tenía un derecho de tanteo preferente en caso de que el Ayuntamiento quisiera sacar a concurso la concesión del terreno y, pasados esos cincuenta años, todas las instalaciones construidas en ese lugar revertían en el Ayuntamiento, que también debía hacerse cargo de los trabajadores del hotel asociados a esas instalaciones. Por otra parte, las instalaciones ya estaban terminadas en diciembre de 2003, antes de que se firmara el convenio.

Hace tres años, el Ayuntamiento de Yaiza inició un proceso de recuperación de las zonas verdes en el municipio, y un informe señaló que son 130.000 metros cuadrados de este tipo de suelo los que se han ocupado en sólo dos planes parciales: Costa Papagayo y Montana Roja. Entre ellos se encuentra este terreno, cuyo convenio ahora se va a anular de oficio ya que se considera, según el informe de Secretaría, que es nulo porque la sociedad se atribuye la posesión y uso “en unas condiciones absolutamente lesivas para los intereses generales del municipio” y que se hizo “en detrimento del patrimonio municipal”.

Al promotor se le concedía la ocupación de ese terreno municipal, donde construyó el Kikoland

El expediente se iba a llevar a aprobación a pleno a finales de julio pero se tuvo que aplazar y se llevará probablemente en septiembre. En la comisión informativa se aprobó el procedimiento con los votos favorables de UPY y PIL y la abstención de CC y San Borondón. Si se aprueba en pleno, el expediente tendrá que trasladarse al Consejo Consultivo de Canarias para que ratifique si el procedimiento de nulidad por revisión de oficio es ajustado a derecho.

Entre los vicios de nulidad del convenio, según el informe de Secretaría, se refleja que se firmó dicho convenio sin llevar a cabo el procedimiento legalmente establecido, así como que hay estipulaciones que son contrarias al ordenamiento jurídico y que se firmó sin recabar los informes de Secretaría ni de la Oficina técnica, y que a pesar de no tratarse de una concesión pública se le atribuye a la sociedad Getsu No Denwa todos los derechos y obligaciones de una concesión excepto el de abonar un canon.

El convenio reflejaba que, a los cincuenta años, Yaiza debía hacerse cargo de los trabajadores

En el expediente, ahora, se han recabado varios informes, como el de Intervención, que señala que para que haya concesión demanial debe haber licitación pública, y no se hizo. Tampoco se estableció un canon, y se considera que la cesión de los trabajadores a los cincuenta años es completamente ilegal y que el derecho de tanteo, que daría prioridad a la sociedad en caso de licitación del espacio, es inexistente en el Derecho administrativo.

El informe de la Oficina técnica dice que con la aprobación del nuevo Plan General de Yaiza, las edificaciones instaladas en esa zona, el Kikoland y las canchas deportivas, quedan en situación de fuera de ordenación. Además, el nuevo Plan asigna distintas categorías a las zonas verdes del municipio.

Dejar las zonas verdes libres

El pasado mes de abril, el Ayuntamiento de Yaiza comunicó a dos hoteleros que deben dejar libres las zonas verdes y espacios libres municipales que ocupan desde hace años sus establecimientos en Playa Blanca. Se trata del Hotel Son Bou, propiedad de Juan Francisco Rosa, y del Hotel Casa del Embajador, de Honorio García Bravo.

En el caso del Son Bou, el Ayuntamiento solicita que elimine el vallado que rodea una zona verde municipal ya que ese vallado es ilegal e ilegalizable. Además del muro, debe eliminar el depósito de gases licuados y el acceso al sótano que también se encuentra en ese suelo.

En el caso de la Casa del Embajador, propiedad de la sociedad Lanzarote Palace y ubicado en las inmediaciones de la Avenida Papagayo, lo que se encuentra en zona verde pública son dos canchas de tenis y unos almacenes que están vallados y que usa el hotel.