“El patrimonio de Arrecife se desmorona”. Ese era el titular de la portada de la edición mensual de Diario de Lanzarote en marzo de 2016. Casi cinco años después, la situación no ha cambiado mucho. En esa fecha, el catálogo de patrimonio municipal que se quería aprobar incluía 169 bienes inmuebles. Por un lado, el Servicio de Patrimonio del Cabildo de Lanzarote pretendió ampliarlo, y por otro, hubo alegaciones de propietarios que consideraban que sus inmuebles no tenían valores arquitectónicos. Cuando se tramitaba ese catálogo, el que estaba vigente era el de 2004, con solo 19 bienes inmuebles (incluidos los castillos y el Puente de las Bolas). Hoy sigue vigente el mismo porque el que se tramitaba hace cinco años nunca se llegó a aprobar.

Pero no todo pasa por el catálogo. Tampoco se han aprobado otras medidas ni se han puesto en marcha otros mecanismos. El año pasado, el Colegio de Arquitectos de Lanzarote bonificó al cien por cien el visado para proyectos de rehabilitación de edificios catalogados, y pedía que los ayuntamientos hicieran lo mismo con bonificaciones en el impuesto de construcciones, tasas de las licencias o subvenciones. El presidente del Colegio de Arquitectos de Lanzarote, Miguel Ángel Fontes, señala que ha habido una dejación completa de las funciones del Ayuntamiento: “Estamos cansados de escuchar que los edificios no forman parte del catálogo porque el Ayuntamiento debe instar a la conservación”.

La primera dejación es no haber aprobado el catálogo y la segunda, no llevar a cabo una vigilancia, ya que el Consistorio debe notificar el riesgo de deterioro al Cabildo o instar a la conservación a los promotores si no lo hacen. “No es tan complicado, no puede ser que todo lo viejo se deba dejar en ruina”, asegura Fontes.

Aunque algo sí ha cambiado. En los últimos meses se han desbloqueado las licencias para dos de esos edificios con valores patrimoniales: el que albergaba el comercio Panasco en la calle Real y la Librería Lasso, en el principio de la calle Fajardo. En ambos casos, sus propietarios pasaron de solicitar el derribo a promover otra solución, que pasa por la reconstrucción de las fachadas originales y el aumento de plantas en retranqueo. El interior no guardaba ya valores patrimoniales porque se había transformado. También se ha anunciado la rehabilitación de un edificio en la Plaza de Las Palmas, la conocida como casa Viñas, que albergará un restaurante. Y, antes de estos, se pueden contabilizar dos ejemplos de que el patrimonio es compatible con la actividad económica: las rehabilitaciones de la farmacia Tenorio y de la antigua fábrica La Defensa.

Otros no han tenido la misma suerte. En la calle Real, donde se encontraba el comercio Alfa (en el número 52), se derribó ese inmueble y el colindante (el número 54), mientras que el antiguo Hotel Oriental (el número 37), donde Patrimonio del Cabildo considera que se debe conservar también el interior de la planta superior, se pretende vaciar por completo.

El Colegio de Arquitectos ha pedido los expedientes de los derribos porque considera que se pueden haber destruido valores patrimoniales, mientras que el Ayuntamiento de Arrecife considera que debe dar las licencias de demolición y que, o no estaban en el catálogo o bien ya no había fachada. Los propietarios se quejan de la lentitud de la Administración pero los informes de Patrimonio de los inmuebles que se van a rehabilitar se evacuaron de forma inmediata.

Otro ejemplo es Haría, donde se organizan visitas al inmueble a rehabilitar y se trabaja de forma coordinada. Cuando se pretende hacer un proyecto para un edificio histórico, se hacen visitas conjuntas con el arquitecto, el promotor, el inspector de Patrimonio y un técnico municipal. En lugar de tardar un año, en ocasiones se soluciona en un mes. “No es lo mismo una reunión en el inmueble que decidir en un despacho”, señala el presidente del Colegio de Arquitectos. “Ya se sabe hasta dónde se puede llegar y así va todo sobre ruedas, si hay coordinación se agiliza mucho el proceso”, destaca.

Polémica

En el caso del antiguo Hotel Oriental, existe un informe de la arquitecta Blanca Cabrera para la empresa propietaria (Inmobiliaria Chimida, cuyo administrador es Juan Carlos González Berriel), que afirma que hay peligro de que se caiga y pide que se agilice la licencia solicitada para vaciar el interior.

En ese informe se afirma que “la ruina principal del edificio se encuentra en el mal estado de los techos, dada su mala calidad, antigüedad y conservación, encontrándose la mayor parte de la madera de los techos podrida, afectada por la humedad y la carcoma”. Califica el problema en la parte alta como “alarmante”, con vigas caídas y techos abombados que podrían provocar “en cualquier momento” el derrumbe del techo de la planta alta, que a su vez afectaría a la planta baja, al local de la joyería e incluso a los transeúntes. El informe es de noviembre de 2018 y el inmueble no se ha caído.

Hubo otro intento la década anterior: en octubre de 2006, con María Isabel Déniz en la alcaldía, se emitió una orden de desalojo del edificio por ruina inminente, que fue paralizado y después anulado por el Tribunal Superior de Justicia.

Patrimonio considera que el antiguo Hotel Oriental, un inmueble de principios del siglo XIX, con un “estilo tradicional” de la clase acomodada de Arrecife, tiene valores a mantener en la parte alta y que se debe rehabilitar, no destruir, tal y como ha pasado con los inmuebles antes mencionados. “Una cosa es desbloquear licencias y otra velar por el patrimonio de Arrecife”, dice Leandro Delgado, concejal de Lanzarote en Pie-Sí Podemos.

“Hay un largo trecho”. Delgado destaca que la Administración debe poner los recursos suficientes para ofrecer soluciones viables a ese patrimonio y recalca que “no se trata de no tocar nada”, añade Delgado. “Decir que se genera empleo por dar licencias de derribo es una visión muy corta, es más rentable en el tiempo la conservación y puede ser incluso un atractivo turístico”, señala el concejal.

“Intereses públicos”

En el informe jurídico incorporado al expediente de la licencia del antiguo Hotel Oriental, firmado por una técnico municipal dos días antes de que se tuviera previsto llevar su resolución a la Junta de Gobierno, no se hace mención alguna a los valores patrimoniales del inmueble. La Junta se acabó posponiendo y el Cabildo informó, otra vez, de que existían esos valores cuya destrucción podía ser irreversible.

Lo único que apunta el informe jurídico municipal, que es favorable al proyecto presentado, es que “resulta conforme con la ordenación urbanística y normativa técnica que le es de aplicación”, además de señalar que no aparece en el catálogo municipal en vigor. El expediente se quedó sobre la mesa pero desde parte del grupo de gobierno (PP, PSOE y NC-Somos) se sostiene que se llevará de nuevo en breve a aprobación.

Nona Perera, directora general de Patrimonio.

El Cabildo pidió personarse en el expediente el 19 de noviembre, un día antes de que se dejara sobre la mesa, en calidad de interesado en el procedimiento administrativo. La solicitud la hace el consejero Andrés Stinga. Señala en ese escrito que, debido a una baja médica del inspector de Patrimonio, se tardó en informar, pero que, desde marzo de 2019, el Ayuntamiento tiene en su poder el dictamen que resalta los valores patrimoniales que el proyecto del promotor destruiría.

El Cabildo pide personarse en el procedimiento y que se abra un trámite de audiencia por un pazo de quince días, “al objeto de estudiar la documentación y, en su caso, presentar las alegaciones que se estimen necesarias en defensa de los intereses públicos respecto al Patrimonio insular”.

En ese escrito, el consejero recuerda que “todos los planes, instrumentos, programas y proyectos relativos a ámbitos como el paisaje, el desarrollo rural, las infraestructuras o cualquier otro que puedan suponer una afección sobre elementos del patrimonio cultural de Canarias (…) deberán ser sometidos a informe favorable del Cabildo Insular, que establecerá las medidas protectoras, correctoras y compensatorias que considere necesarias para la salvaguarda del patrimonio cultural afectado”.

Aviso del Gobierno

“Si Ástrid da licencia para el Hotel Oriental el Gobierno actuaría de inmediato”, advierte Nona Perera, directora general de Patrimonio

El Gobierno de Canarias también ha puesto el foco en el expediente del Hotel Oriental. La directora general de Patrimonio, María Antonia Perera, asegura que si el Cabildo no aplica medidas cautelares en el caso de que el Ayuntamiento dé licencia de derribo interior, lo haría el Gobierno. “Hablé con Ástrid y dijo que le iba a dar licencia. En ese caso, actuaríamos de inmediato”, asegura. “El Ayuntamiento debe tener personal formado o buscarlo para que informe sobre los valores patrimoniales”, añade.

Perera despeja cualquier duda: aunque el inmueble no esté catalogado, si tiene valores “el Ayuntamiento no puede dar la licencia”. Es el caso del Hotel Oriental, asegura Perera, que insta a Pérez a “gestionar y mantener los bienes históricos de su municipio”. “No se debe dar licencia de esas características para el Hotel Oriental, pero tampoco se tenía que haber dado para el antiguo comercio Alfa, que se tiró, ni para el edificio de al lado”, sentencia.