SECTOR PRIMARIO

El objetivo del relevo en la viña de Lanzarote

Los viticultores luchan contra el abandono del paisaje, mientras siguen reivindicando que se mejoren las ayudas para un eje clave del sector primario de Lanzarote

Foto: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 5 COMENTARIOS 09/08/2018 - 06:52

Ginés Gutiérrez lleva 20 años dedicado a la viticultura, de forma semiprofesional. Junto a otros miembros de la familia se hizo cargo “del compromiso de una herencia”, la finca de su suegro a los pies de Montaña Tinache, que tras su erupción ha permitido durante siglos contar con unas viñas que alimentan la producción de las bodegas. Y también la suya propia: hace tres años su vino artesanal se llevó el primer premio del Concurso insular de cata. En un paseo por su finca se observan las parras abundantes, pero aún es pronto para hablar de una previsión. “Tenemos los dedos cruzados. Hasta que no estemos vendimiando el racimo de uva no podremos decir nada”, señala precavido.

La actual preocupación entre los viticultores de la Isla es controlar la plaga de la ceniza, “el mayor enemigo en este momento”. En Tinajo, explica Ginés, la panza de burro matutina genera la humedad necesaria para que la plaga prolifere. También han sufrido el mildiu, enfermedad que seca el racimo que está germinando. “Hacía años que no se había dado tan agresivo, pero se controló”, comenta aliviado.

El otro temor que completa el listado de inquietudes de los hombres del campo es que llegue una ola de calor que dé al traste con la cosecha. Al final, reflexiona, es la naturaleza la que decidirá si el fruto que con tanto cuidado y esmero ha visto crecer alcanzará la maduración ansiada para compensar todos los esfuerzos.

Como en toda Lanzarote, en las viñas de Ginés predomina la malvasía volcánica, que comparte protagonismo con listán blanco y listán negro. Los vinos de la Isla acumulan galardones internacionales y su demanda en el exterior va en auge: menos de la mitad de las botellas se consumen aquí.

En cambio, las ayudas continúan siendo escasas para un cultivo que, en el caso de Lanzarote, ayuda a mantener su paisaje característico. Los últimos datos del Posei, el programa comunitario de apoyo a las producciones agrícolas y ganaderas, apuntan a que de los más de 202 millones inyectados por Europa en Canarias, apenas tres millones se destinaron a la viña. Solo el plátano se queda con 140 millones.

El presidente del Consejo regulador de la denominación de origen Vinos de Lanzarote, Rafael Morales, destaca que el principal hándicap al que tiene que enfrentarse el viticultor son los retrasos que sufren en los cobros de las limitadas subvenciones a las que se pueden acoger. Y critica que, como evidencian las cifras, la viña sea considerada por las autoridades autonómicas un cultivo secundario frente a otras producciones como el plátano o el tomate.

Así, frente a los apenas 1.650 euros por hectárea que recibe el propietario de una viña asegurada, la subvención a la hectárea de tomate ha pasado de 5.000 a 15.000 euros. Morales recalca que la viña debería contar con mayores recursos económicos, al tratarse de un trabajo artesanal, más laborioso y además de menor producción.

En La Geria, por ejemplo, los característicos hoyos se excavan en capas de picón que llegan a alcanzar los tres metros de altura. En cada hoyo se plantan apenas entre una y tres vides. “La descompensación que existe con las ayudas entre diferentes cultivos se tiene que arreglar de alguna manera, igual que los retrasos que sufre el viticultor o la obligación de cumplir con el requisito de que la producción debe alcanzar los 500 kilos como mínimo por hectárea”, apostilla Ginés.

También cuestiona la fórmula de pago a los viticultores, de manera fraccionada, reclama que cobren cuando se entrega la uva, aboga por la creación de una cooperativa insular a la que vender la uva, que opina que “daría pie a incentivar la agricultura en la Isla”, o incluso por la compra de terrenos por parte del Cabildo para ponerlos en explotación.

De los más de 202 millones inyectados por Europa en Canarias, apenas tres millones se destinaron a la viña. Solo el plátano se queda con 140 millones

La finca familiar del camino de Liria a la que Ginés dedica gran parte de su tiempo cuenta apenas con un hectárea de extensión. Sus viñas lindan con un terreno baldío, sin cultivar por los habituales problemas de herencias. Otro viticultor, Lorenzo Viñoly, con finca en La Geria, muestra su desánimo al comprobar que hay zonas del campo que están “abandonadas, sin una planificación que permita evolucionar” al sector vitivinícola.

Viñoly ve el futuro con “incertidumbre”. “Somos los viticultores los que invertimos de nuestro propio bolsillo y de nuestras herencias por recuperar La Geria y necesitamos una normativa, tener un plan y ver un futuro para el sector”, enfatiza.

También hace hincapié en la necesidad de actualizar el Plan Insular y aprobar el Plan Especial de La Geria, para que el sector tenga un marco claro. “La mejor protección es permitir a los propietarios que deseen invertir y arreglar su finca que lo puedan hacer con una seguridad jurídica”, afirma.

Otro de los factores clave para el sector vitivinícola, en el que coinciden viticultores, bodegueros y responsables públicos, es la necesidad de garantizar el relevo generacional. El presidente del Consejo regulador recuerda que, tradicionalmente, las viñas familiares siempre pasaban de padres a hijos, y el cultivo perduraba de generación en generación. Enganchar a los jóvenes al campo es uno de los objetivos fundamentales para garantizar la supervivencia del sector y del propio paisaje de la Isla.

Más claves

VINOS ARTESANALES. El fomento de la elaboración de vinos en bodegas artesanales, cumpliendo una serie de requisitos higiénicos y sanitarios, es uno de los objetivos de las instituciones. Su comercialización, Ginés Hernández la ve como una “opción de futuro”, y lamenta la “decepción” que supuso la suspensión de la última edición del Concurso insular de cata de vinos artesanales tras la advertencia del Consejo regulador.

PROMOCIÓN DEL VINO. El Consejo regulador de la denominación de origen Vinos de Lanzarote cuenta en la actualidad con 14 bodegas y también aglutina a los viticultores de la Isla. Uno de los aspectos que se ha consolidado en los últimos años es el de la promoción del vino en el exterior y en el propio mercado interno. Algo menos de la mitad del vino lanzaroteño se consume en la Isla, mientras el 44,5 por ciento se vende en el resto de Canarias, un 2,5 por ciento en la Península y un 3,5 por ciento en el extranjero.

Comentarios

Me parece bien que se apoye a los agricultores autónomo, pero no a los propietarios agrícolas. Yo soy autónomo en el régimen general y no tengo ninguna ayuda.
El dinero de las subvenciones se va para la tauromaquia, el teatro, asociaciones feministas, queserías y demas instituciones que podrían sostenerse perfectamente ellos mismos a base buenas practicas mercantiles o donaciones. La Geria no necesita subvenciones que permitan la desturcción para luego contruir muros rectos. La Geria necesita una ONG que se financie a base de eventos benéficos y donaciones.
Yo soy propietario agrícola y tengo la viña impecablemente atendida frente al abandono de mis colindantes. Las ayudas para quien las tiene atendidas.
Pues yo también tengo parras y de ayudas ni un céntimo, ni las quierio. Y también las tengo impecables. Lo que pasa es que el carotismo en esta isla es más que ilustrado. Con el rollito del paisaje aquí todo el mundo a vivir de la sopaboba.
Totalmente de acuerdo con el comentario Nº 3

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