El ministro de Cultura, José Guirao, confirmó, este miércoles, que su presencia en los actos del centenario de César Manrique que organiza la FCM es, “efectivamente, un reconocimiento del Gobierno de España a la figura de Manrique y al trabajo de la Fundación”. Guirao trasladó “el apoyo del Ejecutivo a estas entidades, ya sean públicas, semipúblicas o privadas, que difunden, conservan y promueven el legado de artistas, sobre todo del siglo XX y XXI, y mencionó los proyectos de Fundaciones como la de Tàpies, Miró o el Museo Picasso.

El representante gubernamental explicó que su visita era obligada a los actos del centenario manriqueño, aunque se ha buscado el impás entre campañas “por prudencia”.

Guirao glosó la figura del artista que definió como “maravilloso, integrador de la arquitectura local y el paisaje, un visionario” y aseguró que su legado “sigue absolutamente vivo, sigue vigente porque Manrique fue un adelantado a su tiempo”. Alabó, asimismo, la contribución, en este sentido de la propia Fundación, “por su magnífica labor de difusión”.

El ministro, que visitó por la mañana la Casa Museo de Haría, inaugura este miércoles el ciclo Cuatro conversaciones de futuro, con un primer diálogo entre Iñaki Gabilondo y Sami Naïr, bajo el  título Gobernanza siglo XXI. Barbaries y solidaridades, sobre Europa, geoestrategia y migraciones. A este respecto, comentó, en el día en el que se conocía el fallecimiento de una persona en una patera arribada a Tinajo, comentó “el horror de la pérdida constante de vidas de personas que dejan su país en busca de una vida mejor”. Dijo que cada muerte “debe ser un aldabonazo para abordar el problema en profundidad, un problema que es europeo” y se refirió a las estrategias del Plan África del Gobierno socialista, “aumentando la cooperación internacional al desarrollo y a la educación”.

José Guirao también inaugura la exposición César Manrique. Lanzarote en  Taro de Tahíche, comisariada por el director de la Fundación, Fernando Gómez Aguilera, que mostrará al público, por primera vez en casi cincuenta años, el mural que pintó el artista para la terminal de viajeros del primer aeropuerto de la Isla.