La Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias está tramitando la renovación de dos permisos de extracción de áridos en El Jable, en la zona de Muñique. Se prevé ampliar el plazo de concesión a dos de las empresas que operan en esta zona.

Además de estas dos prórrogas, también está tramitando la caducidad de otro de los permisos, en este caso, por petición de la empresa concesionaria, según fuentes de la Consejería.

Según ha podido saber Diario de Lanzarote, existe una denuncia en los Juzgados de Arrecife que se ha admitido a trámite sobre otra empresa por extracción de áridos en esa misma zona sin tener los permisos en regla.

En la llamada Zona de Actividad Extractiva de Las Melianas, junto a Muñique, hay diez concesiones mineras, según el avance del Plan Insular de Ordenación. Esta zona coincide, a su vez, con una zona de protección de aves, con una parte del hábitat de interés comunitario “dunas móviles”, con un lugar de interés sedimentológico y con una zona de cultivos de jable.

El avance del PIO reconoce los “elevados valores” del espacio pero considera que se debe mantener la actividad extractiva porque es el único lugar de la Isla para extraer jable. Tanto a través de las previsiones del PIO, aún no aprobado, como de la tramitación del Gobierno, los permisos se siguen ampliando.

En esta área, muchas minas ya están agotadas pero en la mayoría de los casos no se han llevado a cabo las medidas de restauración paisajística a las que están obligados los concesionarios. La escasa o nula vigilancia y la gran demanda que ha habido de este material en la Isla han provocado, en estos años, un descontrol total de las extracciones.

Por otro lado, el documento reconoce que muchas de las extracciones que tienen autorización “incumplen las especificaciones relativas a pantallas visuales, producción de polvo y ruido”, que no hay diseño ni proyecto de extracción y que eso provoca “una amplia dispersión sobre el territorio de zonas extractivas de pequeño tamaño, gran impacto y mínimo aprovechamiento del recurso, complicando las tareas y el coste de restauración, que pocas veces se suele llevar a cabo”.