ANÁLISIS

El difícil relevo generacional del “vino imposible” de Lanzarote

La Geria combina el aumento de bodegas y turismo con el adiós a la última camada de campesinos tradicionales

Mario Ferrer 7 COMENTARIOS 20/08/2019 - 07:01

A punto de llegar a los noventa años, Francisco de León recuerda sus primeras jornadas excavando parras: “Salía caminando de San Bartolomé a La Geria a las tres o cuatro de la mañana (…). Y allí se trabaja el día entero, porque no había reloj. Estábamos excavando hasta que se ponía el sol y luego, otra vez, caminando a San Bartolomé”.

Definida por el poeta vanguardista Agustín Espinosa como “un trozo insularizado de África”, la sahariana isla de Lanzarote reúne todos los requisitos para hablar de un vino en el puro extremo. Con una media de apenas de 100 milímetros de lluvias al año, en la zona de cultivo de viñas más al sur hasta Sudáfrica y con una producción por hectárea bajísima e imposible de mecanizar, hay que remontarse un poco en el tiempo para entender por qué se hace vino en esta Isla.

Vinos de Lanzarote: El Relevo por Liken Films.

A pesar de su inapelable belleza paisajística, La Geria no es producto de esmerados viticultores o refinados jardineros con querencia por la belleza paisajística, sino el resultado de la lucha titánica de desesperados campesinos que vieron la oportunidad de sobrevivir gracias a los nuevos frutales que permitía cultivar el picón.

Así, desde su mismo inicio, en el siglo XVIII, esta área del centro y sur de Lanzarote está marcada por lograr un portentoso equilibrio entre agudos contrastes. Las durísimas erupciones de Timanfaya provocaron la destrucción de las mejores zonas de cultivo y una catástrofe social, despoblando a la Isla, pero apenas unos años después la ceniza volcánica permitió una nueva agricultura que logró multiplicar su demografía. El resultado, hoy en día, es un parque natural paradigma de sostenibilidad que, al mismo tiempo, es un ejemplo de espacio profundamente construido y antropizado.

Acostumbrada a ese equilibrio entre extremos, La Geria combina el deleite estético que producen sus paisajes de negro-picón y verde-viña, con el trasfondo trágico de su construcción originaria, hecha a base de la combinación entre brazos de campesinos y patas de camellos, con el sistema socioeconómico del Antiguo Régimen, que privilegiaba a caciques terratenientes.

El milagro de La Geria fue posible gracias a un acuerdo inaudito entre geología y trabajo manual, un pacto a varias bandas en el que los agricultores, con un trabajo de tintes semi esclavistas, eran el eslabón más débil y con más presión de la cadena.

Así, cuando el turismo y sus mejores condiciones laborales aparecieron en la segunda mitad del siglo XX, La Geria empezó a quedarse sin sus trabajadores tradicionales, convirtiéndose éste en un problema central para su asegurar su futuro.

Muchos emigrantes recién llegados a la Isla han ocupados estos trabajos últimamente, pero sólo el 6,2 por ciento de los viticultores inscritos en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote tiene menos de 40 años.

En el otro lado de la moneda, las últimas décadas han dado grandes frutos: la unificación del sector a través del Consejo Regulador; el alza que ha tenido el prestigio de sus vinos; la mejora de la mercadotecnia; la renovación de los puestos técnicos (enólogos, economistas, expertos en turismo...); o la creación de nueva bodegas.

Hoy, La Geria es una zona llena de paradojas y no solo en el terreno del relevo generacional. En política territorial las hogueras se multiplican y también existe un debate muy intenso sobre cómo equilibrar el riesgo y la oportunidad que supone el turismo. El riesgo de masificar y trivializar el paisaje hasta convertirlo en un parque temático de saldo. La oportunidad de conseguir una fuente complementaria que asegure la rentabilidad de unos cultivos tan sufridos.

La producción por hectárea para el cultivo tradicional de soco sigue siendo extremadamente baja y, al mismo tiempo, el turista queda enamorado de la autenticidad de su paisaje y lo visita cada vez mas. ¿Cómo casar ambas tendencias para asegurar un futuro equilibrado?

Desde hace tiempo muchos piensan que La Geria vale más como paisaje cultural que como área agrícola, pero aún así se necesita gente que cultive unas parras que requieren muchos cuidados manuales. Una de las claves es el precio de la uva. Cuanto más se pague el kilo de uva, más posibilidades de mantener ese paisaje tal y como nos ha llegado, aunque hay muchos más factores que influyen en una situación que es compleja.

Cuando el conocido especialista francés Alain Huetz de Lemps decidió escribir el libro “Les vins de l’impossible”, la portada fue para una imagen de La Geria. Tres siglos después de su creación, la región de Lanzarote donde los vinos nacieron gracias al volcán no tiene su futuro asegurado. Su reinvención pasa por buscar, de nuevo, una fórmula equilibrada que permita armonizar sus extremos.

Comentarios

Que la trabajen los empresarios y políticos que tienen la isla llena de guiris!!!. No al turismo masivo. NI UNA CAMA MÁS.
Si nos pagaran el kilo de uvas como dios manda , tendrían cultivo y cultivadores ora rato . A mi no me sale rentable cuidar , podar etc ... la uva cura te todo el año para que me paguen 80 céntimos el kilo . Es una vergüenza, dennos nuestro lugar o está isla se queda sin vino .
ES una barbaridad que se siga favoreciendo la edificación en La Geria en vez de ofrecer incrementos de superficie y volumen a cambio de soterrar todo lo que se pueda. Por lo demás creo que GRACIAS AL TURISMO La Geria podría ser económicamente viable convirtiendo las bodegas en centros gastronómicos y cobrando una tasa al turismo para subvencionar la agricultura tradicional.
Nunca se ha gestionado la economía de LANZAROTE como un todo integral. Los gobernantes hediondos han sido cómplices de 4 ratas con negocios 100 % especulativos ( en la construcción, hoteleros , alquiler de coches ) en vez de integrar todos los sectores en un sistema SOLIDARIO. El turismo debería financiar la agricultura y la transición energética en vez de servir exclusivamente a la codicia de 4 depredadores.
Eso es. QUE LA TRABAJE EL SECTOR TURÍSTICO QUE ES EL QUE SACA BENEFICIO DE ELLO! También los políticos!
Mucha zona fue expropiada y abandonada, sobre todo las higueras
Estamos Hartos de políticos, empresarios y, sobre todo, de los medios de comunicación de esta isla.

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