Arrecife estrenará a finales de este año “las primeras oficinas destinadas a la participación ciudadana y el encuentro de colectivos”, en un local de 200 metros cuadrados dentro del edificio del pabellón de Argana, que se encuentra cerrado al público desde marzo de 2013 por defectos graves en la construcción.

La alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez, junto a la concejal de Juventud y Participación Ciudadana, Eli Merino Betancor, y el vicepresidente y consejero de Obras Públicas del Cabildo, Jacobo Medina, dieron a conocer el lugar donde se habilitarán las nuevas instalaciones municipales.

La alcaldesa dijo que la adecuación de estas obras ya ha sido adjudicada por unos 110.000 euros y la empresa constructora dispone de un plazo de unos cinco meses para adecuar los locales, “que actualmente están en estructura únicamente”.

Merino detalló que estas instalaciones municipales forman parte del proyecto que su Área y el grupo de gobierno “pusieron en marcha desde el inicio de este mandato para potenciar la participación ciudadana”.

Así, remarcó, que el pleno del pasado viernes aprobó por unanimidad de todas las fuerzas políticas el nuevo reglamento de Participación Ciudadana que será sometido al preceptivo trámite de exposición pública.

“Con la adecuación de este local público, acercamos a los barrios y posibilitar que los colectivos, agrupaciones y asociaciones dispongan de unas instalaciones para sus actividades y encuentros”, afirmó.

Fondos europeos

Jacobo Medina resaltó que la licitación de esta obra se ha efectuado, a petición del Ayuntamiento, desde la primera institución insular con cargo al programa Edusi, de la Unión Europea. La licitación fue publicada en otoño pasado y en estas semanas se ha resuelto su adjudicación y contratación por unos 110.000 euros.

Pabellón cerrado

Según la alcaldesa, el Ayuntamiento capitalino también “trabaja para la reapertura al público del pabellón deportivo de Argana Alta”. Hace tres años que se adjudicó el contrato con la empresa Clece, encargada de la piscina municipal y del pabellón, que era la responsable de ejecutar las obras, si bien desde el principio surgieron discrepancias con el Consistorio sobre las deficiencias y los trabajos que habría que acometer, que no se han llevado a cabo.