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El aumento de los ingresos por COVID ralentiza las operaciones programadas

Afol, la asociación de pacientes de cáncer de la Isla, solicita al Servicio Canario de la Salud que no se olvide de las otras especialidades médicas y que no se retrasen las consultas ni las operaciones previstas

Hospital Doctor José Molina Orosa. Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 1 COMENTARIOS 17/02/2021 - 06:30

El Plan de Contingencia del Hospital Doctor José Molina Orosa contempla varios escenarios para hacer frente a la pandemia. En el caso de las camas hospitalarias disponibles, el recinto hospitalario puede llegar a contar con hasta 110 para enfermos de COVID, mientras que en el caso de las unidades de cuidados intensivos se reconvierten quirófanos o salas de reanimación para llegar hasta 56, si fuera necesario.

El Plan contempla las opciones A, B y hasta la F. En esta tercera ola se ha llegado a abrir la planta de cirugía para los enfermos de COVID, con 47 camas más. Si los ingresos crecen se puede disponer de la planta médico-quirúrgica, la de medicina interna o incluso un hospital de campaña en las antiguas dependencias de suministros.

La UCI tradicional tiene diez camas, que están ocupadas en su totalidad. Se han acondicionado las cuatro camas de la Unidad de reanimación y 12 en la Unidad de Recuperación Postanestesia y se podrían usar siete camas de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria, e incluso diez camas en las zonas de quirófanos, entre otras, aunque es poco probable que se llegue a este extremo porque el número mayor de ingresados en UCI ha rondado la veintena al mismo tiempo.

“Los quirófanos aún no se están usando, se ha preferido usar la reanimación de momento para no sacrificar demasiadas operaciones”, señala el gerente del Hospital, José Luis Aparicio. La previsión es una buena noticia, pero el efecto secundario es la ralentización o la suspensión de otras operaciones y de otras consultas.

El último dato disponible sobre las listas de espera, según el propio Servicio Canario de la Salud, es de junio de 2020. Hace siete meses había en la Isla 1.691 personas esperando para ser citadas en alguna de las especialidades médicas. La cifra es sensiblemente menor que en un año antes, cuando se rozaban las 3.000 personas, pero mayor que hace cinco años, cuando había entre 600 y 700.

“Traumatología es de las especialidades que se van a ver más afectadas”

En espera para pruebas complementarias había 318 personas, casi tres veces más que seis meses atrás, antes de la pandemia, cuando eran solo 110. Esa espera había bajado mucho desde junio de 2019, cuando eran 402 las que estaban pendientes. Finalmente, la lista de espera para operarse es de 1.799 personas, de las que 694 llevan más de seis meses de demora.

De ellas, más de 800 son de traumatología, con diferencia la especialidad más afectada, seguida por cirugía general y digestiva, oftalmología y urología. Incluso había bajado desde diciembre de 2019, cuando eran poco más de 2.000 personas, pero porque había subido durante ese año en casi 500.

En definitiva, antes de que llegara la pandemia había una tendencia a la baja en las listas de espera que, a falta de saber los datos del segundo semestre de 2020, se habrá truncado. “Traumatología es de las especialidades que se van a ver más afectadas”, reconoce Aparicio, que señala que la cirugía está al mínimo.

Se están llevando a cabo operaciones de urgencias (accidentes o cesáreas), oncológicas y aquellas que pueden acarrear problemas de salud graves si hay demoras.  Por otra parte, se están agilizando las cirugías ambulatorias de casos leves, lo que, paradójicamente, hará bajar la lista de espera ya que se hacen más operaciones que antes. Sin embargo, aquellos que estaban esperando por una operación que necesita ingreso, seguirán esperando.

Carmensa Arrocha, presidenta de la asociación de familias oncohematológicas (Afol), señala que les “están llamando personas que, en teoría, están curadas desde hace años, pero que deben pasar la revisión”. A muchas de ellas no las han llamado. También pasa en otras patologías con pacientes que deben pasar una revisión periódica. Las llamadas se están espaciando más de lo habitual.

“Nos están llamando personas que deben pasar la revisión y que no han sido citadas”

Arrocha cree que es una cadena: si hay menos consultas, se retrasa el diagnóstico, por lo tanto se tarda más en pedir las pruebas, “y, a veces, un diagnóstico tardío puede ser fatal. No se piensa en las consecuencias que esto acarrea”, apunta.

De hecho, la Sociedad Española de Oncología acaba de presentar su informe Las cifras del cáncer en España 2021 en el que se afirma que el año pasado se diagnosticaron un 21 por ciento menos de casos de cáncer que el año anterior. Es decir, uno de cada cinco pacientes con cáncer no está diagnosticado, por lo que llegarán a los hospitales pacientes con tumores ya avanzados.

Dice Arrocha que hay personas que tienen miedo y por eso no van al médico o que aguantan una dolencia durante varios meses esperando que mejore la situación. “Pero si no mejora pronto…”, Arrocha cree que a largo plazo se van a acumular los problemas “y se va a ir agravando al situación”.

El retraso desde marzo se va a ir acumulando porque, dice Arrocha, “hay pacientes a quienes no se ha llamado en dos años”. Para Afol, hay que buscar la manera de avanzar para todos. “Somos conscientes de la situación actual, pero no podemos depender de una sola enfermedad porque hay muchas patologías y todas son fundamentales”, dice y pide que no se olviden de otras especialidades.

“El cáncer, con COVID o sin él, sigue haciendo estragos” y sigue siendo una de las principales causas de muerte. “Hay que ser responsables y no pasa nada por estar un tiempo encerrados, la vida no se va a acabar, pero, si no tenemos salud, para qué queremos lo demás”, señala la presidenta de Afol, que pide la colaboración de todos para salir de esta situación.

Más personal

Otro problema es la falta de personal médico y de enfermería en las UCI

El otro problema, además de las infraestructuras, es el personal y, sobre todo, el personal de medicina y enfermería para atender las unidades de cuidados intensivos. El personal del Hospital comienza a notar el cansancio por la atención constante. El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, aseguró en Lanzarote que, si hiciera falta reforzar la plantilla, se haría, pero no aclaró cómo.

El gerente del Hospital, por su parte, señala que de momento no ha hecho falta, aunque se estén doblando turnos, y dice que, si hay otro brote, quizá sí que habría que optar por ese refuerzo. También afirma que hay personal del Hospital Doctor Negrín que se ha ofrecido para desplazarse a Lanzarote en un plazo de 24 o 48 horas si hiciera falta.

Comentarios

Cuando van a terminar con esta gran mentira, el virus existe, no se puede negar su existencia pero la que tienen montada cuando otros años atrás las personas se contagiaban del virus del resfriado y las urgencias de los hospitales se colapsaban, el sistema sanitario paralizado, la economía lo mismo que pretenden matar a la población por desatención en los centros de salud y de hambre por que la economía no funciona, y parece ser que esto no va a terminar

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