El Correíllo se iba a presentar en sociedad en abril, en un acto público, pero por motivos obvios tuvo que retrasar la presentación y se ha acabado dando a conocer mediante un comunicado enviado a los medios de comunicación. El objetivo, no obstante, es el mismo: “Seguir defendiendo el interés general desde la sociedad civil”.

Sus impulsores son los exconsejeros de Podemos en el Cabildo insular, Griselda Martínez, que lo preside, Pablo Ramírez y Carlos Meca, así como otros antiguos miembros de esa formación, como Daniel Cabecera, entre otros.

Dicen que muchos de los temas que abordaron en los cuatro años de actividad institucional siguen sin resolverse. De hecho, el nombre lo rescatan de los antiguos barcos correo. “Los correíllos fueron decisivos para el desarrollo de la Isla, transportaban pasajeros, mercancías, correo, agua…, permitieron que Lanzarote se conectara con el mundo para propiciar un progreso necesario”, aseguran.

Y el agua es uno de sus objetivos principales. “Fue uno de nuestros grandes caballos de batalla y lo seguirá siendo. La adjudicación del ciclo integral del agua a Canal Gestión Lanzarote constituye uno de los episodios más oscuros de la política en la Isla de las últimas décadas. Y el Cabildo sigue sin impulsar el proyecto del acuífero de Timanfaya, que podría aportar agua de calidad al campo y abaratar el coste de la producción y venta del agua de consumo. Es incomprensible la pasividad que sigue mostrando la primera institución insular con un tema que podría ser decisivo para la Isla”, señala Carlos Meca.

Los antiguos cargos públicos de Podemos no van a ser los únicos que recuperen la actividad en la sociedad civil. Hace unas semanas se activó Ecologistas en Acción Lanzarote, con presencia en redes sociales y que responde al impulso de otro grupo de personas que están en vías de crear una nueva asociación que se integrará en la federación Ben Magec.

“El gen ecologista está en Lanzarote, está ahí, pero alguien tiene que impulsarlo”

“Se avecinan tiempos difíciles, es necesario replantearnos como sociedad el futuro que queremos construir desde el presente, nos tememos que se vuelva a apostar para salir de la crisis por el binomio fracasado de construcción más turismo, depredando el territorio y destruyendo el medio ambiente. Hoy más que nunca creemos en una sociedad unida en la defensa del territorio. Por eso y para eso hoy estamos aquí construyendo esta asociación para unir nuestros esfuerzos a otros grupos y personas que creen en una sociedad más justa y respetuosa con el medio ambiente”, señalan en su presentación.

El presidente de esta nueva asociación será Jorge Cáceres y la vicepresidenta, Elena Solís. Cáceres señala que en la Isla hay movimientos ambientalistas e iniciativas ecológicas, ecologistas o naturalistas, como recogidas de residuos o limpieza, entre otras, pero que no hay un colectivo fuerte ecologista como hubo en el pasado, con El Guincho, que no ha vuelto a convocar elecciones. Dice que es evidente que hay interés porque, en solo unos días, su primera publicación en las redes tuvo más de tres mil visitas.

“Hemos hablado con Ben Magec porque no puede ser que Lanzarote sea la única isla que no tenga un colectivo asociado a Ecologistas en Acción porque El Guincho está desaparecido”, dice Cáceres. Van a intentar “reactivar el movimiento ecologista”, y “más con la que se puede venir ahora, con la salida de la crisis que pueden llover palos por todos lados, con presiones para reactivar la construcción y la especulación y volver a lo mismo, así que la sociedad organizada necesita contar con un contrapeso”.

“Seguimos sin contar con un planeamiento que permita afrontar los retos del futuro”

Además de las cuestiones estratégicas, ya tienen dos caballos de batalla. Por un lado, la iluminación que afecta a las pardelas y las desorienta, ya que no existe un alumbrado adecuado que no deslumbre, lo que entra dentro de un debate más amplio, relacionado con la contaminación lumínica. Tampoco existe una campaña de recogida de pardelas ni de información en Lanzarote, mientras que en otras islas sí. “¿Qué futuro queremos para la biodiversidad canaria?”, se preguntan.

También destacan que hay un interés claro por no hacer cumplir las normativas y que solo hay un agente de medio ambiente activo para toda la Isla. Por otro lado, ya han hecho una primera denuncia, a través de Ben Magec, contra la práctica de motocross en El Jable. Además, desde El Correíllo señalan que hay más objetivos. “Seguimos sin contar con un planeamiento urbanístico y territorial que permita afrontar los retos del futuro y sin un modelo económico alternativo que ayude a paliar situaciones como las que nos toca afrontar en el presente”, dicen.

Y se proponen dar repuesta “a problemas que ya no son sólo locales, como el cambio climático o el agotamiento del actual modelo económico global”. Cáceres destaca que “sin medio ambiente no hay calidad de vida” y añade que hace falta una voz ecologista para informar, para hacer seguimiento a agresiones como nuevas playas artificiales o proyectos especulativos en el territorio. “Es nuestra obligación como sociedad, somos los responsables de mantener ese patrimonio biológico”, asegura, y señala: “El gen ecologista está en Lanzarote, está ahí pero alguien tiene que impulsarlo”.