Desaparecen pruebas y autos judiciales relevantes del sumario del caso Unión
Las grabaciones originales de dos pruebas relevantes de la operación Unión han desaparecido. Se trata de la primera conversación grabada por la Unidad Central Operativa (UCO) entre Carlos Espino y Fernando Becerra, que da pie a toda la operación, de la que sólo se conserva una copia, y de la única conversación mantenida entre Lleó y Espino, días antes de las primeras detenciones, de la que no hay ni siquiera una copia. También se ha extraviado el original de los autos de entrada y registro a la casa y oficinas de Luis Lleó y al Ayuntamiento de Yaiza.
De los 12.000 primeros folios de la instrucción, cuyo secreto de sumario se levantó en diciembre de 2009, estos son los únicos que faltan. El primero de los autos, que autorizaba a registrar el domicilio de Lleó, ya ha sido anulado por la Audiencia Provincial, aunque no por este motivo sino porque la fundamentación del auto correspondía a la entrada y registro de otra de las imputadas, Elena Martín, por un error obvio.
Con esa anulación se invalidan todas las pruebas conseguidas mediante ese registro, como el informe que hizo la Guardia Civil que ponía de manifiesto los contactos de Luis Lleó con dos ex letrados del Tribunal Constitucional que le asesoraban a cambio de grandes sumas de dinero. Los fundamentos de ese auto eran los mismos que aparecían en el auto de entrada y registro del Ayuntamiento de Yaiza, ya que se buscaban expedientes relacionados con Lleó, aunque también con el arquitecto Carlos Morales.
Ese auto era el folio 10.526 del sumario, que ahora pertenece a otro contenido, y se separó del resto para dar testimonio en otra pieza que se seguía por la construcción de la casa de Morales en suelo rústico, ya que el expediente se consiguió en el registro del Ayuntamiento. Esos papeles ni llegaron a esa causa ni volvieron, y la pieza contra Morales se ha archivado sin que se aportaran.
Esto no es todo. Hay indicios de que han podido desaparecer los originales de autos que afectan a detenciones y registros. Uno de los imputados, Felipe Fernández Camero, señala hasta 93 documentos sin firmar por parte del primer juez instructor, César Romero Pamparacuatro.
Originales firmados, los que están no
El secretario del Juzgado número 5 había advertido en enero de 2012 que faltaba la firma del juez en once de ellos, que se le enviaron a Pamparacuatro para que los firmara, pero tiempo después aparecen muchos documentos más sin firmar de los que no se había informado. De esos 93, la mayoría son providencias o diligencias que no están firmadas por el juez ni tienen por qué estarlo, según fuentes de la investigación, consultadas por DiariodeLanzarote.com.
Otros, sin embargo, son autos que afectan a derechos fundamentales: de entrada y registro a domicilios, como los de la ex alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, la consejera del PIL en el Cabildo, María José Docal, o los ex concejales en Arrecife de este mismo partido en Arrecife, Antonio Machín y Luisa Blanco. En la misma situación están las órdenes de detención de Fernández Camero, de dos directivos de Urbaser o de empresarios como Eduardo Ferrer (Tunera) o José Luis Betancort (antiguo dueño de Torres).
Según las mismas fuentes de la investigación consultadas, todos los autos originales estaban firmados por el juez. Los autos que aparecen en el sumario están firmados sólo por el secretario.
En riesgo toda la instrucción
En la instrucción no se ha llevado a cabo una reconstrucción de autos, en la que se cita a las partes para subsanar errores de este tipo y que puede derivar en la solicitud de pruebas periciales para determinar si los documentos originales se crearon antes de las detenciones o se crearon después, que es en definitiva lo que podría conllevar la anulación de esos documentos.
La causa no se tramitó dentro del sistema informático Atlante, por los recelos o temores a filtraciones (como en efecto ocurrió) y por la relevancia social de algunos de los investigados, pero no sería difícil comprobar cuándo se crearon esos documentos, ya que es una información que se almacena en las propiedades del documento informático.
Una de las juezas instructoras del caso, Lucía Barrancos, en un auto de 19 de enero de 2012, señalaba, instando a que se subsanara el error material de ausencia de firma de algunos autos y resoluciones, que “la falta de firmas no originaba la nulidad de las actuaciones ya que se trata de un error material u omisión”.
En el caso de la desaparición de la primera conversación que dio lugar a la operación, sin embargo, sí podría poner en riesgo toda la instrucción, en caso de que se anulara esa prueba.
Comentarios
1 Flaneur Vie, 31/01/2014 - 16:43
2 Indignada Vie, 31/01/2014 - 17:47
3 Tor-Pedo Vie, 31/01/2014 - 20:22
4 Anónimo Vie, 31/01/2014 - 22:35
5 Capitan Brav-UCO Vie, 31/01/2014 - 23:12
6 AMIGO Sáb, 01/02/2014 - 09:31
7 epitafio!! Sáb, 01/02/2014 - 11:13
8 Flaneur Sáb, 01/02/2014 - 11:31
9 Alicio Sáb, 01/02/2014 - 15:55
10 jose domingo Sáb, 01/02/2014 - 17:41
11 vitapole Sáb, 01/02/2014 - 19:00
12 transparencia Sáb, 01/02/2014 - 19:29
13 alguien paga seguro Sáb, 01/02/2014 - 23:27
14 yo mismo Dom, 02/02/2014 - 07:28
15 mequedofrio Dom, 02/02/2014 - 08:41
16 mequedofrio Lun, 03/02/2014 - 19:36
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