En los últimos diez años hemos asistido a una tremenda revolución tecnológica en el ámbito de comercio. Se ha pasado de vender a pie de calle, en la tienda física de toda la vida, a comprar a través de la red en tiendas online en las que se puede adquirir todo tipo de producto. La globalización y la introducción de Internet en el ámbito familiar han propiciado el auge del comercio electrónico. En cifras, según los datos del Centro de Investigaciones Tecnológicas (CIS) el número de personas que compran por Internet ha aumentado un 30% desde 2004.

La desconfianza y rechazo que se tenía hace diez años a la compras por Internet en los temas de seguridad al introducir los datos bancarios o la incertidumbre de si finalmente llegaría ese producto. Cierto es que los controles de seguridad de hace unos años eran mucho menos seguros y había más posibilidades de estafa, pero como todo los bancos han instaurado unas plataformas de seguridad para la que hay una mayor protección de los datos de la tarjeta de crédito o débito.

Al mismo tiempo que se ha consolidado el comercio online también han surgido otros oficios que a día de hoy se tienen mucho más en cuenta. Un ejemplo de ello es la aparición de empresas dedicadas a la gestión adwords como Nivel de Calidad, quienes ofrecen a las tiendas de la red realizarles su campaña publicitaria optimizada y diseñada al 100% para el gigante de los buscadores, Google. Otro de los oficios que está en auge son las empresas de paquetería y mensajería, las cuales ofrecen diferentes tarifas y servicios compitiendo porque los gerentes de los e-commerce contraten sus servicios.

La edad y el sexo de los compradores también ha variado de tal forma que si en 2004 más del 60% de los compradores eran hombres, ahora la cifra está equiparada entre hombres y mujeres, siendo las personas de entre 25 y 44 las que más artículos adquieren a través de la web independientemente de si son productos perecederos como no perecederos.