PERFIL

De Ritmo 66 a Guantácara

El primer grupo que formó Tury Cabrera fue Ritmo 66, en ese año, y desde entonces nunca ha dejado de tocar, casi siempre el bajo, ya sea rock, jazz, en orquestas o folclore

Foto: Manolo de la Hoz.
Saúl García 1 COMENTARIOS 04/02/2019 - 06:36

No recuerda bien cómo aprendió a tocar ni de dónde salió su primer bajo, pero recuerda perfectamente el primer grupo del que formó parte, Ritmo 66, que nació el año que indica el nombre. Ahí tocaban Vicente Martín, Paco Toledo, Sergio Mata y Gustavo Cabrera. Cuando cantaba Juani ‘el peluquero’ hacían canciones de Raphael, y si hacían versiones de Los Brincos o de los Beatles cantaba Paco. Ensayaban en la calle Norte y tocaban en el Mercantil viejo, en la Calle Real, los fines de semana y las fiestas.

De ilusión andaban bien pero de medios no tanto. “Teníamos unos instrumentos de mala muerte”, dice. Los parches de la batería eran de cuero y había que meter una bombilla dentro del bombo para calentarlo porque con la humedad sonaba fatal. Así que les ofrecieron comprarles un equipo en condiciones a cambio de ir descontando la deuda concierto tras concierto. Les trajeron de la casa Paz Cerezo de Tenerife unos amplificadores vox “que eran los que usaban los Beatles” y una guitarra vox phantom que aún conserva, “que debía costar unas 80.000 pesetas”.

Aunque lo que siempre ha tocado Tury es el bajo, primero un Hoffner y después un Fender. Ese era el instrumento que tocó después, en Los Cangrejos. El anterior grupo se acabó deshaciendo porque les tocó hacer la mili. “Pensamos en hacerla todos juntos y seguir tocando”, pero no pudo ser. Dos de ellos se fueron a Aviación a Gran Canaria y otro encontró trabajo allí, así que siguieron ensayando en Guanarteme y tocando en clubes y en fiestas de los pueblos.

En el cuartel conocieron a Boro Hernández y fue con él y con un batería “excepcional” que le enseñó a tocar el bajo, Jorge Taboada, con quienes formó Los Cangrejos. Decidieron irse a probar suerte a Tenerife. Preguntaron en el club A gogó, en La Laguna, donde se juntaba estudiantes y amantes del rock, y como no tenían nada grabado les dijeron que les harían una prueba, así que volvieron a Lanzarote, metieron los instrumentos en el barco y se fueron a una casa que les prestaron junto a Los Rodeos, que había tanta humedad “que había hasta ranas”, dice. Y pasaron la prueba.

Ahí ya hacían temas propios, además de versiones y se les juntó Cipriano Fierro. Como les dejaban estar todo el día en el local, se pasaban el día ensayando. En el A gogó también tocaba uno de los grupos más famosos de esa época en Tenerife, Los Sombras, que se asombraban de lo bien que sonaban, recuerda Tury.

En el cuartel conocieron a Boro Hernández y fue con él y con un batería “excepcional” que le enseñó a tocar el bajo, Jorge Taboada, con quienes formó Los Cangrejos

Después se volvió a Arrecife. Conoció a Luis Lachambre, Lemes y Arrocha y formaron Rubicón, el principal grupo de rock en la Isla en los setenta. Tury, en realidad, nunca ha dejado de tocar porque, aunque lo que más le gusta es el rock y el jazz, ha abarcado otros estilos. Tocó en orquestas como Los Chicanairos, Estrella de mar o Vibraciones, formó un grupo de jazz con Tomás Bote y otro que se llamó La Granja mecánica, con Boro, Artiles y Celso Borges.

También ha tocado y toca folclore. Ingresó en Los Buches hace treinta años y fue el director musical. Lo dejó hace cinco años porque le dio un infarto, pero ahí había descubierto que también podía tocar el laúd, y de hecho llegó a hacer un dúo de laúd y guitarra con Melo.

Ahora sigue tocando, otra vez con Boro y con Vicente López, el bajo, el laúd, y lo que se preste. Se llaman Guantácara. Aunque no ha sido su medio de vida sí ha sido su modo de vida. Nunca llegó a grabar, aunque estuvieron a punto de hacerlo en Fono Guanche con Los Cangrejos, pero no salió. Ahora, desde hace unos años, se ha atrevido a intentar ser luthier, también de forma autodidacta. Empezó arreglando instrumentos y ya ha hecho dos timples. “Y suenan bien”, dice.

Comentarios

Miguelito " El Tury " es una institución dentro de la música en la isla de Lanzarote. ¡¡ Del Barranco del Quíquere no sale otro como él ¡¡.

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