REPORTAJE

Comienza una vendimia “atípica” y abundante: las lluvias retrasaron la maduración

Fotos: Felipe de la Cruz.
M.J. Tabar 1 COMENTARIOS 09/08/2015 - 08:29

Las cajas de plástico de la última remesa de fruta se están limpiando con efectivos chorros de agua de manguera. Es 5 de agosto y la bodega La Florida—que lleva dos años en funcionamiento— ya ha terminado de prensar los 27.000 kilos de uva malvasía que empezaron a vendimiar el 30 de julio, antes que las comarcas más madrugadoras de Cataluña. El pasado y lluvioso invierno ha retrasado la maduración de la uva y ha cargado las varas de racimos.

La de este año “es una uva muy sana, sin casi mildiu, ni ceniza”, valora Ginés González, propietario de la bodega. Los hongos no se han cebado con la uva.  El tiempo manda y la observación es fundamental para atender las necesidades de unas parras que crecen en un ecosistema extravagante y extraordinario.

Aquí, en La Florida dicen haber usado azufre, jabón potásico y aceite de linaza para evitar ataques. “Hasta que no saquen un producto ecológico que pueda combatir al 100% la ceniza no produciremos vino ecológico”, dice el propietario. Mientras tanto, intentan evitar el uso de fitosanitarios. Saben que el camino es ecológico: “Significa calidad de vino y de vida”.

Más del 80% de la uva malvasía que acaban de prensar proviene de sus propios viñedos, muchos de ellos cultivados en línea. “Estoy de acuerdo con que debemos mantener el cultivo en hoyo en el corazón de La Geria —dice el bodeguero— pero la línea permite el paso de un pequeño tractor, siempre dejando un espacio de 4,5 por 3 metros a cada parra”. Es más productivo y más cómodo. Pero hay que ser riguroso y dejar doce metros de tierra a la parra. Sin ellos, “la planta necesitaría aportes artificiales”.


Ginés González, de bodega La Florida.

Ginés González lamenta que los restaurantes no recomienden los vinos tintos de Lanzarote

Ginés cree que para la prosperidad del sector es importante que el viticultor trabaje con un precio “atractivo” de venta. La clasificación de los racimos (se descartan las partes podridas, secas y las hojas) es fundamental para conseguir un buen vino.

El 25 de agosto continuarán recogiendo la uva tinta y el 1 de septiembre cosecharán la moscatel. Este año, además, sacarán dos nuevos vinos al mercado: un semi y un rosado. Con el trabajo de Juan Ayuso, enólogo de Ribera del Duero, y mucha paciencia piensan combatir esa “fobia” que existe en la isla con los tintos. “Los restaurantes no son capaces de recomendarlos”, lamenta Ginés.

A unos metros, en El Islote, acaba de comenzar la vendimia en Los Bermejos. Cerca de 250 proveedores, “casi todos pequeñas explotaciones, minifundios”, llevarán unos 500.000 kilos de uva a la bodega durante esta campaña. Las primeras cajas llegan hoy desde Montaña Blanca. Su producción ecológica “todavía es pequeña” valora Ignacio Valdera, enólogo de la bodega. Ronda entre el 7 y el 10 por ciento.

Este año, “hay más uva en las plantas, pero eso hace que los racimos estén más prietos, y junto a la humedad de estos días ha provocado problemas de podredumbre”, advierte Valdera. En Bermejo la uva pasa tres controles de calidad: primero se analiza en la finca del viticultor para conseguir el grado de maduración óptimo, luego pasa un examen visual al entrar en bodega y finalmente se analiza sobre la cinta de selección. El vino se hace en el campo.


Ignacio Valdera, de bodega Bermejo.

Bermejo quiere sacar el máximo partido a una variedad menos producida y consumida: la diego

Este año, Bermejo quiere sacar el máximo partido a una variedad menos producida y consumida: la diego. Elaborarán un vino con uva diego en barrica, criado sobre lías (levaduras formadas en la fermentación) y envejecido en botella. El resultado no se podrá catar hasta dentro de tres años. “Las lías aportan grasa y glicerina, dan cuerpo al vino”. Eso sumado a la “fuerza tánica” de la madera de roble francés y al buen envejecer que tiene esta variedad en botella crearán una nueva referencia en la Denominación de Origen de Lanzarote.

“La vendimia ha sido un poco más tardía porque el año ha sido muy lluvioso y ha retrasado la maduración. Ha sido atípica”, valora Valdera, pero se prevé un resultado excelente. El Consejo Regulador comunicaba que La Florida, El Grifo y Reymar han sido las primeras bodegas lanzaroteñas en comenzar la vendimia, seguidas por Los Bermejos, La Geria y Guiguan, junto a Vega de Yuco. No hay una fecha, ni una ciencia exacta. En Lanzarote, el ritmo lo marca siempre el cielo y la salud de la uva.

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