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Centros socioculturales de Arrecife: una red deshilachada

El reto de la nueva corporación es definir la programación de los ocho espacios públicos de la capital

Los propios vecinos gestionan el centro sociocultural de Argana Alta, punto neurálgico de la vida de este barrio, el más populoso de la ciudad y donde conviven 50 nacionalidades. Fotos: Manolo de la Hoz.
Lourdes Bermejo 0 COMENTARIOS 06/08/2019 - 07:28

El nuevo mandato que ha arrancado en Arrecife exige, entre otras muchas cuestiones pendientes, tomar el pulso a la red de centros socioculturales de la capital, que cuenta con ocho espacios públicos repartidos en los barrios de Argana Alta, Argana Baja, Maneje, San Francisco Javier, Valterra, Los Alonso, Titerroy y La Vega, a los que se suma el edificio de la calle Padre Claret, de propiedad privada, aunque funcionando de facto como centro sociocultural, con ayuda municipal.

La empresa Lude, que ya ha cumplido los cuatro años de contrato más dos de prórroga para las labores de conserjería y mantenimiento, anunció hace unos días que el próximo 1 de septiembre dejará de prestar sus servicios, lo que no solo afecta a los centros, sino a otros espacios públicos como campos de fútbol, la Casa de la Cultura o de la Juventud o el Centro Cívico.

Argana Alta es, directamente, el barrio con más necesidades sociales de Arrecife, por su perfil poblacional, ya que suma casi 10.000 vecinos de 50 nacionalidades distintas, alto riesgo de exclusión, carencia de infraestructuras socioculturales y deportivas (el pabellón deportivo está inutilizado) y las peores conexiones de movilidad de la ciudad.

Con este panorama, los residentes han tomado las riendas y se han agrupado en el movimiento vecinal Argana Viva, que engloba a multitud de voluntarios. “Como ha surgido de forma espontánea hace solo año y medio, aún no hemos acudido a las instituciones para pedir subvenciones y desarrollar más actividades, pero lo haremos en el próximo ejercicio”, indica Ana Balboa, cabeza visible del movimiento, que ya se ha reunido con la alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, para transmitirle “las muchas necesidades del barrio”. Entre ellas, se encuentran las que afectan al ámbito sociocultural: “Tenemos una estancia de unos 300 metros cuadrados, habilitada debajo del pabellón, que es también la sede de la asociación”, dice.

Son los voluntarios quienes se han encargado hasta ahora de la oferta programática en el barrio, incluyendo clases de apoyo, que imparten tres amigos personales de Ana Balboa, una de ellas de nacionalidad británica, que da clases de inglés. El Ayuntamiento ha venido financiando durante el curso otras actividades a cargo de la empresa Lude, que acaban de finalizar, pero el objetivo de Argana Viva es negociar “un programa nominativo”, dice Ana, a fin de que se mantenga en el tiempo siempre la misma actividad, una petición que se va a llevar al Cabildo de Lanzarote.

La institución insular presentó en el anterior mandato el ambicioso proyecto Argana+Alta, que incluía la compra por 820.000 euros de un edificio junto a la Cámara de Comercio. Sin embargo, las instalaciones no se han dotado de programación y el acceso a las salas acondicionadas para baile está sujeto a petición expresa, por solicitud.

En Valterra, los residentes se quejan de falta de programación pública en el centro sociocultural. “Sí se están dando clases de baile, guitarra o judo, pero de forma particular”, indican los vecinos, que en algunos casos se muestran en contra de la que consideran “mercantilización” de este espacio público. La empresa Lude solo ha llevado a cabo en el centro de Valterra las labores de conserjería y mantenimiento que tenía adjudicadas por el Ayuntamiento hasta este mes de julio.


Sala El quirófano, gestionada por la asociación Parto Cerebral.

Oasis cultural

Puede decirse que el CSC La Vega es un pequeño oasis cultural dentro de la red de centros arrecifeños. Desde hace cuatro años, la asociación artística Parto Cerebral se encarga de la actividad de la sala de exposiciones El quirófano, creada por sus miembros. El fotógrafo David GP, portavoz del colectivo, se muestra satisfecho con lo que ha supuesto la gestión de la sala, donde también se ubica el taller de la asociación y que comparten con otros grupos. Aunque se firmó un convenio de cesión del espacio con el Ayuntamiento, siendo Eva de Anta concejala de Cultura, “no se ha establecido un plazo de cesión”, dice David, que adelanta su intención de formalizar este documento con la actual corporación.

La asociación no recibe ayuda económica por llevar adelante su actividad artística en la sala. “Sin embargo, cuando empezamos, se nos acusó de estar cobrando”, indica David, que explica que solo se dispuso de 2.500 euros para acondicionar el espacio como galería, “así que no se pudo dotar como hubiera sido deseable. Los focos, por ejemplo, son muy básicos y no se está cumpliendo la única condición que pusimos al consistorio, que fue que se pintara la sala después de cada exposición, por el roce de las paredes, así que tenemos que hacerlo nosotros mismos”. Parto Cerebral dice sentirse compensado por la trayectoria de la sala, producto casi exclusivamente del altruismo de los artistas. “Estuvimos en un encuentro en el TEA de Tenerife y éramos la única asociación sin subvenciones, pero también es una forma de mantener la independencia en la línea de gestión”, reflexiona su portavoz.

Ahora, el colectivo prepara un proyecto de residencia artística para autores locales, “que puedan contar con un espacio adecuado para trabajar, ya que la mayoría lo hacen en garajes u otros entornos poco apropiados” para la creación. Una vez más, el presupuesto es lo que impide que la residencia pueda ampliarse a artistas de fuera de la Isla.


Centro sociocultural de Maneje.

Fines privados

Otra situación bien diferente es la que vive el centro sociocultural de Maneje, donde el Ayuntamiento ha cedido salas a una murga infantil y una comparsa, además de acoger las reuniones de la asociación de vecinos. Algunos usuarios se quejan de que los habitáculos cedidos no están siendo utilizados para fines estrictamente de dinamización social, e incluso se sospecha de que la sala sirve como sede de actividades empresariales privadas, extremo éste que, sin embargo, niega el presidente de la asociación de vecinos, Iván Marín.

En Maneje, como en el resto de centros, se han venido programando por parte del Ayuntamiento distintas actividades, como clases de apoyo, y, en la actualidad se desarrolla un curso de manualidades de seis meses, próximo a su finalización. Por lo demás, el centro no parece contar con demasiada actividad para este populoso barrio arrecifeño.

Otro tanto ocurre con el centro de Argana Baja, que parece cerrado “y sin actividad”, según indican los vecinos de la calle Alfonso XII consultados. La controversia en este centro es la descoordinación de horarios entre la actividad de bar y la del centro propiamente dicho, lo que nuevamente ha motivado críticas sobre los supuestos usos privados de estos espacios de titularidad pública.

Un híbrido de gestión público-privada es el edificio de la asociación de vecinos Padre Claret, en la calle del mismo nombre de Altavista. El barrio no cuenta con instalaciones socioculturales municipales, pero, desde hace años, el Ayuntamiento otorga una subvención anual a la citada asociación para que programe actividades en este edificio. Lo cierto es que este centro sociocultural no oficial se ha convertido, junto con el del Argana Alta, en uno de los más dinámicos. El edificio de Altavista cuenta, además, con la particularidad de albergar en el piso alto la sala de teatro Librada, una iniciativa actualmente sin actividad, ya que el edificio no cumple las condiciones técnicas de seguridad y accesibilidad para albergar espectáculos públicos. El Ayuntamiento sí está acometiendo un plan de remoce de la construcción, empezando por la adecuación de la instalación eléctrica.

Por otra parte, el nuevo concejal de Cultura, Alfredo Mendoza, tendrá que afrontar la resolución del concurso de mantenimiento de las instalaciones municipales con Lude, cuya nueva adjudicación debía haberse producido antes de junio. Los trabajadores han indicado que en estos momentos se les adeuda la paga extra de verano y que la empresa ya ha advertido de que habrá retraso en la nómina de julio por los impagos del Ayuntamiento.

Mendoza ha confirmado que el departamento de Contratación anuló la adjudicación del concurso del servicio a una nueva empresa por orden de Intervención, una circunstancia que se ha venido repitiendo en el último mandato “y que ha traído estas consecuencias”. El nuevo edil contempla “reconducir” el pliego de condiciones para adaptarlo a las exigencias técnicas, aunque reconoce que va a ser difícil evitar la parálisis a la que aboca el fin de servicio, anunciado por Lude.

El responsable de Cultura alude a un modelo de colaboración propuesto por algunas asociaciones que se han ofrecido a llevar a cabo proyectos de dinamización, en principio de forma desinteresada, a expensas de formalizar en un futuro algún tipo de acuerdo. Es el caso de la Asociación Educativa Juvenil, que podría hacerse cargo de la programación de actividades en el centro sociocultural de Argana Baja.

Mendoza dice desconocer la situación real de cada centro y “no constarle” las supuestas irregularidades en el uso de los mismos. A este respecto, tiene previsto reunirse este mes con las directivas y asociaciones vecinales que gestionan estos espacios, “para poder tener una idea precisa de la situación”.

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