A finales del año pasado, Canarias tenía 251.308 plazas en hoteles, 98.042 en apartamentos y 195.994 en vivienda vacacional. De ese medio millón largo (545.344 plazas) de plazas turísticas, el 46 por ciento está en hoteles, el 36 por ciento es vivienda vacacional y el resto, el 18 por ciento, son apartamentos. Canarias es la segunda comunidad de España en número de viviendas vacacionales por habitante y tiene ocho plazas en este tipo de oferta por cada 100 habitantes.

José Manuel Viera González, Raúl Hernández Martín y Pedro Sergey Toledo Bordón, investigadores de la Cátedra de Turismo CajaCanarias-Ashotel de la Universidad de La Laguna, han elaborado un estudio sobre el alojamiento turístico en Canarias para la Consejería de Turismo y Empleo.

El informe, publicado en enero y titulado Distribución y concentración del alojamiento turístico en Canarias. Plazas hoteleras, en apartamentos, vivienda vacacional y población, arroja luz sobre el número de plazas totales en cada isla y, principalmente sobre las viviendas vacacionales, que es el fenómeno más novedoso. La fuente principal de datos para las viviendas vacacionales son los propios registros de la Administración y el Registro General Turístico (geolocalizado) del Gobierno de Canarias.

El trabajo divide los datos entre las cuatro islas turísticas (Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote), y dentro de ellas entre los destinos turísticos y los que no se consideran turísticos pero que también albergan viviendas de este tipo.

Los núcleos turísticos concentran en Canarias el 91,3 por ciento de las plazas de hoteles y apartamentos. Sin embargo, estas áreas concentran solo el 45,8 por ciento de las plazas de vivienda vacacional, que está más diseminada en el territorio aunque a la vez se concentra en otras áreas que no son los tradicionales núcleos turísticos. El informe identifica esas otras zonas donde la vivienda vacacional muestra niveles importantes de concentración, y aporta también en ellas información adicional de hoteles y apartamentos, mostrando tanto gráficos como mapas de concentración.

Son muchas las zonas que no se consideran turísticas pero que tienen gran concentración de viviendas vacacionales. En Tenerife estarían el casco de Adeje, Palm-Mar, Abades y Poris de Abona, Candelaria, Punta Larga y Las Caletillas, Tabaiba-Radazul, Santa Cruz (casco), La Laguna (casco), Cuesta de la Villa, La Quinta e Icod-San Marcos. En Gran Canaria serían Agaete, Arinaga, Melenara-La Garita-casco de Telde y Las Palmas de Gran Canaria (excluida la zona de Guanarteme).

Los núcleos de La Palma son la zona de exclusión de Puerto Naos, Tazacorte, Los Llanos, Santa Cruz de La Palma y Los Cancajos, en La Gomera: Valle Gran Rey, Puerto Santiago, San Sebastián y Agulo-Hermigua, y en El Hierro son Frontera, La Restinga y Valverde-Tamaduste-La Caleta. En Fuerteventura serían solo tres: Puerto del Rosario, Lajares y Geafond, mientras que en Lanzarote se contabilizan el casco de Yaiza, Arrecife-Playa Honda, Arrieta-Punta Mujeres, Famara y La Graciosa.

Número

En el caso de Lanzarote, el casco de Yaiza tiene 254 alojamientos, que suponen 1.155 plazas; Arrecife y Playa Honda suman 584 casas con 2.262 plazas, el doble de las hoteleras, que son 1.116; mientras que en Arrieta y Punta Mujeres hay 149 viviendas que suponen 681 plazas, en Playa de Famara, entre La Caleta y la urbanización Los Noruegos (Island Home) hay 126 casas dedicadas al alquiler vacacional que son 630 plazas, y en Caleta de Sebo, en La Graciosa, 170, que serían 633 plazas. En total, hay 5.361 camas en viviendas vacacionales fuera de los núcleos turísticos.

Por su parte, en el caso de Fuerteventura, en Puerto del Rosario existen 415 viviendas con 1.698 plazas, en Lajares hay 219 que suponen 1.252 plazas y en Geafond serían 229 con 1.037 plazas, lo que suma casi 4.000 camas en estos tres núcleos.

En Gran Canaria y Tenerife hay más plazas vacacionales en los núcleos no turísticos de las que hay en los turísticos, sobre el 46 por ciento del total en ambas islas. Sin embargo, en Lanzarote y Fuerteventura es al revés, hay más vacacionales en los núcleos turísticos. En Lanzarote, el porcentaje es del 55,2 sobre el total y en Fuerteventura es del 58,1.

Lanzarote tiene 28.001 plazas vacacionales, lo que supone 18 plazas por cada 100 habitantes y Fuerteventura tiene 25.763, que son 21 cada cien. Son las dos islas con mayores porcentajes, si exceptuamos La Graciosa, que tiene 89 plazas turísticas por cada 100 habitantes. 

En Famara hay 126 casas dedicadas al alquiler vacacional que son 630 plazas, y en Caleta de Sebo 170, que serían 633 plazas

En números totales, los municipios de Arona, Las Palmas de Gran Canaria y Adeje son los que más viviendas vacacionales tienen dentro de sus límites municipales. La Oliva es el cuarto municipio, Yaiza es el sexto, Tías el noveno, Teguise está en el puesto 11, Antigua en el 13, Pájara en el 16, Arrecife en el 19 y la capital majorera, Puerto del Rosario en el 20.

Eso sería en cifras totales, pero en número de casas vacacionales por cada cien habitantes sería Yaiza la que más viviendas concentra en todo el Archipiélago con 62 plazas por cada cien habitantes. La Oliva sería el segundo. En este municipio, solo en El Cotillo ya hay 104 plazas de vivienda vacacional por cada 100 habitantes, Haría sería el quinto y Antigua el sexto.

Por destinos o microdestinos como los denomina el informe, no por municipios, y contando los que se consideran turísticos y los que no lo son, Corralejo sería el segundo que tiene más plazas vacacionales de toda Canarias, con 6.274 y Caleta de Fuste sería el cuatro con 3.337. En Lanzarote, Costa Teguise 1.443 y la zona de Matagorda-Los Pocillos presenta solo 723 plazas.

Hay seis municipios en Canarias que tienen más plazas turísticas que habitantes censados: Pájara, Yaiza, Mogán, Tías, San Bartolomé de Tirajana y Adeje. La Oliva es uno de los pocos municipios turísticos en los que la vivienda vacacional es la modalidad mayoritaria, por encima de los hoteles y los apartamentos. También es predominante el alojamiento vacacional en las islas no turísticas, como en La Palma, La Gomera o El Hierro.

Alteración

Los destinos turísticos tradicionales de Canarias tienen en torno al noventa por ciento de las plazas y pernoctaciones en hoteles y apartamentos, pero “el desarrollo de la vivienda vacacional ha alterado estos patrones contribuyendo al incremento de la oferta turística en núcleos como los microdestinos, tradicionalmente dependientes del turismo internacional y peninsular; favoreciendo el crecimiento de la oferta de alojamiento turístico en algunos núcleos costeros más dependientes de visitantes de las islas y favoreciendo el desarrollo de la oferta de alojamiento turístico en las principales ciudades y capitales”. Además, esta modalidad contribuye a una oferta de alojamiento más dispersa en el territorio, llegando a zonas donde tradicionalmente no existían otras formas de turismo.

“Son necesarios más estudios sobre los impactos del alojamiento turístico”

Respecto a la propiedad de las viviendas vacacionales, el 71 por ciento de los propietarios son personas físicas y el resto jurídicas. La mitad de ellas tienen un propietario que tan solo tiene esa vivienda. Una cuarta parte pertenece a dueños que tienen entre dos y cuatro viviendas y la otra cuarta parte a propietarios con más casas. El 4,3 por ciento pertenece a dueños con más de 50 viviendas en el mercado. Explicado de otra manera: el 50 por ciento de las plazas de vivienda vacacional corresponden al 79 por ciento de propietarios que tienen una sola vivienda. La mitad de las plazas de vivienda vacacional corresponde al 21 por ciento de propietarios que tienen dos o más viviendas.

Regular

Entre las conclusiones finales del estudio, se señala que la expansión de la oferta de alojamiento debe regularse para evitar tensiones. El crecimiento de la oferta de hoteles y apartamentos en Canarias está sometido a numerosas restricciones normativas e incluso justificó en el pasado una moratoria turística. El crecimiento de la vivienda vacacional apenas ha estado limitado y eso está generando impactos que requieren una regulación específica.

Hay seis municipios que tienen más plazas turísticas que habitantes

Existe una amplia variedad de zonas relevantes para el alojamiento turístico (núcleos turísticos consolidados, áreas turísticas incipientes, zonas rurales, cascos urbanos, etc.) cada una con su problemática y características en relación al alojamiento hotelero, en apartamentos y vacacional. Existe también una amplia variedad de tipos de viviendas vacacionales (unifamiliares, aisladas, en edificios residenciales, edificios residenciales completos, etc.), cada una con sus ventajas e inconvenientes.

“Son necesarios más estudios sobre los impactos del alojamiento turístico sobre el empleo, la renta y su distribución, la calidad de vida local, el acceso a la vivienda en propiedad, el acceso y los precios del alquiler de larga duración, el consumo de energía, de agua, la generación y gestión de los residuos, la satisfacción de los turistas, las dinámicas poblacionales y urbanísticas, etc. Igualmente, es importante conocer las tasas de ocupación mensual de las viviendas, porque algunas se están ocupando prácticamente todo el año y otras solamente de forma esporádica”, se concluye.