DEPORTES

Alejandro Hernández: “La evolución en el arbitraje en estos 25 años ha sido espectacular”

El árbitro lanzaroteño de Primera División celebra las bodas de plata en el arbitraje

Rubén Betancort 2 COMENTARIOS 08/07/2018 - 08:12

Tener una charla con Alejandro Hernández es complicado. No porque sea inaccesible, sino porque los compromisos arbitrales le tienen tan ocupado que incluso le ha obligado a realizar cambios en su vida, yéndose a vivir a Madrid en breve. “Voy a ganar 60 días al año con mi familia si nos vamos a Madrid porque con tanto viaje hay veces que llegaba a casa sólo para cambiar la maleta”, nos dice con la sonrisa de un joven que disfruta con lo que hace.

Buscamos un lugar tranquilo para hablar y elegimos un bar (con B) donde no estén televisando el Mundial de Rusia. “No he seguido todos los partidos”, confiesa, explicando que “estamos con lío preparándolo todo antes de irnos y queremos tomarnos unos días de vacaciones”. “El arbitraje me ha aportado un sentido de la responsabilidad, especialmente cuando empiezas a corta edad”, dice mientras recordamos lo que ha logrado en este cuarto de siglo.

“Ser árbitro es serlo las 24 horas, tenemos que ser ejemplares dentro y fuera del terreno de juego”, se enorgullece de su profesión. “Al principio sueñas, como niño ingenuo, con estar en Primera División, pero es un sueño a largo plazo”, recuerda con la nostalgia de un niño que ya ha cumplido los 35 años.

“Cuando era un niño quería hacer las finales o estar en los Marítima–Lanzarote, que eran los partidos top.... pero al final, según vas avanzando, esos sueños se convierten en objetivo”, explica sobre la evolución. “Somos 15.000 árbitros en toda España y sólo 20 en Primera División....ese objetivo ya lo he conseguido, ahora toca otros”, cuenta sobre los planes deportivos apuntando a la máxima competición balompédica.

“Para estar en el Mundial tienes que ser árbitro internacional élite, haber hecho partidos importantes en Europa y que ese año estés bien... aún así, en España sólo hay tres que pueden ir y Europa aporta nueve... estar ahí es muy complicado”, desgrana la situación, concluyendo que “es un objetivo a largo plazo, como en su día lo fue estar en Primera, pero la competencia es mucha y hay que ser sensatos”.

La tecnología

Uno de los temas de los que más se habla en relación al arbitraje actual nos lleva al VAR y al uso de las tecnologías. Alejandro Hernández explica que “la evolución en el arbitraje en estos 25 años ha sido espectacular en todos los puntos, desde los aspectos tecnológicos hasta los aspectos físicos... si antes vestíamos de negro y ahora de colores”, nos dice sonriendo.

“Todas las evoluciones en cuanto a tecnología y a reglamento vienen desde la FIFA y la IAFF, compuestas por federaciones y éstas por clubes, jugadores y árbitros... nosotros sólo somos el 10 por ciento, no hacemos el reglamento ni elegimos los cambios, esto lo hace el propio fútbol”, nos explica como introducción al uso de la tecnología.

“Vivimos en el siglo XXI y la tecnología forma parte de nuestra vida y nuestra profesión, hasta el punto de que nuestros entrenamientos van directamente a una plataforma cuando acabamos, las actas son digitales, el uso de la tecnología cada vez es mayor en la sociedad y nosotros no podemos estar de espaldas a ello”, dice, y aprovecha para contar como influye incluso la tecnología en la preparación de un partido.

“Antes íbamos a los partidos sin conocer a los equipos, sin tener análisis de ellos, pero de hace un tiempo para acá, todos tenemos una plataforma donde puedes ver el porqué de las tarjetas de cada jugador, los especialistas en faltas, los goles, las faltas... absolutamente todo, que nos ayuda a contextualizar los jugadores y el tipo de partido que te vas a encontrar para preparar mejor los encuentros con tus asistentes para que se lleve por el mejor camino”.

“Tenemos una plataforma donde puedes ver el porqué de las tarjetas de cada jugador, los especialistas en faltas, los goles, las faltas... absolutamente todo”

Sobre el VAR, dice que “a nosotros nos da una red de seguridad, la posibilidad de corregir un error manifiesto, porque ahora se hablará mucho de las rectificaciones por el VAR pero cuando esto se normalice, ya no se hablará de este ‘arbitro de video’ y lo veremos como lo más normal del mundo”. “Ahora se hablará más de fútbol después de los partidos que del árbitro”, señala.

Pero la tecnología también puede ser traicionera. Las redes sociales, los medios digitales y la mensajería instantánea engrandecen las cosas cuando salen bien, pero también cuando salen mal. “Yo relativizo todo mucho, lo bueno y lo malo y cuando ha ido espectacular no he levantado la cabeza presumiendo, ni cuando ha ido mal la he agachado”. Cuenta su truco para desconectar en un mundo tan tecnológico. “Cuando no has hecho un buen partido, porque todos podemos tener una mala tarde, los que te escriben son tu entorno cercano y cuando ya notas que dejas de recibir esos mensajes, es que la tormenta ha pasado y es un buen momento para volver al día a día”, dice sonriendo.

Un cuarto de siglo en el arbitraje

Son 25 años pitando de un Alejandro Hernández que se mantiene fino, coqueto (si se permite), sin dejar de sonreír y apasionado por su profesión, como denota en cada palabra que dice pero, ¿qué consejo le daría a ese Alejandro Hernández que dejaba de jugar al fútbol para arbitrarlo? “Le diría que disfrute como lo he hecho yo de cada partido, de cada cosita”, dice con la ilusión de ese pequeño en un día de Reyes.

“Yo echo cosas de menos que vivía antes y ahora no puedo, y probablemente cuando se acabe mi etapa arbitral, me pasará lo mismo con cosas que vivo ahora mismo”, explica. “Por eso, le diría que disfrutara de cada momento y que se divierta, viviendo cada partido como si fuera el último... aunque sea un partido amistoso y que trabaje mucho, que se esfuerce, que viva el arbitraje con pasión, con paciencia y que lo sueñe... que los sueños, se pueden hacer realidad”.

Una realidad que le ha llevado este año a recorrer media Europa, a realizar cerca de medio centenar de viajes, de entrenar lo justo por tanto viaje, de comer como puede, descansar ‘de aquella manera’ y lesionarse por la falta de descanso del cuerpo.

Estas circunstancias le llevarán a vivir a Madrid la próxima temporada porque, pese a ser árbitro, también es padre de familia y estar con los suyos es un chute de adrenalina que quita cualquier crítica, cualquier opinión, cualquier momento malo que uno puede tener. Pese a ello, lo tiene claro: “No me planteo mi futuro profesional a día de hoy, pero me gustaría seguir vinculado al arbitraje, vinculado al deporte... y en Lanzarote”.

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Los de Eibar todavía recuerdan la gran actuación de este señor en el Nou Camp
Penalti Pal farsa

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