Ajeeb no era lo que parecía. Era un artilugio inventado por un carpintero a mediados del Siglo XIX para que jugara al ajedrez contra humanos. Parecía el bisabuelo de Deep Blue pero era, en realidad, un ajedrecista que se escondía dentro. En Lanzarote es distinto. Ajeeb es un grupo de música que ha heredado el nombre pero no el concepto, porque sí es lo que parece.

Es un grupo de rock alternativo lanzaroteño. Se le puede asignar el gentilicio porque sus tres integrantes viven en Lanzarote, pero tienen la mirada puesta más lejos. Ajeeb Son Cucho (guitarra y voz), Christian (bajo) y Rafa (batería), que ya han formado parte de grupos como Motorower, Cadáver Depot, El cuarto ambulante o Los Embajadores.

Ensayan en lo más underground que se puede encontrar por aquí, en los bajos del casi abandonado centro comercial Nautical, en Costa Teguise. Llevan ensayando casi dos años y su estreno fue en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna, en un concurso de grupos de metal donde no encajaban mucho. No ganaron pero se lo pasaron bien: “Hubiera sido injusto para las otras bandas, eran todos góticos con la cara pintada, y nosotros vestidos de colores”.

Han grabado un disco, ‘Toss and turn’, con Lubjanka records, un joven sello de la Isla, y aunque no ha llegado el soporte, el CD, ya se pueden escuchar algunos temas en la red. La única vez que han tocado en la Isla fue en el Lubjanka Fest, en la Sala Noise, junto a Galiot, Metalmorfosis y Opereta Humanoide. “En Lanzarote -dice Rafa- hemos tocado hasta hartarnos y el problema es que si haces dos o tres conciertos ya es repetitivo y ya te ha visto toda la gente que te quiere ver, no tiene sentido”. De ahí que tengan una vocación internacional. También tienen un split (disco compartido) con una banda japonesa, tocaron en marzo en el festival Grito Rock, en Cabo Verde, y tienen prevista una gira por Suiza, Alemania y Austria. Además, están invitados a tocar en Luanda, la capital de Ángola, pero no saben si conseguirán los pasajes a través de Canarias Crea. Antes de todo eso tocarán dos días, el 10 y 11 de agosto, en Las Palmas de Gran Canaria.

Se juntaron como grupo cuando Cucho volvió de Inglaterra. Ya habían tocado juntos en otros grupos. “Era inevitable -dice- porque eran los únicos colegas que tenía”. Como ya habían hecho jam sessions entre ellos, la música fluye, los temas acaban saliendo con ideas que se traen de casa o que salen durante los ensayos. Hay sintonía. Las letras, de Cucho, son en inglés, entre otras cosas porque venía de Inglaterra. “También las he hecho en español y si supiera más idiomas, las haría en más idiomas”. De todas formas, algunos temas son instrumentales.

Ajeeb huye del tradicional victimismo rockero de falta de apoyos, de compromiso y de espacios. “Montátelo tú, organízate”, dicen. “Yo soy de Cádiz -dice Cucho-  y el Ayuntamiento me debe 300 euros desde hace veinte años, y aquí si consigues un bolo fuera, te pagan el pasaje”. “Y la gente se queja...”.