-El pacto entre Coalición Canaria y Somos ha llegado al final del mandato en Haría. ¿Para qué ha servido?

-Ha habido un cambio importante en el Ayuntamiento de Haría, que antes estaba peleado con todo el mundo, con mucha crispación. Cuando entramos a gobernar en 2015 nos encontramos con que el que era capitán había abandonado el barco, enfadado probablemente por los malos resultados electorales. El pacto de gobierno estos últimos cuatro años ha sido sólido, ha posibilitado el cambio para Haría que los ciudadanos demandaban y se ha trabajado por los intereses de los ciudadanos por encima de las siglas políticas. También ha primado el diálogo como método de trabajo, de tal manera que, de los 11 concejales de la Corporación, nueve han terminado formando el grupo de gobierno.

-¿Qué proyectos estratégicos para Haría destacaría de este mandato que ahora culmina?

-Sin lugar a dudas, la ejecución del nuevo Instituto de Haría, que llevábamos 25 años demandando, porque el actual no reúne las condiciones mínimas. Nos encontramos una parcela que no estaba bien entregada al Gobierno de Canarias, con una parte inscrita a nombre de otra persona y problemas urbanísticos. Se desbloqueó la situación y se ha logrado que el Gobierno invierta cinco millones en un centro que estará terminado, en principio, a finales de este año, por lo que esperamos que durante el próximo curso se pueda hacer incluso el traslado de los alumnos.

-¿Cree que el Ayuntamiento está jugando el papel que esperan los ciudadanos de Haría?

-El municipio tiene ahora claro el rumbo y su futuro pasa por el desarrollo sostenible. En ese sentido, de lo que más orgullosos estamos es de la recuperación de la finca de Los Lajares, un patrimonio natural de incalculable valor, unos 100.000 metros cuadrados en pleno corazón del Malpaís de la Corona que se han convertido por méritos propios en un auténtico centro de interpretación del área geológica más importante de Lanzarote junto con Timanfaya. En materia económica hemos desbloqueado la participación del Ayuntamiento en planes de empleo, para dar oportunidades a los parados del municipio, y se ha pasado de apenas 60 contratos en el anterior mandato a 170 contratos. También hemos hecho una apuesta decidida por la cultura con la escuela de música ubicada en Máguez.

-Si volviera a ser alcalde tras las elecciones de mayo, ¿cuáles serían sus prioridades?

-Tenemos la firme voluntad de acabar lo empezado. En este mandato hemos sentado las bases que necesitaba Haría, que carecía de planificación. La gran obra pendiente es el desarrollo urbano del casco histórico de Haría, ponerlo a la altura que se merece, trabajando en el entorno urbano, hacerlo más amable para el tránsito de peatones. Tenemos un proyecto para la rehabilitación de la plaza de Haría y del centro histórico, de unos tres millones. Con el apoyo del Cabildo y del Gobierno de Canarias, éste debe ser uno de los proyectos emblemáticos para el próximo mandato. A corto plazo esperamos culminar la reforma del mirador, una inversión de 300.000 euros, después de que la empresa a la que se adjudicó la obra la abandonase unilateralmente. Cuando esté terminada la rehabilitación del mirador, una de las primeras obras en las que intervino César Manrique, junto a la Casa Museo del artista, la ermita de Máguez, que tiene en el altar una obra singular suya, y el cementerio, donde descansa, puede convertirse en una ruta de visita atractiva al municipio.

-Órzola es un punto de tránsito hacia el Archipiélago Chinijo, con numerosos solares dedicados a aparcamiento. ¿No hay solución para la situación actual?

-El crecimiento de La Graciosa afecta directamente al bienestar y calidad de vida de los vecinos de Órzola. Lo que hemos hecho es colaborar para desarrollar un gran aparcamiento público que sea el único que albergue vehículos de personas que viajan a La Graciosa. No hemos finalizado este trabajo pero se ha avanzado y el Cabildo ha dispuesto 150.000 euros para adquirir los terrenos. Ejecutar el aparcamiento, a mitad del pueblo, para que las personas que van al muelle también puedan consumir en Órzola es uno de los objetivos estrella para el próximo mandato.

-En Órzola se llegó a plantear una parcela para uso turístico. ¿Apuesta por retomar iniciativas para introducir el turismo de esa forma en el municipio?

-Cuando se elaboró el Plan General, el equipo redactor planteó un hotel de 120 plazas orientado a la naturaleza y a la visita del Archipiélago Chinijo, pero es algo que no nos planteamos retomar. Tenemos claro que no queremos hoteles de nueva planta en el municipio. Hay un fenómeno que se ha consolidado en los últimos años, que es el de la vivienda vacacional, que al municipio le ha venido bien y que está generando riqueza y oportunidades. La oferta real en Haría es de unas 600 viviendas de alquiler vacacional, de las cuales el 30 por ciento están regularizadas y registradas, un porcentaje más alto que en el resto de municipios. Se trata, para la Isla, de un complemento del modelo tradicional de las zonas turísticas y abre oportunidades para sectores como el de la restauración o el de la alimentación.

-Quien pase estos días por Arrieta verá varias caravanas junto a la playa. Con un solo camping en la Isla, que abre en verano, hay demanda de zonas para este tipo de ocio. ¿Lo ve como una oportunidad o como un problema?

-Tenemos claro que el municipio de Haría es frágil y muy sensible. No es la mejor estampa para la entrada del municipio que Arrieta sea una gran zona de acampada. A lo que nos comprometemos es a poner a disposición, para que sea recogida en el Plan Insular, una parcela de más de 40.000 metros cuadrados en el entorno de Órzola, junto al parque rural de Las Pardelas, después de llegar a un acuerdo con los propietarios. Está cerca de la playa y tiene posibilidades para practicar el senderismo. Es la zona adecuada.

-Desde la oposición se ha acusado al grupo de gobierno de haber claudicado ante el Cabildo en el pleito de la Cueva de los Verdes, iniciado en el anterior mandato.

-En medio del litigio judicial negociamos un acuerdo que no está homologado judicialmente, aunque se han pedido informes a la Consejería de Administraciones Públicas, Consejo Consultivo y Audiencia de Cuentas, pero que genera unos beneficios indudables y reales para el municipio. En 2017 recibimos más de 1,3 millones de euros, además del canon de los Centros Turísticos, que se han destinado a obras, un plan de embellecimiento que dio trabajo a 20 personas y a la adquisición de la Casa del Cura, que lleva meses usándose por la población. El segundo año del convenio tiene unos términos similares y nos permite adquirir otra vivienda de valor patrimonial, en la plaza de Haría, con una parcela de 5.000 metros. Hay que recordar que tenemos hasta 2022 para pedir la ejecución de la sentencia pero lo cierto es que, si el convenio se cumple como hasta ahora, Haría está disfrutando de los mismos beneficios económicos que si ejecutase la sentencia, pero sin pleitos ni dilaciones.