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“Todos los profesionales sanitarios deberían tener una mascarilla”

En parte del colectivo de profesionales sanitarios arrecian las críticas por la falta de equipos de protección. “El miedo está presente”, destaca Yone Caraballo, enfermero de Urgencias y sindicalista

M.R. 0 COMENTARIOS 06/04/2020 - 19:10

Entre el personal sanitario de las Islas cunde el temor a un contagio de coronavirus. Dos de cada diez casos en el Archipiélago corresponden a profesionales de la sanidad, por encima de la media del país.

“Nos están inflando a protocolos de actuación pero hay unas enormes deficiencias a la hora de proteger a los sanitarios”, señala Yone Caraballo, enfermero con una amplia experiencia en Urgencias y delegado del sindicato CSIF en el Hospital Doctor José Molina Orosa.

Su sindicato, al igual que otras organizaciones, ha reclamado más medios y, a escala estatal, ha denunciado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, por lesiones y homicidio imprudente, con el argumento de que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó con antelación de que para luchar contra la pandemia se necesitaba dotar a los profesionales de los equipos de protección necesarios.

“No es normal que no haya separación entre compañeros y que tampoco haya mascarillas de protección, cuando todos los profesionales sanitarios deberían tenerla”, destaca Caraballo. “Nos mandan a la guerra sin protección”, afirma.

Hay hospitales, como en el que trabaja, que han definido unas áreas “sucias”, en las que se encuentran los positivos en Covid-19 y los sospechosos, y otras “limpias”, para el resto de pacientes.

“Se da por hecho que en las áreas limpias no hay contagiados por coronavirus y es un error, porque puede haber personas que estén contagiadas aunque en una fase asintomática pero lo transmitan”, advierte.

“Se trata de una enfermedad comunitaria y la puede tener cualquiera que entre por la puerta de un hospital o de un centro de salud, por lo que hay que actuar como si fuera así”, recalca.

“¿Cómo es posible que en los supermercados se esté dando mascarillas a sus trabajadores y en áreas de un hospital, como ginecología o traumatología, los sanitarios no tengan?”, se pregunta.

Caraballo no habla desde la barrera, sino desde la primera línea que se enfrenta al coronavirus. En Urgencias atendió a una paciente que acudió por un cuadro de gastroenteritis. “Como estábamos en un área supuestamente limpia, no nos daban mascarillas porque los responsables del hospital decían que no era necesario”, recuerda.

“¿Cómo es posible que en los supermercados se estén dando mascarillas a los trabajadores y en algunas áreas del Hospital, como traumatología o ginecología, los sanitarios no tengan?”

La paciente resultó estar contagiada de coronavirus. A los pocos días, Yone empezó con tos, le hicieron una radiografía de los pulmones, le tomaron muestras para un test y lo mandaron para casa en cuarentena. El resultado ha dado negativo. “Pero no sería extraño que me hubiera contagiado”, dice.

Desde su sindicato han comprado equipos de protección individual para repartir entre los sanitarios, una especie de “monos” que cubren todo el cuerpo.

El elevado porcentaje de contagios entre sanitarios que se está produciendo en las Islas preocupa entre los profesionales de la sanidad pública. En Lanzarote, hasta los primeros días de abril, se habían confirmado tres casos en el Hospital (un médico, una enfermera y un técnico) y en Fuerteventura, no ha trascendido ninguno.

“Hay que pensar que a ciertos compañeros en Canarias no les han hecho la prueba, pese a tener algunos síntomas, porque no han tenido fiebre, aunque han perdido el olfato y el gusto, y los han terminado mandando a trabajar”, asegura Caraballo.

“El miedo está presente, especialmente cuando estás en casa, con la familia, pero es verdad que se te quita cuando entras a trabajar. Cuando sales de tu turno es cuando vuelve la bajona”.

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