Lanzarote y Fuerteventura tienen como reclamo turístico la venta ambulante de los mercadillos, con gran parte de su mercancía ilícita y cuya adquisición contribuye a la proliferación de mafias criminales. El experto Miguel Bolaños trabaja en la lucha contra estas organizaciones asesorando a las fuerzas de seguridad y tribunales, como en la reciente actuación desarrollada en Arrecife que se saldó con 21 detenidos y la incautación de artículos falsos por valor de 4,2 millones de euros.

- Para los neófitos, ¿cuál es el trabajo de un perito judicial en la Comisión Antipiratería?

- La labor es la de asesorar técnicamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, agentes de la autoridad, aduanas y a los Tribunales de Justicia cuando se nos solicita para realizar dictámenes o acudir a juicio. Mi función es atender las actuaciones que se me requiera en cualquier parte de Canarias.

- ¿Cómo llega un experto como usted a la Comisión Antipiratería?

- Estudié la Diplomatura de Imagen y Sonido, introduciéndome así en el sector audiovisual y hace 33 años que me propusieron trabajar en la entonces Federación Antipiratería, una entidad sin ánimo de lucro a la que estábamos adscritos ocho peritos judiciales independientes. Posteriormente se crea en el año 2000 la Comisión Antipiratería del Ministerio de Cultura a la que nos adscriben.

- Recientemente se ha desarrollado en Arrecife una operación de gran relevancia contra el mercado de las falsificaciones con la incautación de artículos por valor de 4,2 millones de euros, ¿podría decirse que hay establecida una red criminal de falsificación en Lanzarote?

- En esta intervención, que ha sido la mayor hasta la fecha realizada en Lanzarote por el alcance de la misma, se ha atacado en tres frentes importantes, dado que se han intervenido, de un lado, lugares donde se confeccionaba material ilícito y, por otro, donde se almacenaba e incluso se importaba y, en tercer lugar, se ha actuado en el comercio y venta al público. En la nave industrial intervenida se encontraba material genérico susceptible de convertirse en productos de una marca determinada, como productos de la marroquinería, y por otra vía se introducen las placas e insignias, que convierten ese producto genérico en un artículo falsificado con el distintivo de una marca de prestigio y al ofrecerse a la venta en sitios públicos, como era el mercadillo, se vulneran los derechos de explotación del propietario de la marca.

- ¿Recuerda alguna otra actuación relevante en las islas de Lanzarote y Fuerteventura?

- En Lanzarote recuerdo que hace años intervenimos en materia de propiedad intelectual en bares de la avenida de Puerto del Carmen, donde se emitían películas que no habían sido estrenadas ni siquiera en España y sin derechos de exhibición. También hemos intervenido mucho en los mercadillos de La Villa, así como en bazares de Costa Teguise y además en Playa Blanca, donde también se han realizado intervenciones, e incluso en otras ocasiones anteriores en el mercadillo de Arrecife de la mano de la Policía Nacional. Hace ya unos quince años intervenimos incluso en una televisión de forma conjunta en Lanzarote y Fuerteventura.

- ¿En cuánto estima el dinero que pueda estar moviéndose en las islas de Lanzarote y Fuerteventura en el mercado de las falsificaciones?

-Los estudios realizados señalan que en torno a los 400.000 millones de euros mueven a nivel mundial las mafias organizadas en falsificaciones. Lanzarote y Fuerteventura son dos puntos importantes en materia turística, que tienen como reclamo los mercadillos y venta ambulante. El importe medio que podría existir es difícil de valorar, pero hay puntos clave de los mercadillos con hasta el 70 u 80 por ciento de artículos falsificados. Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife son los cuatro puntos estratégicos de este tipo de comercio.

- Y si se conoce la venta de estos artículos falsos ¿por qué no se actúa con más contundencia?

- El problema es la escasa concienciación y falta de información al respecto, tanto a nivel de usuario como de las instituciones, que se traduce en la visión de un delito sin alarma social. No ponemos especial interés en que se está cometiendo un delito flagrante en la venta de falsificaciones y, sin embargo, está tipificado y con penas de cuatro a seis años de prisión por la vulneración de los derechos de la propiedad intelectual e industrial.

- ¿El ciudadano que adquiere esos productos falsificados contribuye a la proliferación de las redes criminales?

- Sí, a través de la colaboración indirecta.

- ¿Comete algún delito el comprador?

- No. Es el que comercializa el que se lucra con ello. Pero en la actualidad contamos con usuarios que realizan sus pedidos de artículos falsos a través de internet y mediante paquetería, y en cuanto se interceptan en Aduanas, a tenor de una orden, podrían estar cometiendo un delito.

- ¿Qué consecuencias más graves cree que acarrea la compra de estos artículos falsos?

- Las consecuencias más graves son las que hay detrás de las falsificaciones. Actualmente, existe el intercambio de material falsificado por drogas y armas y se subvencionan incluso actos tan terribles como el terrorismo, la trata de blanca, el contrabando de órganos y sirve para el blanqueo de capitales. Nosotros sólo vemos la primera línea de fuego que es el mercadillo, el comercio o vendedor de la calle, pero es el escalón mínimo de una ramificación tan importante y estructurada que puede hacer tambalear la economía mundial. El dinero que mueven las falsificaciones supera el PIB de algunos países europeos.

“El material falsificado subvenciona actos como el terrorismo, la trata de blancas e incluso el blanqueo de capitales”

- ¿Con qué artículos más extraños se ha tenido que enfrentar a la hora de valorar su autenticidad?

- Con nichos de cementerio y, precisamente, una vez en Lanzarote, entre otras dos intervenciones realizadas. La falsificación surge porque se trata de un sistema de moldes recuperables y es un modelo de utilidad con patente registrada y a partir de aquí quien hace uso ilegítimo de este sistema está vulnerando los derechos de la propiedad industrial que se denuncia.

- ¿Hasta qué productos abarca la falsificación?

- Hoy en día se está falsificando absolutamente de todo: perfumes, comida y bebidas, como el agua potable. Recientemente se ha desarrollado una intervención por parte de la Interpol con la colaboración de la Guardia Civil en la que se han incautado 10 toneladas de comida y bebidas por valor de 250 millones de euros. Productos que se elaboraban en fábricas clandestinas, sin control y hasta con menores.

- ¿Qué peligros conlleva la adquisición de estos productos adulterados?

- Todo ello supone un atentado contra la salud pública, contra los derechos humanos y de los trabajadores, lo que representa un cúmulo de delitos en tan solo esta actuación. En concreto, en Lanzarote se ha intervenido en varias ocasiones en materia de bebidas alcohólicas adulteradas, lo que se conoce como garrafón, que lo inyectan incluso en botellas originales. En cuanto a la alimentación se ha llegado a encontrar melanina en las harinas para bebés, que es un producto tóxico empleado en la producción de plásticos, o legumbres con insectos al no presentar la composición correcta. Nada más que en medicamentos falsificados adquiridos a través de internet o de farmacias clandestinas, los españoles han gastado 1.500 millones de euros.

- ¿Qué mensaje le transmite al ciudadano a la hora de enfrentarse a las falsificaciones?

- Que sean conscientes de que los vendedores o manteros no trabajan para ellos mismos, sino para terceros, y que lo barato siempre sale caro. En este sentido, deseo recordar que hay calzado y ropa que por ser de una composición irregular provoca problemas en la piel y que se distribuyen bebidas y comidas que han provocado intoxicaciones y muertes.